miércoles, 9 de enero de 2013

La hipótesis comunista de Slavoj Zizek

 Nosotros somos aquellos a quienes hemos estado esperando

¿Un pensador esloveno, disidente en la antigua Yugoslavia de Tito, que hoy declara que la "cuestión del comunismo tiene que plantearse de nuevo"? Provocador, han dicho algunos. Fascinante y seductor, para otros (entre los que -confieso- me incluyo). El autor de Repetir Lenin o En defensa de la intolerancia, nos plantea un nuevo desafío en su reciente libro Primero como tragedia, después como farsa.


Si en su primer capítulo esboza el estado de la cuestión de la ideología capitalista, en el segundo, titulado sin ninguna ambigüedad "La hipótesis comunista", se esfuerza por localizar aspectos de nuestra situación que abran espacio para nuevas formas de praxis comunista.

Obviamente, el libro no ofrece un análisis neutral, sino que toma partido y este no es otro que el del comunismo. Ahora bien, desde su punto de vista si el comunismo es una Idea "eterna", no lo es como una abstracción universal, sino que tiene que ser reinventado con cada situación histórica.

Y este es el ofrecimiento transgresor: cuando en este mundo del capitalismo global, pocos son los que se atreven siquiera a soñar utopías sobre posibles alternativas, Zizek nos conduce a pensar en una nueva política emancipatoria.

Para ello Zizek postula "rechazar cualquier sentido de continuidad con lo que significó la izquierda en los dos siglos pasados". El objetivo es, con palabras de Lenin, "empezar desde el principio", repensarlo todo empezando desde cero. Es un nuevo comienzo, en términos de lo que Alain Badiou denominó "la hipótesis comunista".

El autor nos enfrenta con uno de los principales problemas políticos en nuestros días: la falta de un sujeto o agente revolucionario, una vez constatada la insuficiencia de la clase obrera como único motor de transformación, frente a lo que preconiza la combinación de diferentes agentes emancipatorios.

Y, finalmente, la pregunta ¿socialismo o comunismo? es repondida también sin ambigüedades. Según Zizek la socialdemocracia ha sido un instrumento que se movilizó para contrarrestar la amenaza comunista al capitalismo. Frente a ella, siguiendo a Michael Hardt, Zizek postula que si el capitalismo representa la propiedad privada y el socialismo la propiedad del Estado, el comunismo representaría la superación de la propiedad como tal en lo común.

Estas y muchas otras ideas, acompañadas de seductoras imágenes tomadas de páginas literarias o escenas cinematográficas, hacen que la lectura de Zizek sea al tiempo estimulante y provocadoramente activista.

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