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lunes, 30 de julio de 2012

Amandla!

Una vez más, levanté el puño y grité "Amandla! Amandla! Amandla!". Entonces, de manera espontánea, la gente empezó a cantar nuestro hermoso himno Nkosi Sikelel' iAfrika.
Nelson Mandela

El pasado 18 de julio, Nelson Mandela cumplió 94 años. Su figura, hoy convertida en una leyenda por su incansable lucha contra el apartheid en Sudáfrica, nos recuerda que, en efecto, no todos los políticos son iguales y que las luchas de los pueblos, conducidas con firmeza e inteligencia, al final obtienen sus objetivos.


Quienes deseen profundizar en los hechos de su vida, en las ideas que alimentaron sus combates, pueden leer su autobiografía titulada El largo camino hacia la libertad, un texto de alta calidad literaria, cuyos materiales fueron acopiados durante sus largos años de cautiverio en la isla de Robben y para cuya redacción final contó con la ayuda de varios colaboradores y consejeros, entre otros la premio Nobel de literatura, Nadine Gordimer, de la que volveremos a ocuparnos en una próxima entrada.

Conviene detenerse en la lectura de sus páginas para no dejarse llevar por una falsa imagen de "buenismo" del personaje, tan querida por lo políticamente correcto. Mandela fue un decidido luchador, fundador del Umkhonto We Sizwe (La lanza de la nación), brazo armado del Congreso Nacional Africano (CNA). Fue acusado de promover cientos de acciones de sabotaje, lo que nos provoca una reflexión sobre la, en ocasiones, difusa distinción entre terrorismo y lucha armada. Los movimientos populares que han sostenido una lucha armada y han alcanzado el éxito final y la consecución de sus objetivos históricos (sean estos la Revolución Cubana, la Autoridad Nacional Palestina o el CNA) ya no serán calificados en adelante como meros terroristas o delincuentes. Pero si hubiesen sido derrotados... Vae victis! ¿Quién se acordaría entonces de los Castro, Arafat o Mandela?

Celebremos, pues, el triunfo de una lucha del pueblo contra la minoría opresora, una conquista que sirvió a la causa de la libertad y de la igualdad de todos los hombres y mujeres, independientemente de su raza u otra condición social, y aprovechemos su lección para las luchas de hoy, que también exigen determinación y liderazgos políticos y sociales basados en la honestidad, la convicción y la propuesta concreta. ¡Otro mundo será posible si peleamos por él!

martes, 3 de julio de 2012

¡Esteban Peralta ha sido liberado!

La magnífica noticia, tan esperada, por fin se ha producido. Esteban Peralta y sus tres compañeros del Tribunal Penal Internacional (TPI) han sido liberados por parte de las ¿autoridades? libias y devueltos a La Haya, donde se han podido reunir con sus familias.


Detrás han quedado casi un mes de cautiverio y la humillación que supone que el TPI tenga que pedir disculpas ante un régimen como el de Trípoli. Lo más importante es la liberación de nuestro amigo, pero la pérdida de credibilidad del Tribunal de La Haya y el riesgo de que cosas como esta sucedan en el futuro son "daños colaterales" de extrema gravedad.

Las cosas en Libia van mal, como no podía ser de otra manera. La intervención de las llamadas potencias occidentales en el conflicto libio, además de una masacre de civiles, ha supuesto la desestabilización de un país dividido en facciones armadas de futuro imprevisible. El escenario seguro que interesa a los países amigos de los nuevos gobernantes, en cuanto están en juego suculentos intereses petrolíferos, aunque a costa de un nuevo desprestigio de la acción internacional cada vez más alejada de los mínimos requisitos de un derecho o una justicia aceptable por la comunidad de naciones.

lunes, 25 de junio de 2012

Democracia de baja intensidad

Este es el tipo de democracia que parece dispuesto a soportar el neoliberalismo hoy imperante. No una verdadera democracia constituyente, sometida a la continua legitimación por parte de ciudadanos y ciudadanas libres e iguales, sino a la mera adhesión de súbditos obedientes y disciplinados. Por si alguien se quiere salir de este guión preestablecido, los gestores del capitalismo en España tienen pronta la receta: criminalización de la resistencia pasiva y de la convocatoria de movilizaciones por Internet o redes sociales. Frente a esta degradación no podemos permanecer más tiempo impasibles. Afortunadamente germinan las propuestas de contestación tanto desde los movimientos sociales articulados, como desde las formaciones políticas o sindicales, e incluso desde colectivos profesionales como los juristas comprometidos. Merece la pena ser saludada la reunión del II Encuentro del Foro de Abogados/as de Izquierdas, organizado por la Fundación por la Europa de los Ciudadanos, en el que participaron los jóvenes Ismael Benito y Daniel Ayyash, miembros de la Associació d'Estudiants Progressistes (AEP), que permanecieron en prisión preventiva durante cinco semanas tras ser detenidos en Barcelona en la Huelga General del 29-M. Por nuestra parte, a escala individual, también podemos apoyar peticiones como la campaña "Criminalizar la protesta civil atenta contra los Derechos Humanos", que encontramos en http://www.change.org/es/peticiones/criminalizar-la-protesta-civil-atenta-contra-los-derechos-humanos

lunes, 11 de junio de 2012

Con Esteban Peralta en el corazón

Mi amigo Esteban Peralta Losilla ha sido detenido por las autoridades libias y yo me encuentro en estado de shock. ¡Qué lejos estaba de imaginarme que una de las consecuencias del violento conflicto libio iba a pasar por el riesgo y la amenaza para una persona tan querida! Esteban presta sus servicios como alto funcionario del Tribunal Penal Internacional (TPI) y ha sido detenido junto a otros tres colegas cuando se encontraba en Libia en misión oficial visitando a Saif al Islam Gadafi.


La ocupación de Esteban durante estos años de trabajo en La Haya ha sido la de colaborar en la formación adecuada de las defensas de aquellas personas imputadas ante el TPI. Esteban y sus colegas habían acudido a entrevistarse con el hijo de Gadafi para hacerle conocer los cargos que sobre él pesaban y para comprobar las condiciones de su cautiverio. En lugar de cooperar francamente con su misión, las autoridades libias han procedido a su detención e incomunicación.

Aun con sus carencias, el TPI es el único germen de justicia universal que puede impedir que muchos delitos contra la humanidad queden impunes. Debemos recordar que los Estados Unidos de Norteamérica, China o Rusia no han aceptado la jurisdicción del Tribunal, lo que les asegura la no persecución legal de sus fuerzas militares o irregulares con motivo de sus intervenciones fuera del amparo del Derecho Internacional.

En estos momentos de tensión, me acuerdo de aquellas lejanas tertulias de juventud, en las que compartía gustos con uno de los melómanos y apasionados por el cine más entusiastas que he conocido. Con el recuerdo de su amistad, va la exigencia al Gobierno de España para que, junto con el TPI y la ONU, demanden de modo inmediato la liberación incondicional de Esteban y sus colegas.