lunes, 30 de abril de 2012

Día del Trabajo y de la lucha


El 1 de mayo, y todos los días, estamos convocados a la lucha contra unas políticas de recortes que nos conducen al abismo de la recesión, del paro y la pérdida de derechos. Este vídeo demuestra que no todas las fuerzas políticas son iguales. Hay una salida distinta a la crisis por la izquierda.


jueves, 26 de abril de 2012

Hay alternativas... (al neoliberalismo)

Hay alternativas es un libro que, con el sugerente subtítulo de Propuestas para crear empleo y bienestar social en España, nos regalan (nunca mejor dicho) tres autores de primera fila en el campo de la izquierda como son Vicenç Navarro, Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra, Juan Torres, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, y Alberto Garzón, economista y Diputado de IU en el Congreso.




El libro está editado por Sequitur y ATTAC España (Madrid, 2011) y se puede descargar legalmente en PDF por Internet de manera gratuita (por eso lo de regalo). Su contenido se puede inscribir en una corriente de "reformismo fuerte" o "reformismo no reformista", que explora una alternativa global social y económica al liberalismo. Aúna solvencia técnica con propuesta política y permite desmontar el famoso dogma TINA (There Is Not Alternative) acuñado por la derecha thatcheriana.

Sus capítulos se ocupan de las causas de la crisis española, sus singularidades, la agenda para una una economía más justa y eficiente, las condiciones para crear empleo decente, la hipoteca del déficit social, los salarios y la recuperación económica, la financiación, Europa y el mundo, y una economía al servicio de las personas y en armonía con la naturaleza. Termina con 115 propuestas concretas que nos invitan a aterrizar desde los discursos teóricos a la práctica concreta.

El ensayo no puede escapar a las dificultades que supone abordar la superación del capitalismo globalizado de nuestros días, dada la desigualdad de fuerzas entre unos mercados financieros sin fronteras y cada vez más poderosos, y unas clases populares fragmentadas sin un referente común de lucha. Algunos temas no están cerrados, como la salida o no del euro y dependerán seguramente de la evolución de la crisis actual en los próximos meses.

El contenido del libro es muy vasto y sólo querría terminar su semblanza con la referencia a un tema que me parece crucial, como es desmontar el mito del libre comercio en tanto que motor de prosperidad global. Cito literalmente: "En contra de la ideología del libre comercio, irrealista porque es imposible que se dé en la realidad, el planeta necesita una ordenación del comercio internacional que proteja la producción nacional encaminada a satisfacer las necesidades, las de las pequeñas y medianas empresas, el patrimonio cultural propio, el medio ambiente, los derechos de las personas y los valores de la solidaridad y del humanismo, y no sólo los del comercio. Es decir, hay que avanzar hacia una auténtica desglobalización neoliberal. Sólo eso es lo que puede garantizar que la humanidad aproveche, como es cada vez más necesario, las ventajas de lo global con las de lo local, sin renunciar a lo uno o a lo otro, porque combinando ambos niveles es como se pueden encontrar las mayores y más eficaces fuentes de satisfacción humana".

¡Que disfrutéis de su lectura!

martes, 24 de abril de 2012

Éxito del Front de Gauche

Os traduzco la valoración que efectúa el Frente de Izquierdas francés en relación con los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas.


"La izquierda progresa en Francia gracias al Front de Gauche.
El total de votos de izquierda aumenta fuertemente en relación con la última presidencial, pasando de 13,3 millones (36,4%) a 15,7 millones (43,7%). Es el mejor resultado global de la izquierda en una presidencial desde 1988. François Hollande no es responsable más que de una pequeña parte de esta dinámica, ya que él no gana más que 770.000 votos en relación con Ségolène Royal. Lo esencial de la dinámica de la izquierda viene, por el contrario, de la subida del Front de Gauche que aporta dos tercios de los votos suplementarios recogidos por la izquierda.

El Front de Gauche: una fuerza sólida y homogénea.
Con cerca de 4 millones de votos (11,11%), Jean-Luc Mélenchon gana 3 millones de votos desde el lanzamiento del Front de Gauche en las elecciones europeas de 2009 (6,5%). La fuerza así constituida es tanto más sólida cuanto que está bien repartida por todo el territorio: el Front de Gauche sobrepasa el 7% en todos los Departamentos, 10% o más en 70 Departamentos y más del 13% en 20 Departamentos. Es, pues, una fuerza política nueva que se ha afirmado en todo el conjunto del territorio, mucho más allá de la implantación histórica de las organizaciones que la constituyen. Grandes ciudades sin una potente tradición comunista también han votado en más de un 15% a Jean-Luc Mélenchon, como Grenoble, Toulouse, Lille o Montpellier. Espectaculares progresos se han registrado también allí donde Jean-Luc Mélenchon ha sostenido posiciones políticas fuertes. Así, en Alsacia, el Front de Gauche ha sido la primera fuerza política en militar por la abolición del Concordato y ha aumentado su resultado en más de un 300%. Asimismo, en Marsella, el discurso claro y sin complejos de Jean-Luc Mélenchon sobre los beneficios del mestizaje ha encontrado un masivo eco popular, haciendo alcanzar al Front de Gauche cerca de un 14% en la ciudad y más de un 20% en muchos barrios populares de los distritos del norte. Aquí también la estrategia de combate 'Frente contra Frente' ha permitido frenar al Frente Nacional".

miércoles, 18 de abril de 2012

Catedráticos contra la reforma laboral

¿Quién dijo que los intelectuales españoles no se comprometían y permanecían aislados en su torre de marfil? Pues, para desmentirlo, un nutrido grupo de catedráticos y catedráticas de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social han firmado un manifiesto en el que denuncian los múltiples desafueros de la recientemente aprobada reforma laboral. Aquí podéis leerlo.


"Los abajo firmantes, catedráticas y catedráticos de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, consideramos un deber cívico hacer pública nuestra opinión de expertos sobre la reciente reforma laboral aprobada por el Gobierno del PP, la cual introduce un cambio radical en el modelo constitucional de relaciones laborales, basado en dos pilares esenciales: un delicado equilibrio entre poderes empresariales y derechos sociales y un estímulo a las expresiones de diálogo social, articuladas de manera señalada a través de la negociación colectiva

La norma de urgencia ha procedido a convulsionar la práctica totalidad de los elementos esenciales de ese modelo constitucional. Por lo pronto, ha desplazado el centro de gravedad normativo de las relaciones laborales desde el trabajo a la producción y al empleo, desde el trabajador y sus condiciones de trabajo a su “empleabilidad”, mercantilizando sin miramiento alguno el trabajo y descontextualizando el marco en el que, desde sus orígenes y sin solución de continuidad, ha venido aplicándose, y ha de seguir haciéndolo, la norma laboral. Este texto legislativo, en segundo lugar, implanta un verdadero sistema de excepción en las relaciones laborales, otorgando poderes exorbitantes al empresario a la vez que destruye las bases fundamentales del poder contractual colectivo autónomo en la regulación de las condiciones de trabajo. La constante reducción de los derechos de los trabajadores se acompaña de una progresiva afirmación de la unilateralidad empresarial sin control ni contrapeso. En suma, la flexibilidad unilateral conferida al empresario, además de despreciar las reglas consensuadas por los propios interlocutores sociales apenas dos semanas antes, aleja nuestro sistema jurídico del modelo social europeo, aproximándolo a antañones modelos autoritarios, de manera oportunista recuperados ahora en nombre de la libertad de empresa. En tercer lugar, la negociación colectiva deja de entenderse como un instrumento de corrección de las desigualdades contractuales, habiendo sido objeto, ella misma, de una flexibilización que altera su posición en el sistema de fuentes. La prioridad aplicativa concedida sin restricción alguna a los convenios de empresa y la supresión del régimen hasta ahora vigente de ultraactividad, además de poder generar un no deseable incremento de la conflictividad social, concibe al convenio colectivo como un simple utensilio al servicio de los intereses subjetivos empresariales, sustituible o modificable a su sola voluntad. La inaplicación de todas las condiciones de trabajo, incluso las salariales, del convenio sectorial expresa una concepción legal decididamente contraria al sistema vigente de negociación colectiva y a su estructura autónoma. En un contexto semejante, en fin, la garantía constitucional de la fuerza vinculante del convenio colectivo queda por completo desarbolada.

La regulación del despido, que se presenta de manera rutinaria como una forma de crear empleo, obedece realmente a un diseño destinado a otorgar fáciles y baratos mecanismos de liquidación y ajuste de plantillas, tanto en el sector privado como en el sector público. Y de hacerlo, adicionalmente, al margen de todo control. Desde luego, del sindical; pero también del administrativo e, incluso, del judicial. Como confiesa sin disimulo alguno el preámbulo de la norma, el propósito de la reforma es impedir el juicio de adecuación – con un evidente tono despectivo, el legislador excepcional lo denomina “juicio de oportunidad”- de los jueces sobre los despidos decididos por el empresario a partir de una definición justificativa que se mueve entre los dos extremos a descartar por cualquier legislador socialmente sensible: la mayor discrecionalidad y la más concreta identificación. La nueva regulación del despido no tiene más finalidad que reducir los costes del despido ilegal o improcedente, rebajando las indemnizaciones y suprimiendo los salarios de tramitación. Además de todo ello, y apartándose de manera grosera de los propósitos confesados de lucha contra la dualidad de nuestro mercado de trabajo, la reforma ahonda la precariedad mediante dos criticables medidas: la implantación de un contrato especial (de “apoyo de emprendedores”), cuya característica más llamativa reside en la posibilidad de despido libre durante un año de duración, y el encadenamiento de contratos de formación para los jóvenes, que pueden estar formándose hasta los 32 años en una misma empresa para el ejercicio de los más dispares e inconexos oficios.

Pero más allá de la crítica a sus contenidos concretos, queremos llamar la atención sobre el cambio de modelo que el RDL 3/2012 induce. Es éste un modelo opuesto al que conforma nuestra Constitución, el de la democracia social en una economía de mercado, que arbitra un equilibrio complejo entre el pluralismo social y la intervención normativa de tutela de los derechos laborales, y que sitúa en el centro de la regulación de las relaciones laborales a la negociación colectiva dotada de fuerza vinculante. En el diseño constitucional, la empresa es un territorio en el que el poder privado del empresario resulta racionalizado en su ejercicio mediante el reconocimiento de derechos de participación a los trabajadores. Este modelo nada tiene que ver ni con la concepción de la empresa como un ámbito de exclusiva gestión por el empresario ni con la noción del empresario como “el señor de su casa”.

Y es que las exigencias de equilibrio presupuestario que impone la Unión Europea ni exigían ni exigen en modo alguno una reforma de las relaciones laborales como la adoptada, contraria al Estado social y democrático de Derecho, potenciadora del poder normativo unilateral del empleador y hostil a la acción colectiva de los sindicatos. Por lo demás, y no es lo de menos, la reforma laboral presenta numerosos puntos que contradicen directamente derechos y principios constitucionalmente reconocidos y desarrollados por una extensa jurisprudencia del Tribunal Constitucional, tanto en lo que se refiere al derecho al trabajo como al derecho de libertad sindical. Y además es en una gran parte contraria a los compromisos internacionales asumidos por España, tanto respecto a la Carta de Derechos Fundamentales europea como a los Convenios de la OIT sobre libertad sindical, fomento de negociación colectiva y terminación de la relación de trabajo."

Firmantes

- Alemán Páez, Francisco (UCórdoba)
- Alfonso Mellado, Carlos Luis (UValencia)
- Álvarez de la Rosa, Manuel (ULa Laguna)
- Aparicio Tovar, Joaquín (UCastilla-LaMancha)
- Ballester Pastor, Maria Amparo (UValencia)
- Baylos Grau, Antonio (UCastilla La Mancha)
- Cabeza Pereiro, Jaime (UVigo)
- Camas Roda, Ferrán (UGirona)
- Camps Ruiz, Luis (UValencia)
- Castiñeira Fernández, Jaime (USevilla)
- Correa Carrasco, Manuel (UCarlos III de Madrid)
- Cruz Villalón, Jesús (USevilla)
- Domínguez Fernández, Juan José (ULeon)
- Escudero Rodríguez, Ricardo (UAlcalá de Henares)
- Fernández López, María Fernanda (USevilla)
- Ferrando García, Francisca (UMurcia)
- Garate Castro, Javier (USantiago de Compostela)
- Galiana Moreno, Jesús (UMurcia)
- García Becedas, Gabriel (UAutónoma de Madrid)
- García Ninet, José Ignacio (U de Barcelona)
- Garrido Pérez, Eva (UCádiz)
- González Posada, Elías (UValladolid)
- Goñi Sein, Jose Luis (U Pública Navarra)
- Gorelli Hernández, Juan (UHuelva)
- López Gandía, Juan (UPolitécnica de Valencia)
- López López, Julia (UPompeu Fabra de Barcelona)
- Luján Alcaraz, José (UMurcia)
- Martínez Abascal, Vicente Antonio (URoviraVirgili deTarragona)
- Martínez Barroso, María de los Reyes (ULeón)
- Mella Méndez, Lourdes (USantiago de Compostela)
- Molero Marañón, María Luisa (UReyJuanCarlos de Madrid)
- Molina Navarrete, Cristóbal (UJaén)
- Monereo Pérez, José Luis (UGranada)
- Moreno Vida, María Nieves (UGranada)
- Navarro Nieto, Federico (UCórdoba)
- Nogueira Guastavino, Magda (UAutónoma de Madrid)
- Ojeda Avilés, Antonio (USevilla)
- Olarte Encabo, Sofía (UGranada)
- Palomeque López, Carlos (USalamanca)
- Pardell Vea, Agnes (ULerida)
- Pérez del Río, Teresa (UCádiz)
- Puebla Pinilla (de la), Ana (UAutónoma de Madrid)
- Quesada Segura, Rosa (UMálaga)
- Ramírez Martínez, Juan Manuel (UValencia)
- Rodríguez Escanciano, Susana (ULeón)
- Rojas Rivero, Gloria (ULa Laguna)
- Rojo Torrecilla, Eduardo (UAutónoma de Barcelona)
- Tortuero Plaza, José Luis (UComplutense de Madrid)
- Tudela Cambronero, Gregorio (UAutónoma de Madrid)
- Sanguinetti Raimon, Wilfredo (USalamanca)
- Valdeolivas García, Yolanda (UAutónoma de Madrid)
- Valdés Dal-Re, Fernando (UComplutense de Madrid)
- Valdés de la Vega, Berta (UCastilla-LaMancha)
- Vicente Palacio, Maria Arantzazu (UJaume I de Castellón de la Plana)
- Vida Soria, José (UGranada)


martes, 17 de abril de 2012

YPF y el patriotismo de hojalata

 Os copio a continuación una esclarecedora entrada del blog de Alberto Garzón Espinosa, economista crítico y Diputado de IU en el Congreso, sobre el tema de la nacionalización por parte del Gobierno argentino de YPF.


"La nacionalización de YPF, filial de Repsol, por el Gobierno de Argentina.
El gobierno de Argentina, presidido por Cristina Fernández de Kirchner, ha confirmado los rumores de los últimos días y ha anunciado la nacionalización de la empresa YPF, filial de la multinacional REPSOL. En este post recopilamos la información más relevante que hemos publicado estos días sobre esta cuestión.
En primer lugar conviene hacer algunas aclaraciones acerca de la propia medida, pues de momento las informaciones son imprecisas. Se habla tanto de “expropiación” como de  “nacionalización” y de “compra”, sin precisar mucho más. Las definiciones son importantes y deben acompañar a los conceptos, pero hasta el momento la información disponible nos indica que se trata, efectivamente, de una nacionalización –por lo tanto pagada, pero sin precio asignado hasta el momento- por parte del gobierno argentino. No se trata de una decisión voluntaria por parte de las dos partes, sino de una decisión unilateral que, no obstante, asigna un precio a la entidad por adquirir[1].

En segundo lugar, YPF es una entidad que no es propiedad al cien por cien de la multinacional Repsol. En realidad Repsol controla en torno al 57% de YPF, lo que la convierte en el socio mayoritario y el que tiene poder de control y gestión, pero no es el beneficiario pleno de la actividad de YPF. El resto de la empresa es propiedad de capital privado argentino y de capital flotante (propiedad de capital argentino y extranjero).
En tercer lugar, la historia es importante. YPF fue fundada en 1922 por el Estado argentino y fue de titularidad pública hasta 1992, cuando comenzó el proceso de privatización auspiciado por los organismos internacionales –especialmente el Fondo Monetario Internacional- en el marco de los llamados planes de ajuste. La empresa terminó de privatizarse en 1999 cuando Repsol –otra empresa que fue en otro tiempo pública, en este caso española- se hizo con la mayoría de las acciones de YPF.
Durante la etapa de la “sustitución de importaciones” -a partir años treinta- YPF jugó un rol fundamental en la reestructuración de la economía argentina. La influencia de los autores dependentistas y neomarxistas llevó a Argentina a una estructura económica que la situó entre los países más avanzados del mundo en la época de posguerra, atrayendo a gran parte de los refugiados por la II Guerra Mundial. Su modelo de exportación de materias primas fue progresivamente sustituido por uno en el que la industria jugaba un rol crucial, proporcionando un modelo de crecimiento más sólido que permitió unas condiciones laborales estables y un incipiente sistema de protección social.
Tras la dictadura militar y la crisis estructural de los años setenta y ochenta, el gobierno argentino de Carlos Menem fue el responsable de la privatización, si bien fueron las políticas del Consenso de Washington las que inspiraron dicho proceso. Junto a esa privatización se dieron reformas estructurales que llevaron a la privatización de los planes de pensiones, reformas en el mercado de trabajo que precarizaron las condiciones laborales y otras reformas que llevaron a la gravísima crisis de 2000. Sólo después de que Argentina se rebelara contra el FMI y sus planes de ajuste, incluso acometiendo una quita de la deuda –no pagar parte de la deuda externa-, pudo el país volver a remontar aquella situación.
En cuarto lugar, Repsol no es técnicamente una empresa española, y en absoluto es propiedad de todos los españoles. Más del 50% de la multinacional es propiedad del capital extranjero (el 42% pertenece a fondos de inversión extranjeros –gestionados habitualmente por grandes bancos- y el 9’5% pertenece a la empresa mexicana PEMEX). El resto de la empresa es propiedad del grupo de capital privado español Sacyr (10%), de una entidad financiera española como Caixabank (12’83%) y de más capital privado español.
En quinto lugar, Repsol proporciona beneficios a la economía española que podrían considerarse nimios. Repsol declara en España el 25% de sus beneficios totales por todo el mundo, y en 2010 pagó impuestos aquí por valor de 949 millones de euros a un tipo impositivo efectivo del 26’8%. Ello quiere decir que ni siquiera paga el 30% que corresponde como tipo nominal por tributar en España. Repsol paga otro tipo de impuestos en los países donde opera, como Argentina o Libia, pero también tiene operaciones en paraísos fiscales. Y su operativa financiera muy probablemente no se contabilice en España.
En sexto lugar, el crecimiento y desarrollo de Repsol –que debe mucho a la privatización argentina de YPF- no es igual de beneficioso para todas las partes que conforman la multinacional. Mientras los beneficios contables han crecido un 11’97% entre 1998 y 2007, el salario medio de sus empleados sólo ha crecido un 1’71%. Eso quiere decir que los mayores beneficiados han sido los accionistas privados –fundamentalmente grandes empresas extranjeras y otras españolas- y no sus trabajadores.
En séptimo lugar, Repsol-YPF en tanto que empresa privada sólo persigue maximizar el beneficio en el corto plazo –para sus accionistas, además-, de modo que su estrategia empresarial no tiene por qué alinearse necesariamente con la estrategia de desarrollo de la economía argentina. Esta es precisamente una de las razones que aduce el gobierno argentino, que desea recuperar la empresa para poder usarla como instrumento efectivo de desarrollo.
En definitiva, hablamos de un fenómeno económico que debe analizarse desde un enfoque adecuado. No están enfrentados los intereses de dos naciones distintas, sino los intereses nacionales de Argentina y los intereses económicos de sujetos privados de distintas nacionalidades –y entre ellas, en menor grado, españoles-. Por lo tanto, es una falacia considerar esta medida económica como un ataque a España. Es una compra legal, que en todo caso podría estar minusvalorada –ya veremos-, y que afecta a los intereses de unos sujetos económicos –grandes empresas y bancos- que no comparten beneficios con el resto de la sociedad.
Esta no es la guerra de los trabajadores españoles. En todo caso queda pendiente ver si la gestión de YPF, a partir de ahora en poder del Estado argentino, será beneficiosa para los trabajadores argentinos o si, por el contrario, será YPF un instrumento al servicio de las oligarquías argentinas. No obstante, no es ese el tema que ahora nos ocupa.
Es una vergüenza que el gobierno español salga en defensa de los intereses de las grandes empresas españolas que poseen un capital minoritario de Repsol, en perjuicio de los intereses nacionales de un país soberano como Argentina. Más aún cuando mientras eso ocurre el gobierno está efectuando políticas de recortes que hacen recaer el peso de la crisis sobre la población española más desfavorecida.
Para el gobierno del PP el grado de atención y ayuda prestada depende del tamaño del bolsillo. Lo que debería hacer el PP, en vez de proteger los intereses de los más ricos, es replantearse su política económica y reflexionar acerca de si no es mejor opción de política económica imitar a Argentina y proceder a la recuperación de determinados instrumentos políticos. Instrumentos que deberían ponerse al servicio de los españoles en su conjunto, y no de unos pocos adinerados con capacidad para especular en distintos mercados financieros –entre ellos el de acciones.

[1] La ventaja más obvia que conlleva la nacionalización de una empresa rentable es que más allá del coste de adquisición los beneficios de su actividad pasan a engordar las finanzas públicas. Se trata de una socialización de las ganancias, en oposición con las socializaciones de las pérdidas a las que nos tienen acostumbrados los gobiernos europeos y estadounidenses con respecto a las entidades financieras en tiempos de crisis."

viernes, 13 de abril de 2012

¡Viva la República!


 De nuevo un 14 de abril de compromiso con los valores republicanos, más necesarios que nunca en estos tiempos de agresiones de la derecha neoliberal. La Fundación 14 de abril ha celebrado en Zaragoza la tradicional cena anual de entrega de sus premios, otorgados este año a los tres sindicatos de clase que tanto han contribuido al éxito de la Huelga General del 29-M: CC.OO., UGT y CGT. ¡Enhorabuena a los premiados!


Antes se procedió al acto unitario de homenaje a las víctimas de la represión franquista en el cementerio de Torrero.


martes, 10 de abril de 2012

Hortus conclusus

"Escribir, como vivir, es un acto político, salvo que ambas cosas se tomen como un simple pasatiempo". Este breve, sintético y significativo epígrafe figura al comienzo de la última y deliciosa obra de Francisco Javier Aguirre, Desertores de Dios.


La nueva propuesta de Ediciones Nuevos Rumbos, en su colección Fuera de serie, nos permite adentrarnos en una arriesgada narración que siempre surge de dentro hacia afuera y que, a través de una pequeña ventana de realidad, aparentemente tan cerrada como un convento, ilumina las debilidades y flaquezas de la condición humana.
El humilde protagonista, un fraile lego, sumergido en el seno de una poderosa Congregación en vísperas de la proclamación como beato de uno de los suyos, se convierte involuntariamente en el epicentro de un cruce de luchas intestinas con componentes políticos y religiosos de alcance insospechado. El aliento de la novela no cede a lo largo de toda su extensión, al tiempo que nos exige una lectura atenta y reflexiva.
El mundo cerrado, el hortus conclusus, que representa el convento no significa en este caso alejamiento de los problemas del mundo real, sino más bien su reflejo tamizado por la peripecia de un protagonista que en ocasiones parece un personaje de tragedia griega, abandonado por su suerte a los elementos, pero que al cabo puede acercarnos con toda facilidad a los temas universales de la literatura.
Francisco Javier Aguirre sabe retratar con maestría las implicaciones que tiene para una persona vivir sumergida en el seno de una comunidad absorbente en lo ideológico y negadora de la individualidad, como puede ser la Congregación que describe. Tan solo unas notas de humor permiten descargar de tensión la narrativa, como esas anécdotas impagables acerca de las ridículas rivalidades entre frailes o las primeras experiencias eróticas adolescentes de los postulantes "apostólicos".
En definitiva, una obra mayor, profunda, cargada de reflexión y emoción, cocinada por un escritor de largo aliento y servida con exquisitez por la editorial independiente de los hermanos Pérez Collados.


martes, 3 de abril de 2012

Lise London y la madeja del tiempo

El tiempo, gran escultor, parafraseando a  Marguerite Yourcenar, convierte paulatinamente a los seres vivos en efigies, en estampas de la historia. En los escasos días de vida de este dietario, han desfilado por sus páginas las necrológicas de tantos destacados antifascistas (Teresa Pàmies, Joaquín López Raimundo, Domingo Malagón) que, inexorablemente, dejan de acompañarnos físicamente, pero no se borrarán jamás de nuestra memoria. Eso nos sucece con la muerte el pasado día 31 de marzo de nuestra querida Lise Ricol London.


El azar (y los afanes de Ramón Acín) nos hicieron conocer personalmente a Lise con motivo de su participación en el programa "Invitación a la lectura", que acercaba a los grandes escritores a nuestros centros educativos. Lise presentaba sus memorias del siglo, La madeja del tiempo, dividida en dos volúmenes: Roja primavera (1996) y Memoria de la Resistencia (1997), ambos publicados en Madrid por Ediciones del Oriente y el Mediterráneo.


Cuál no sería nuestra sorpresa cuando comprobamos que los padres de Lise (ella nacida ya en Francia) provenían de los mismos pueblecitos turolenses (Dos Torres de Mercader y Cuevas de Cañart) que habían sido también cuna de mi esposa, Rosa Carmen Espada. ¡Incluso existían lazos familiares lejanos! Esta pequeña anécdota personal nos abrió las puertas de su generoso corazón y nos dió a conocer de primera mano (mejor, de primera voz) la experiencia de la lucha antifascista de todo un siglo.
Por las páginas de su biografía desfilan las fotografías de Lise en Moscú trabajando para la Internacional Comunista y conociendo a su compañero de toda una vida, Artur London. Poco después, como miembros ambos de las Brigadas Internacionales en nuestra Guerra Civil. Tras la derrota en España, luchando por la libertad de Francia, bajo la ocupación nazi, y sufriendo por ello los internamientos en Mauthausen (Artur) y Ravensbrück (Lise). Tras la liberación, la vida en la Checoslovaquia socialista, donde Artur es nombrado Vice-ministro de Asuntos Exteriores, hasta que sufre las purgas estalinistas tan impecablemente relatadas en el famoso libro La confesión, que dio origen a la posterior película de Costa Gavras del mismo título. Tras ser rehabilitado Artur, el definitivo traslado a Francia, desde donde siguieron fieles a su compromiso con los ideales por los que habían jugado tantas veces su vida en el tablero.
En Aragón, Lise nos dejó su presencia en actos públicos como el organizado por la Asociación feminista "Desideria Giménez" o en la fiesta del PCA. Sólo pudimos corresponderle de forma humilde, pero muy orgullosa, promoviendo la concesión por parte del Gobierno de Aragón de una placa de reconocimiento "por su contribución a la defensa de las libertades y la democracia en España y en Europa, en momentos de grave amenaza para las mismas, junto con sus persistente combate contra todo signo de intolerancia, manteniendo siempre el orgullo de sus raíces aragonesas". Simbólicamente, la Orden de concesión de la placa está firmada un 14 de abril de 2003.
Rosa Carmen y yo te recordamos hoy con emoción. ¡Lise Ricol London, vive!