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martes, 13 de mayo de 2014

La voz de la izquierda europea

Como aperitivo al próximo debate televisivo entre los cinco candidatos a la Presidencia de la Comisión Europea, os acompaño la reciente entrevista a Alexis Tsipras, líder de Syriza y del Partido de la Izquierda Europea, publicada en Mundo Obrero.


El dilema al que nos enfrentamos el día de las elecciones es claro: votamos por la izquierda o por la austeridad

Alexis Tsipras puede ser el próximo primer ministro de Grecia. De hecho, si hoy se celebraran elecciones legislativas en su país, las ganaría, según los sondeos. Estuvo a punto de hacerlo hace dos años, en las últimas elecciones. Se quedó a sólo un punto. En la precampaña brilló con tanta fuerza que asustó a la derecha, no sólo a la griega sino a toda la europea. Entonces toda la derecha económica, política y mediática se lanzó contra él. Fue una guerra sucia. Decían que si ganaban saldrían de Europa, del Euro y que sería el caos. Era mentira. Syriza no quería salirse de la Eurozona, sino cambiarla desde dentro, darle la vuelta, democratizarla.

Intentaron mutilar a Syriza pero Syriza se reprodujo por todas partes como el ejemplo de que es posible ganar por la izquierda plantando cara a la Troika y a sus peones conservadores y socialdemócratas. Intentaron acabaron con la imagen de Alexis y le convirtieron en la sonrisa y la esperanza de la Europa que no se resigna a los recortes en libertades, derechos y servicios sociales, educación y salud pública, salarios dignos... su resplandor sobrepasó las fronteras de la península helénica.


Alexis, con 39 años representa hoy la voz de la Izquierda Europea, la única que planta cara a la troika y quiere refundar Europa para devolverle la democracia y poner la economía al servicio de las personas en lugar de los bancos. El primer punto de su agenda es acabar con la austeridad y los memorandums. También la celebración de una Conferencia Europea de la deuda donde plantear el no pago de la deuda ilegítima, la reorganización democrática de las instituciones europeas y acabar con la economía de casino que empobrece precipitadamente a los trabajadores.

Dice que el neoliberalismo no es invencible, que sólo es el resultado de la correlación de fuerzas del momento, y que cuando la correlación de fuerzas cambie, la economía política cambiará. Para ello pide el voto a la Izquierda Europea, en un momento crucial para poder cambiar de política y no sucumbir en el abismo al que conduce la austeridad.


Mundo Obrero: El pasado mes de diciembre, el Partido de la Izquierda Europea, en su congreso, y tras un profundo debate, decidió presentar un candidato a la Presidencia de la Comisión Europea. El 84% de los delegados le dió la responsabilidad de hacerlo con el objetivo de otorgar una voz fuerte en Europa a la alternativa para acabar con las políticas de austeridad. ¿Cómo valora el trabajo realizado en este sentido durante los últimos meses?
Alexis Tsipras:
No he centrado mi pre-campaña electoral en los estudios de televisión. Tampoco sermoneo a la gente a puerta cerrada. Durante estos últimos cinco meses he tenido la oportunidad de hablar con los hombres y mujeres de la calle de múltiples ciudades pequeñas y grandes de Europa y estoy seguro de que el mensaje de esperanza y de cambio de la izquierda europea ha llegado. También estoy seguro que la gente ya sabe que hay una alternativa creíble a la Europa neoliberal de Angela Merkel. Ahora saben que la izquierda europea presenta políticas alternativas realistas para satisfacer las necesidades de la Europa del siglo XXI. Todos ellos tienen clara conciencia de que el 25 de mayo vamos a votar por nuestras vidas.

M.O.: Estamos en una encrucijada crítica para decidir cuál será el futuro para la gente en Europa, en qué condiciones sobreviviremos después de la crisis y cómo será la política social, económica y ambiental para los próximos 5 años. En este contexto, ¿qué mensaje tienes para los 400 millones de europeos que tienen derecho a votar el 25 de mayo?
A.T.:
Todos deben participar en las elecciones de mayo. No deberían dejar que los demás voten por ellos. En particular, todas las personas que quieren terminar con la austeridad ahora deben ir y votar claramente contra la austeridad. Y la forma de hacerlo es votar a la Izquierda Europea. Estas elecciones son únicas. Son un referéndum sobre nuestras vidas. Por primera vez los resultados son cruciales para Europa, para nuestros países y para todos y cada uno de nosotros. Nuestro voto afectará al porvenir no sólo de cada uno de nuestros países por separado, sino a todo el continente. Esta vez podemos conseguirlo. Y es urgente hacerlo. Es urgente hacer retroceder el neoliberalismo y la Europa alemana. Hacer que la política de la señora Merkel sea minoritaria en Europa. Aislarla políticamente. Derrotarla. Acabar con la austeridad para recuperar la democracia. Recuperar Europa.

Europa está en una coyuntura histórica. O continuamos con la austeridad, el desempleo y la pobreza por muchos años, con menos democracia, o cambiamos el rumbo fomentando el crecimiento, la justicia y el trabajo decente. Con más democracia. Por eso el dilema al que nos enfrentamos el día de las elecciones en toda Europa es claro: con la izquierda o con la austeridad. Con la izquierda o con Merkel. En las elecciones de este mes de mayo, o aquellos que son responsables de la crisis son derrotados y el marco institucional de la austeridad es definitivamente anulado, o serán capaces de continuar, como si nada hubiera pasado en Europa en los cuatro últimos años; continuarán con mentiras y evasiones, matando tanto a los pueblos como al futuro de Europa.


Para quienes rechazan la austeridad y quieren un futuro mejor, para quienes quieren esperanza para sí y para sus familias, quienes desean trabajos y prosperidad, la Izquierda Europea marca el futuro.


M.O.: Si el principal objetivo del Partido de la Izquierda Europea es refundar Europa, ¿por dónde empezar y cuáles son las claves del cambio?
A.T.:
Para poder cambiar Europa, lo primero que tenemos que cambiar es el balance de fuerzas políticas en Europa. Depende de los ciudadanos europeos hacerlo o no con su voto en los próximos días. Europa debería girar a la izquierda, con un voto fuerte a la Izquierda Europea. Deberíamos hacer de 2014 el año del cambio. Entonces habrá dos claves para lograr ese cambio: la primera, el fin inmediato de la austeridad y los memorandos; y la segunda, la gradual reorganización democrática de las instituciones europeas, asegurando la participación ciudadana en las decisiones que les conciernen, con el fin de abordar el llamado "déficit democrático".

M.O.: Dice que la austeridad no funciona, pero sí que funcionó muy bien para la llamada "economía de casino" que, según ha declarado en otras ocasiones, aprovechó las crisis para enriquecerse aún más sacando beneficio de la reducción de los costes laborales y la privatización y venta de los recursos públicos. ¿Cómo vas a luchar contra los poderosos mercados financieros que gobiernan el mundo sin pasar por las urnas?
A.T.:
El poder de los mercados financieros es derivado y es político, en el sentido de que es el establishment político europeo quien les ha permitido ese poder. En el contexto de "laissez-faire" el neoliberalismo retiró todas las formas de control directo e indirecto de su funcionamiento y permite que el sistema bancario se alimente con productos financieros de liquidez. Los conservadores, los liberales y los socialdemócratas, decidieron que la democracia responda a los mercados y no al revés. Es una opción política neoliberal. El capitalismo de casino se puede contener a nivel europeo. Pero para lograrlo, primero debemos invertir el equilibrio de fuerzas políticas en Europa a favor de la Izquierda Europea.

Eso nos permitiría plantear nuestras propuestas políticas. Por ejemplo, una "Ley Glass-Steagall Europea", que es central en nuestro programa. Contendría por sí misma el capitalismo del casino en Europa, ya que se separarían las actividades bancarias comerciales de las inversoras, prevendría una combinación tan peligrosa de riesgos en una entidad incontrolada y reduciría el compromiso de los bancos comerciales en valores y otras actividades del producto financiero.


M.O.: Cuál es vuestro proyecto para crear empleo para los 27 millones de europeos que buscan trabajo, especialmente los jóvenes, con índices de desempleo que alcanzan el 60% en Grecia y en España?
A.T.:
El primer paso imprescindible e inmediato sería acabar con la austeridad e introducir una política orientada a la demanda interna, centrada en el incremento de los salarios, y por tanto en la capacidad de consumo de las clases bajas y medias. Un paso paralelo sería el llamado “New Deal Europeo”. Es un plan europeo de, inicialmente, inversión pública en las áreas de educación, investigación e innovación, nuevas tecnologías e infraestructura con una fuerte y marcada financiación europea. Daremos prioridad a la reactivación coordinada de las economías europeas para que Europa deje de girar alrededor de la trampa de la recesión, estancamiento y crecimiento anémico, y crear altos niveles de empleo.

M.O.: El Partido de la Izquierda Europea ha pedido la celebración de una Convención Europea sobre la deuda y la inversión pública con el fin de resolver el problema de la deudas de los países con más dificultades, igual que se hizo con Alemania en 1953, como un primer paso hacia la recuperación económica. ¿Cuáles son las propuestas?
A.T.:
Nuestro plan político para gestionar eficazmente el sobreendeudamiento de la Zona Euro, de manera creíble y definitiva se basa en tres pilares: el primero, acabar con la austeridad. Porque la austeridad alimenta la proporción de deuda en relación al PIB. Por lo tanto, necesitamos un cambio en la política para lograr un crecimiento equilibrado y viable. Pero el crecimiento no aparecerá en cuanto termine la austeridad. Por lo tanto, el segundo pilar es el “New Deal europeo" que he mencionado antes. Y, en paralelo, el tercer pilar es la "Conferencia Europea de la deuda" para lidiar con el volumen de deuda per se.
Eso podría implicar una variedad de posibles soluciones específicas para cada país, incluyendo la amortización de una parte significativa del valor nominal, con una "cláusula de crecimiento" para el reembolso de la parte restante, monetización parcial de la deuda por el Banco Central Europeo, la moratoria en el pago de la deuda, etc.

M.O.: También insistís en la necesidad de construir las alianzas sociales y políticas más amplias posible. ¿Cómo va este proceso?
A.T.:
Cambiar Europa es una tarea de proporciones históricas que requiere la participación más amplia posible de las fuerzas sociales y políticas. Esto no ocurrirá de la noche a la mañana. Este es un proceso que requiere cambios económicos y políticos inmediatos y reformas paso a paso para desmantelar la estructura neoliberal de gobernanza económica de la eurozona que la Sra. Merkel y sus aliados políticos han ido acumulando durante los años de la crisis. Por ejemplo, la necesaria cancelación del denominado pacto fiscal europeo, que al haber sido ratificado ya sea por referéndum o mediante un procedimiento parlamentario, no puede cambiarse de un día para otro.
No es ninguna coincidencia que Grecia, que desde el mayo de 2010 ha sido un conejillo de indias para las prescripciones de la política neoliberal de la Unión Europea y en consecuencia, una ficha de dominó negativa en el sur europeo, se podría convertir ahora, con un gobierno SYRIZA, en una ficha inversa, positiva, que recorra Europa, la fuente del final de la austeridad y el inicio del cambio democrático. Por eso es por lo que el voto a la Izquierda Europea es el voto al futuro democrático de Europa. Y para lograrlo tenemos que cambiar el poder político en Europa. El neoliberalismo no es invencible. Es sólo el producto de una opción política que corresponde al balance de fuerzas en un momento concreto de la historia de Europa. Debe su longevidad, como el paradigma económico actual, principalmente a los socialdemócratas, que, a mediados de los años 1990, adoptaron la estrategia política de aceptar completamente sus principios y objetivos políticos.

M.O.: Una decisión de gran trascendencia que se tomará durante la próxima legislatura Europea es la aprobación o no del acuerdo de comercio e inversión transatlántico, entre
Estados Unidos y la Unión Europea que determinará profundamente nuestras vidas, la economía y la propia democracia. El PIE tiene una posición muy fuerte contra el Tratado. ¿Cuáles son los puntos más peligrosos de este acuerdo?
A.T.:
La Izquierda Europea nunca aceptará un acuerdo comercial que se suma a la carrera a la baja en lo social, laboral, seguridad y salud y las normas medioambientales, que está generalmente implícita en los acuerdos comerciales, una carrera hacia la reducción de la democracia. Nunca aceptaremos un acuerdo comercial que permite a las empresas privadas promulgar procedimientos legales contra los gobiernos nacionales en el caso de un cambio en la economía o la política de inversión que consideren perjudiciales para sus intereses. Esto no tiene precedente y es absolutamente intolerable.

M.O.: En una conferencia de prensa, dijo que el día anterior prefirió ver el partido de fútbol entre el Real Madrid y el Barcelona en lugar del debate televisado entre Schulz y Juncker, porque al menos los futbolistas tenían un verdadero juego en el campo. ¿Cómo definiría a los dos candidatos a la presidencia de la Comisión Europea de la socialdemocracia y la derecha, Schulz y Juncker?
A.T.:
Mis comentarios sólo son políticos. En mi opinión, el Sr. Juncker y Sr. Schultz son políticamente complementarios. A pesar de sus diferencias, son parte del mismo consenso neoliberal. Por eso consumen el período preelectoral con generalidades y deseos, ocultando su verdadero programa común de austeridad.

Entrevista realizada por Gema Delgado.

“El dilema al que nos enfrentamos el día de las elecciones es claro: votamos por la izquierda o por la austeridad” “El neoliberalismo no es invencible. Es sólo el producto de una opción política que corresponde al balance de fuerzas en un momento concreto de la historia de Europa”.

Gema Delgado – Publicado en el Nº 272 de la edición impresa de Mundo Obrero mayo 2014
syriza445Alexis Tsipras puede ser el próximo primer ministro de Grecia. De hecho, si hoy se celebraran elecciones legislativas en su país, las ganaría, según los sondeos. Estuvo a punto de hacerlo hace dos años, en las últimas elecciones. Se quedó a sólo un punto. En la precampaña brilló con tanta fuerza que asustó a la derecha, no sólo a la griega sino a toda la europea. Entonces toda la derecha económica, política y mediática se lanzó contra él. Fue una guerra sucia. Decían que si ganaban saldrían de Europa, del Euro y que sería el caos. Era mentira. Syriza no quería salirse de la Eurozona, sino cambiarla desde dentro, darle la vuelta, democratizarla.Intentaron mutilar a Syriza pero Syriza se reprodujo por todas partes como el ejemplo de que es posible ganar por la izquierda plantando cara a la Troika y a sus peones conservadores y socialdemócratas. Intentaron acabaron con la imagen de Alexis y le convirtieron en la sonrisa y la esperanza de la Europa que no se resigna a los recortes en libertades, derechos y servicios sociales, educación y salud pública, salarios dignos… su resplandor sobrepasó las fronteras de la península helénica.
Alexis, con 39 años representa hoy la voz de la Izquierda Europea, la única que planta cara a la troika y quiere refundar Europa para devolverle la democracia y poner la economía al servicio de las personas en lugar de los bancos. El primer punto de su agenda es acabar con la austeridad y los memorandums. También la celebración de una Conferencia Europea de la deuda donde plantear el no pago de la deuda ilegítima, la reorganización democrática de las instituciones europeas y acabar con la economía de casino que empobrece precipitadamente a los trabajadores.Dice que el neoliberalismo no es invencible, que sólo es el resultado de la correlación de fuerzas del momento, y que cuando la correlación de fuerzas cambie, la economía política cambiará. Para ello pide el voto a la Izquierda Europea, en un momento crucial para poder cambiar de política y no sucumbir en el abismo al que conduce la austeridad.
PageLines- atsipras_1024x368.jpgMundo Obrero: El pasado mes de diciembre, el Partido de la Izquierda Europea, en su congreso, y tras un profundo debate, decidió presentar un candidato a la Presidencia de la Comisión Europea. El 84% de los delegados le dió la responsabilidad de hacerlo con el objetivo de otorgar una voz fuerte en Europa a la alternativa para acabar con las políticas de austeridad. ¿Cómo valora el trabajo realizado en este sentido durante los últimos meses?
Alexis Tsipras:
No he centrado mi pre-campaña electoral en los estudios de televisión. Tampoco sermoneo a la gente a puerta cerrada. Durante estos últimos cinco meses he tenido la oportunidad de hablar con los hombres y mujeres de la calle de múltiples ciudades pequeñas y grandes de Europa y estoy seguro de que el mensaje de esperanza y de cambio de la izquierda europea ha llegado. También estoy seguro que la gente ya sabe que hay una alternativa creíble a la Europa neoliberal de Angela Merkel. Ahora saben que la izquierda europea presenta políticas alternativas realistas para satisfacer las necesidades de la Europa del siglo XXI. Todos ellos tienen clara conciencia de que el 25 de mayo vamos a votar por nuestras vidas.
M.O.: Estamos en una encrucijada crítica para decidir cuál será el futuro para la gente en Europa, en qué condiciones sobreviviremos después de la crisis y cómo será la política social, económica y ambiental para los próximos 5 años. En este contexto, ¿qué mensaje tienes para los 400 millones de europeos que tienen derecho a votar el 25 de mayo?
A.T.:
Todos deben participar en las elecciones de mayo. No deberían dejar que los demás voten por ellos. En particular, todas las personas que quieren terminar con la austeridad ahora deben ir y votar claramente contra la austeridad. Y la forma de hacerlo es votar a la Izquierda Europea. Estas elecciones son únicas. Son un referéndum sobre nuestras vidas. Por primera vez los resultados son cruciales para Europa, para nuestros países y para todos y cada uno de nosotros. Nuestro voto afectará al porvenir no sólo de cada uno de nuestros países por separado, sino a todo el continente. Esta vez podemos conseguirlo. Y es urgente hacerlo. Es urgente hacer retroceder el neoliberalismo y la Europa alemana. Hacer que la política de la señora Merkel sea minoritaria en Europa. Aislarla políticamente. Derrotarla. Acabar con la austeridad para recuperar la democracia. Recuperar Europa.
Europa está en una coyuntura histórica. O continuamos con la austeridad, el desempleo y la pobreza por muchos años, con menos democracia, o cambiamos el rumbo fomentando el crecimiento, la justicia y el trabajo decente. Con más democracia. Por eso el dilema al que nos enfrentamos el día de las elecciones en toda Europa es claro: con la izquierda o con la austeridad. Con la izquierda o con Merkel. En las elecciones de este mes de mayo, o aquellos que son responsables de la crisis son derrotados y el marco institucional de la austeridad es definitivamente anulado, o serán capaces de continuar, como si nada hubiera pasado en Europa en los cuatro últimos años; continuarán con mentiras y evasiones, matando tanto a los pueblos como al futuro de Europa.Para quienes rechazan la austeridad y quieren un futuro mejor, para quienes quieren esperanza para sí y para sus familias, quienes desean trabajos y prosperidad, la Izquierda Europea marca el futuro.
alexistsipras300x185M.O.: Si el principal objetivo del Partido de la Izquierda Europea es refundar Europa, ¿por dónde empezar y cuáles son las claves del cambio?
A.T.:
Para poder cambiar Europa, lo primero que tenemos que cambiar es el balance de fuerzas políticas en Europa. Depende de los ciudadanos europeos hacerlo o no con su voto en los próximos días. Europa debería girar a la izquierda, con un voto fuerte a la Izquierda Europea. Deberíamos hacer de 2014 el año del cambio. Entonces habrá dos claves para lograr ese cambio: la primera, el fin inmediato de la austeridad y los memorandos; y la segunda, la gradual reorganización democrática de las instituciones europeas, asegurando la participación ciudadana en las decisiones que les conciernen, con el fin de abordar el llamado “déficit democrático”.
M.O.: Dice que la austeridad no funciona, pero sí que funcionó muy bien para la llamada “economía de casino” que, según ha declarado en otras ocasiones, aprovechó las crisis para enriquecerse aún más sacando beneficio de la reducción de los costes laborales y la privatización y venta de los recursos públicos. ¿Cómo vas a luchar contra los poderosos mercados financieros que gobiernan el mundo sin pasar por las urnas?
A.T.:
El poder de los mercados financieros es derivado y es político, en el sentido de que es el establishment político europeo quien les ha permitido ese poder. En el contexto de “laissez-faire” el neoliberalismo retiró todas las formas de control directo e indirecto de su funcionamiento y permite que el sistema bancario se alimente con productos financieros de liquidez. Los conservadores, los liberales y los socialdemócratas, decidieron que la democracia responda a los mercados y no al revés. Es una opción política neoliberal. El capitalismo de casino se puede contener a nivel europeo. Pero para lograrlo, primero debemos invertir el equilibrio de fuerzas políticas en Europa a favor de la Izquierda Europea.
Eso nos permitiría plantear nuestras propuestas políticas. Por ejemplo, una “Ley Glass-Steagall Europea”, que es central en nuestro programa. Contendría por sí misma el capitalismo del casino en Europa, ya que se separarían las actividades bancarias comerciales de las inversoras, prevendría una combinación tan peligrosa de riesgos en una entidad incontrolada y reduciría el compromiso de los bancos comerciales en valores y otras actividades del producto financiero.
M.O.: Cuál es vuestro proyecto para crear empleo para los 27 millones de europeos que buscan trabajo, especialmente los jóvenes, con índices de desempleo que alcanzan el 60% en Grecia y en España?
A.T.:
El primer paso imprescindible e inmediato sería acabar con la austeridad e introducir una política orientada a la demanda interna, centrada en el incremento de los salarios, y por tanto en la capacidad de consumo de las clases bajas y medias. Un paso paralelo sería el llamado “New Deal Europeo”. Es un plan europeo de, inicialmente, inversión pública en las áreas de educación, investigación e innovación, nuevas tecnologías e infraestructura con una fuerte y marcada financiación europea. Daremos prioridad a la reactivación coordinada de las economías europeas para que Europa deje de girar alrededor de la trampa de la recesión, estancamiento y crecimiento anémico, y crear altos niveles de empleo.
pie_300x185M.O.: El Partido de la Izquierda Europea ha pedido la celebración de una Convención Europea sobre la deuda y la inversión pública con el fin de resolver el problema de la deudas de los países con más dificultades, igual que se hizo con Alemania en 1953, como un primer paso hacia la recuperación económica. ¿Cuáles son las propuestas?
A.T.:
Nuestro plan político para gestionar eficazmente el sobreendeudamiento de la Zona Euro, de manera creíble y definitiva se basa en tres pilares: el primero, acabar con la austeridad. Porque la austeridad alimenta la proporción de deuda en relación al PIB. Por lo tanto, necesitamos un cambio en la política para lograr un crecimiento equilibrado y viable. Pero el crecimiento no aparecerá en cuanto termine la austeridad. Por lo tanto, el segundo pilar es el “New Deal europeo” que he mencionado antes. Y, en paralelo, el tercer pilar es la “Conferencia Europea de la deuda” para lidiar con el volumen de deuda per se.
Eso podría implicar una variedad de posibles soluciones específicas para cada país, incluyendo la amortización de una parte significativa del valor nominal, con una “cláusula de crecimiento” para el reembolso de la parte restante, monetización parcial de la deuda por el Banco Central Europeo, la moratoria en el pago de la deuda, etc.
M.O.: También insistís en la necesidad de construir las alianzas sociales y políticas más amplias posible. ¿Cómo va este proceso?
A.T.:
Cambiar Europa es una tarea de proporciones históricas que requiere la participación más amplia posible de las fuerzas sociales y políticas. Esto no ocurrirá de la noche a la mañana. Este es un proceso que requiere cambios económicos y políticos inmediatos y reformas paso a paso para desmantelar la estructura neoliberal de gobernanza económica de la eurozona que la Sra. Merkel y sus aliados políticos han ido acumulando durante los años de la crisis. Por ejemplo, la necesaria cancelación del denominado pacto fiscal europeo, que al haber sido ratificado ya sea por referéndum o mediante un procedimiento parlamentario, no puede cambiarse de un día para otro.
No es ninguna coincidencia que Grecia, que desde el mayo de 2010 ha sido un conejillo de indias para las prescripciones de la política neoliberal de la Unión Europea y en consecuencia, una ficha de dominó negativa en el sur europeo, se podría convertir ahora, con un gobierno SYRIZA, en una ficha inversa, positiva, que recorra Europa, la fuente del final de la austeridad y el inicio del cambio democrático. Por eso es por lo que el voto a la Izquierda Europea es el voto al futuro democrático de Europa. Y para lograrlo tenemos que cambiar el poder político en Europa. El neoliberalismo no es invencible. Es sólo el producto de una opción política que corresponde al balance de fuerzas en un momento concreto de la historia de Europa. Debe su longevidad, como el paradigma económico actual, principalmente a los socialdemócratas, que, a mediados de los años 1990, adoptaron la estrategia política de aceptar completamente sus principios y objetivos políticos.
M.O.: Una decisión de gran trascendencia que se tomará durante la próxima legislatura Europea es la aprobación o no del acuerdo de comercio e inversión transatlántico, entre
Estados Unidos y la Unión Europea que determinará profundamente nuestras vidas, la economía y la propia democracia. El PIE tiene una posición muy fuerte contra el Tratado. ¿Cuáles son los puntos más peligrosos de este acuerdo?
A.T.:
La Izquierda Europea nunca aceptará un acuerdo comercial que se suma a la carrera a la baja en lo social, laboral, seguridad y salud y las normas medioambientales, que está generalmente implícita en los acuerdos comerciales, una carrera hacia la reducción de la democracia. Nunca aceptaremos un acuerdo comercial que permite a las empresas privadas promulgar procedimientos legales contra los gobiernos nacionales en el caso de un cambio en la economía o la política de inversión que consideren perjudiciales para sus intereses. Esto no tiene precedente y es absolutamente intolerable.
M.O.: En una conferencia de prensa, dijo que el día anterior prefirió ver el partido de fútbol entre el Real Madrid y el Barcelona en lugar del debate televisado entre Schulz y Juncker, porque al menos los futbolistas tenían un verdadero juego en el campo. ¿Cómo definiría a los dos candidatos a la presidencia de la Comisión Europea de la socialdemocracia y la derecha, Schulz y Juncker?
A.T.:
Mis comentarios sólo son políticos. En mi opinión, el Sr. Juncker y Sr. Schultz son políticamente complementarios. A pesar de sus diferencias, son parte del mismo consenso neoliberal. Por eso consumen el período preelectoral con generalidades y deseos, ocultando su verdadero programa común de austeridad.
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“El dilema al que nos enfrentamos el día de las elecciones es claro: votamos por la izquierda o por la austeridad” “El neoliberalismo no es invencible. Es sólo el producto de una opción política que corresponde al balance de fuerzas en un momento concreto de la historia de Europa”.

Gema Delgado – Publicado en el Nº 272 de la edición impresa de Mundo Obrero mayo 2014
syriza445Alexis Tsipras puede ser el próximo primer ministro de Grecia. De hecho, si hoy se celebraran elecciones legislativas en su país, las ganaría, según los sondeos. Estuvo a punto de hacerlo hace dos años, en las últimas elecciones. Se quedó a sólo un punto. En la precampaña brilló con tanta fuerza que asustó a la derecha, no sólo a la griega sino a toda la europea. Entonces toda la derecha económica, política y mediática se lanzó contra él. Fue una guerra sucia. Decían que si ganaban saldrían de Europa, del Euro y que sería el caos. Era mentira. Syriza no quería salirse de la Eurozona, sino cambiarla desde dentro, darle la vuelta, democratizarla.Intentaron mutilar a Syriza pero Syriza se reprodujo por todas partes como el ejemplo de que es posible ganar por la izquierda plantando cara a la Troika y a sus peones conservadores y socialdemócratas. Intentaron acabaron con la imagen de Alexis y le convirtieron en la sonrisa y la esperanza de la Europa que no se resigna a los recortes en libertades, derechos y servicios sociales, educación y salud pública, salarios dignos… su resplandor sobrepasó las fronteras de la península helénica.
Alexis, con 39 años representa hoy la voz de la Izquierda Europea, la única que planta cara a la troika y quiere refundar Europa para devolverle la democracia y poner la economía al servicio de las personas en lugar de los bancos. El primer punto de su agenda es acabar con la austeridad y los memorandums. También la celebración de una Conferencia Europea de la deuda donde plantear el no pago de la deuda ilegítima, la reorganización democrática de las instituciones europeas y acabar con la economía de casino que empobrece precipitadamente a los trabajadores.Dice que el neoliberalismo no es invencible, que sólo es el resultado de la correlación de fuerzas del momento, y que cuando la correlación de fuerzas cambie, la economía política cambiará. Para ello pide el voto a la Izquierda Europea, en un momento crucial para poder cambiar de política y no sucumbir en el abismo al que conduce la austeridad.
PageLines- atsipras_1024x368.jpgMundo Obrero: El pasado mes de diciembre, el Partido de la Izquierda Europea, en su congreso, y tras un profundo debate, decidió presentar un candidato a la Presidencia de la Comisión Europea. El 84% de los delegados le dió la responsabilidad de hacerlo con el objetivo de otorgar una voz fuerte en Europa a la alternativa para acabar con las políticas de austeridad. ¿Cómo valora el trabajo realizado en este sentido durante los últimos meses?
Alexis Tsipras:
No he centrado mi pre-campaña electoral en los estudios de televisión. Tampoco sermoneo a la gente a puerta cerrada. Durante estos últimos cinco meses he tenido la oportunidad de hablar con los hombres y mujeres de la calle de múltiples ciudades pequeñas y grandes de Europa y estoy seguro de que el mensaje de esperanza y de cambio de la izquierda europea ha llegado. También estoy seguro que la gente ya sabe que hay una alternativa creíble a la Europa neoliberal de Angela Merkel. Ahora saben que la izquierda europea presenta políticas alternativas realistas para satisfacer las necesidades de la Europa del siglo XXI. Todos ellos tienen clara conciencia de que el 25 de mayo vamos a votar por nuestras vidas.
M.O.: Estamos en una encrucijada crítica para decidir cuál será el futuro para la gente en Europa, en qué condiciones sobreviviremos después de la crisis y cómo será la política social, económica y ambiental para los próximos 5 años. En este contexto, ¿qué mensaje tienes para los 400 millones de europeos que tienen derecho a votar el 25 de mayo?
A.T.:
Todos deben participar en las elecciones de mayo. No deberían dejar que los demás voten por ellos. En particular, todas las personas que quieren terminar con la austeridad ahora deben ir y votar claramente contra la austeridad. Y la forma de hacerlo es votar a la Izquierda Europea. Estas elecciones son únicas. Son un referéndum sobre nuestras vidas. Por primera vez los resultados son cruciales para Europa, para nuestros países y para todos y cada uno de nosotros. Nuestro voto afectará al porvenir no sólo de cada uno de nuestros países por separado, sino a todo el continente. Esta vez podemos conseguirlo. Y es urgente hacerlo. Es urgente hacer retroceder el neoliberalismo y la Europa alemana. Hacer que la política de la señora Merkel sea minoritaria en Europa. Aislarla políticamente. Derrotarla. Acabar con la austeridad para recuperar la democracia. Recuperar Europa.
Europa está en una coyuntura histórica. O continuamos con la austeridad, el desempleo y la pobreza por muchos años, con menos democracia, o cambiamos el rumbo fomentando el crecimiento, la justicia y el trabajo decente. Con más democracia. Por eso el dilema al que nos enfrentamos el día de las elecciones en toda Europa es claro: con la izquierda o con la austeridad. Con la izquierda o con Merkel. En las elecciones de este mes de mayo, o aquellos que son responsables de la crisis son derrotados y el marco institucional de la austeridad es definitivamente anulado, o serán capaces de continuar, como si nada hubiera pasado en Europa en los cuatro últimos años; continuarán con mentiras y evasiones, matando tanto a los pueblos como al futuro de Europa.Para quienes rechazan la austeridad y quieren un futuro mejor, para quienes quieren esperanza para sí y para sus familias, quienes desean trabajos y prosperidad, la Izquierda Europea marca el futuro.
alexistsipras300x185M.O.: Si el principal objetivo del Partido de la Izquierda Europea es refundar Europa, ¿por dónde empezar y cuáles son las claves del cambio?
A.T.:
Para poder cambiar Europa, lo primero que tenemos que cambiar es el balance de fuerzas políticas en Europa. Depende de los ciudadanos europeos hacerlo o no con su voto en los próximos días. Europa debería girar a la izquierda, con un voto fuerte a la Izquierda Europea. Deberíamos hacer de 2014 el año del cambio. Entonces habrá dos claves para lograr ese cambio: la primera, el fin inmediato de la austeridad y los memorandos; y la segunda, la gradual reorganización democrática de las instituciones europeas, asegurando la participación ciudadana en las decisiones que les conciernen, con el fin de abordar el llamado “déficit democrático”.
M.O.: Dice que la austeridad no funciona, pero sí que funcionó muy bien para la llamada “economía de casino” que, según ha declarado en otras ocasiones, aprovechó las crisis para enriquecerse aún más sacando beneficio de la reducción de los costes laborales y la privatización y venta de los recursos públicos. ¿Cómo vas a luchar contra los poderosos mercados financieros que gobiernan el mundo sin pasar por las urnas?
A.T.:
El poder de los mercados financieros es derivado y es político, en el sentido de que es el establishment político europeo quien les ha permitido ese poder. En el contexto de “laissez-faire” el neoliberalismo retiró todas las formas de control directo e indirecto de su funcionamiento y permite que el sistema bancario se alimente con productos financieros de liquidez. Los conservadores, los liberales y los socialdemócratas, decidieron que la democracia responda a los mercados y no al revés. Es una opción política neoliberal. El capitalismo de casino se puede contener a nivel europeo. Pero para lograrlo, primero debemos invertir el equilibrio de fuerzas políticas en Europa a favor de la Izquierda Europea.
Eso nos permitiría plantear nuestras propuestas políticas. Por ejemplo, una “Ley Glass-Steagall Europea”, que es central en nuestro programa. Contendría por sí misma el capitalismo del casino en Europa, ya que se separarían las actividades bancarias comerciales de las inversoras, prevendría una combinación tan peligrosa de riesgos en una entidad incontrolada y reduciría el compromiso de los bancos comerciales en valores y otras actividades del producto financiero.
M.O.: Cuál es vuestro proyecto para crear empleo para los 27 millones de europeos que buscan trabajo, especialmente los jóvenes, con índices de desempleo que alcanzan el 60% en Grecia y en España?
A.T.:
El primer paso imprescindible e inmediato sería acabar con la austeridad e introducir una política orientada a la demanda interna, centrada en el incremento de los salarios, y por tanto en la capacidad de consumo de las clases bajas y medias. Un paso paralelo sería el llamado “New Deal Europeo”. Es un plan europeo de, inicialmente, inversión pública en las áreas de educación, investigación e innovación, nuevas tecnologías e infraestructura con una fuerte y marcada financiación europea. Daremos prioridad a la reactivación coordinada de las economías europeas para que Europa deje de girar alrededor de la trampa de la recesión, estancamiento y crecimiento anémico, y crear altos niveles de empleo.
pie_300x185M.O.: El Partido de la Izquierda Europea ha pedido la celebración de una Convención Europea sobre la deuda y la inversión pública con el fin de resolver el problema de la deudas de los países con más dificultades, igual que se hizo con Alemania en 1953, como un primer paso hacia la recuperación económica. ¿Cuáles son las propuestas?
A.T.:
Nuestro plan político para gestionar eficazmente el sobreendeudamiento de la Zona Euro, de manera creíble y definitiva se basa en tres pilares: el primero, acabar con la austeridad. Porque la austeridad alimenta la proporción de deuda en relación al PIB. Por lo tanto, necesitamos un cambio en la política para lograr un crecimiento equilibrado y viable. Pero el crecimiento no aparecerá en cuanto termine la austeridad. Por lo tanto, el segundo pilar es el “New Deal europeo” que he mencionado antes. Y, en paralelo, el tercer pilar es la “Conferencia Europea de la deuda” para lidiar con el volumen de deuda per se.
Eso podría implicar una variedad de posibles soluciones específicas para cada país, incluyendo la amortización de una parte significativa del valor nominal, con una “cláusula de crecimiento” para el reembolso de la parte restante, monetización parcial de la deuda por el Banco Central Europeo, la moratoria en el pago de la deuda, etc.
M.O.: También insistís en la necesidad de construir las alianzas sociales y políticas más amplias posible. ¿Cómo va este proceso?
A.T.:
Cambiar Europa es una tarea de proporciones históricas que requiere la participación más amplia posible de las fuerzas sociales y políticas. Esto no ocurrirá de la noche a la mañana. Este es un proceso que requiere cambios económicos y políticos inmediatos y reformas paso a paso para desmantelar la estructura neoliberal de gobernanza económica de la eurozona que la Sra. Merkel y sus aliados políticos han ido acumulando durante los años de la crisis. Por ejemplo, la necesaria cancelación del denominado pacto fiscal europeo, que al haber sido ratificado ya sea por referéndum o mediante un procedimiento parlamentario, no puede cambiarse de un día para otro.
No es ninguna coincidencia que Grecia, que desde el mayo de 2010 ha sido un conejillo de indias para las prescripciones de la política neoliberal de la Unión Europea y en consecuencia, una ficha de dominó negativa en el sur europeo, se podría convertir ahora, con un gobierno SYRIZA, en una ficha inversa, positiva, que recorra Europa, la fuente del final de la austeridad y el inicio del cambio democrático. Por eso es por lo que el voto a la Izquierda Europea es el voto al futuro democrático de Europa. Y para lograrlo tenemos que cambiar el poder político en Europa. El neoliberalismo no es invencible. Es sólo el producto de una opción política que corresponde al balance de fuerzas en un momento concreto de la historia de Europa. Debe su longevidad, como el paradigma económico actual, principalmente a los socialdemócratas, que, a mediados de los años 1990, adoptaron la estrategia política de aceptar completamente sus principios y objetivos políticos.
M.O.: Una decisión de gran trascendencia que se tomará durante la próxima legislatura Europea es la aprobación o no del acuerdo de comercio e inversión transatlántico, entre
Estados Unidos y la Unión Europea que determinará profundamente nuestras vidas, la economía y la propia democracia. El PIE tiene una posición muy fuerte contra el Tratado. ¿Cuáles son los puntos más peligrosos de este acuerdo?
A.T.:
La Izquierda Europea nunca aceptará un acuerdo comercial que se suma a la carrera a la baja en lo social, laboral, seguridad y salud y las normas medioambientales, que está generalmente implícita en los acuerdos comerciales, una carrera hacia la reducción de la democracia. Nunca aceptaremos un acuerdo comercial que permite a las empresas privadas promulgar procedimientos legales contra los gobiernos nacionales en el caso de un cambio en la economía o la política de inversión que consideren perjudiciales para sus intereses. Esto no tiene precedente y es absolutamente intolerable.
M.O.: En una conferencia de prensa, dijo que el día anterior prefirió ver el partido de fútbol entre el Real Madrid y el Barcelona en lugar del debate televisado entre Schulz y Juncker, porque al menos los futbolistas tenían un verdadero juego en el campo. ¿Cómo definiría a los dos candidatos a la presidencia de la Comisión Europea de la socialdemocracia y la derecha, Schulz y Juncker?
A.T.:
Mis comentarios sólo son políticos. En mi opinión, el Sr. Juncker y Sr. Schultz son políticamente complementarios. A pesar de sus diferencias, son parte del mismo consenso neoliberal. Por eso consumen el período preelectoral con generalidades y deseos, ocultando su verdadero programa común de austeridad.
- See more at: http://www.europadelosciudadanos.net/2014/05/12/entrevista-a-alexis-tsipras-candidato-por-la-izquierda-europea-a-la-presidencia-de-la-comision-europea/#sthash.1aymzJZG.dpuf

lunes, 12 de mayo de 2014

Con una sola voz

Por si quedaba algún despistado, las declaraciones de Arias Cañete y Felipe González, hablando de un futuro Gobierno de coalición PP-PSOE, "si el país lo requiere", ponen de manifiesto que el memorándum oculto de la Troika busca su perpetuación en nuestro país. Pero, enfrente, la rebeldía de las mareas y las huelgas generales debe encontrar un referente político, para evitar la frustración democrática, como demuestra el excelente vídeo "Con una sola voz", de IU-La Izquierda Plural.


viernes, 9 de mayo de 2014

Iturbe y Meyer en el Auditorio

Arranque de campaña para las elecciones europeas con los candidatos de Izquierda Unida-La Izquierda Plural en la sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza, el domingo 11 a las 11:30 horas, con la participación de Willy Meyer, Diputado en el Parlamento Europeo y cabeza de lista, y Paco Iturbe, ecologista y primera presencia aragonesa en la lista, entre los intervinientes. ¡Mucha fuerza y mucho éxito!


lunes, 5 de mayo de 2014

Marhuenda se despide

Y con él se van la caspa, las insidias, la inquina y la falta de rigor... Hablando en serio, si gana IU-La Izquierda Plural las elecciones no queremos que Marhuenda se vaya a ningún otro lugar (no somos como ellos), sino que se quede en el país y pueda comprobar cómo otra Europa y otra España son posibles.




miércoles, 30 de abril de 2014

El poder de los trabajadores

Llamamiento de Izquierda Unida para el 1º de mayo

La celebración de este 1 de Mayo, fiesta internacional del mundo del trabajo, va a estar lejos de ser una mera fiesta ritual. Estamos en el sexto año de una profunda crisis del sistema capitalista y el neoliberalismo intenta imponer una salida que refuerza la explotación, vacía el llamado Estado del Bienestar y conculca los derechos de los trabajadores.


Las políticas neoliberales están agravando la crisis: la inestable y débil creación de empleo de los últimos meses sólo da lugar a una mayor desprotección social, como consecuencia del incremento del paro de larga duración y la pérdida de prestaciones y, sobre todo, de la aplicación de las reformas laborales, que está generando trabajadores pobres. Pobres con contrato.

La población activa disminuye y la emigración juvenil crece. El deterioro de los servicios públicos fundamentales es evidente. La desigualdad y la pobreza se están extendiendo hasta límites insoportables, afectando especialmente a la infancia y la mujer.

Con todo ello, lejos de resolverse los problemas, el déficit no se reduce y la deuda pública aumenta rápidamente. Las medidas de austeridad son un fracaso. El sufrimiento que se impone sólo sirve para garantizar la rápida recuperación de los beneficios empresariales.

En Francia, por ejemplo, vemos como, se utilizan con descaro por parte de un Gobierno socialdemócrata las mismas argumentaciones que se usaron en España para justificar las políticas antiobreras de recortes. En otros lugares, los conflictos militares y las amenazas de guerra se refuerzan.

La lucha, la movilización y la organización en sindicatos de clase, sigue siendo la mejor arma de los trabajadores y trabajadoras.

Así vemos como acciones como la de la limpieza urbana en Madrid y en otras ciudades, las huelgas en la enseñanza, los logros de las mareas en la sanidad de Madrid, la lucha de Coca Cola, Sniace o ALSA, por poner sólo algunos ejemplos, y sobre todo la gran movilización por el pan, el techo y el trabajo del 22 de marzo, están cambiando la situación.

Junto a ello, hay que cambiar la correlación de fuerzas en las instituciones. En concreto, las próximas elecciones europeas pueden permitir que la fuerza del mundo del trabajo, de la ciudadanía, se refleje en el próximo Parlamento Europeo. Lo fundamental de las políticas que afectan a nuestros salarios, a nuestras pensiones, a los servicios sociales y a los derechos laborales se decide en Europa. Está en juego mucho de lo que afecta a nuestras vidas y es preciso destrozar el bipartidismo para que se abran paso los intereses de los pueblos de Europa.

Las políticas de la Comisión Europea, del Banco Central y del Fondo Monetario Internacional (la llamada troika) en alianza con los intereses del gran capital y de la banca intentan reforzar la explotación de los trabajadores y trabajadoras de todos los países de Europa, desde los ”minijobs” en Alemania o los contratos “cero horas” en el Reino Unido hasta la congelación salarial en Francia y las reformas laborales en España.

Frente a esas políticas hay soluciones y recursos para financiarlas, mediante una reforma fiscal progresiva y suficiente y la lucha contra el fraude y la economía sumergida. Es posible la recuperación de la demanda, única forma de aumentar el empleo, mediante la subida de salarios y pensiones, el incremento de la inversión pública productiva y la mejora del gasto social.

En este 1 de Mayo es también crucial la lucha por la defensa de los servicios públicos, de los derechos laborales, la negociación colectiva y la democracia. Esa lucha proporcionará la fuerza para abrir el camino a otra política.

Igualmente está tan vigente como siempre el carácter internacionalista del 1 de Mayo. Por ello, Izquierda Unida llama a la solidaridad con los trabajadores y trabajadoras del mundo entero y, especialmente, con los que luchan por la paz y por condiciones de trabajo mínimamente dignas. Una parte fundamental de esta solidaridad queremos compartirla combativamente con el resto de los trabajadores y trabajadoras europeos, víctima de las decisiones de la troika, y especialmente con aquellos que más están sufriendo las políticas de recortes.

Izquierda Unida llama a su afiliación y al conjunto de trabajadores y trabajadoras a participar activamente en las manifestaciones, concentraciones y actos convocados por los sindicatos de clase.

¡POR UN 1 DE MAYO DE LUCHA Y MOVILIZACIÓN PARA UNA SALIDA SOCIAL DE LA CRISIS!
¡POR UN 1 DE MAYO DE SOLIDARIDAD DE LOS TRABAJADORES EUROPEOS FRENTE A LAS POLÍTICAS DE LA TROIKA!
¡POR EL EMPLEO DIGNO Y LOS DERECHOS SINDICALES!

martes, 29 de abril de 2014

El peregrino de la izquierda

Alexis Tsipras ha visitado recientemente Santiago de Compostela y no ha sido para presentar su ofrenda al apóstol, sino para predicar la buena nueva de que una izquierda real, que otra Europa son posibles. El líder de la Syriza griega, al frente de la candidatura del Partido de la Izquierda Europea, acudió en apoyo de la candidatura de la Alternativa Galega de Esquerda, un magnífico ejemplo de convergencia entre izquierda transformadora federalista (Esquerda Unida), soberanista (Anova) y ecosocialismo (Espazo). ¡Que cunda el ejemplo!

viernes, 25 de abril de 2014

El poder de la gente

Las elecciones al Parlamento Europeo están a la vuelta de la esquina y la izquierda real española ya tiene lema de campaña: El poder de la gente. El mensaje es claro: quienes hemos peleado en las calles para defender las conquistas sociales, luchado con las mareas multicolores, participado en las huelgas generales, en las marchas,... ahora tenemos la ocasión de cambiar las cosas con nuestro voto.


‘El poder de la gente’ es el lema de campaña con el que Izquierda Unida se presenta a las Elecciones Europeas del 25 de mayo. Esta formación busca con este eslogan apelar a la fuerza y a la complicidad de quienes llevan desde hace años soportando la carga de la crisis. De esta forma se dirige explícitamente a los mismos que sufren las medidas de austeridad impuestas por los sucesivos gobiernos, para desenmascarar y derrotar las políticas practicadas por el bipartidismo de PP y PSOE, tanto en nuestro país como a nivel europeo. IU plasma también así su objetivo electoral de “dar un salto cualitativo” y aumentar “de manera notable” su representación en el Parlamento Europeo.



Estas son algunas de las explicaciones en las que han coincidido Cayo Lara, coordinador federal; Willy Meyer, cabeza de lista de la candidatura; Miguel Reneses, secretario de Organización, y Clara Alonso, responsable Comunicación Interna, encargados de presentar hoy en rueda de prensa en la sede federal los retos políticos a los que quieren que IU plante cara, con el respaldo de la ciudadanía, en estos comicios.
“Hay que ocupar de nuevo la Bastilla”, resumió gráficamente Meyer en su intervención, refiriéndose a la necesidad de aunar esfuerzos entre todos para conseguir cambiar las instituciones.

Cayo Lara, por su parte, reforzó esta idea y lanzó la pregunta retórica de “¿Cuántas veces hemos pensado que si tuviéramos poder esto no hubiera pasado?”. Abrió el círculo de su explicación indicando que la formación que coordina busca “crear conciencia ciudadana”, mostró su convencimiento de que “el poder de la gente es un sueño posible y realizable” en estos momentos y cerró la argumentación con la indicación de que “para que sea posible cambiar el poder de manos es necesaria la toma de conciencia de la gente”.

Cada uno de los/as cuatro dirigentes de la formación desgranó en sus mensajes la parte correspondiente de la campaña que afecta a su responsabilidad. Willy Meyer aprovechó para dirigirse directamente a los millones de parados, a quienes sufren los desahucios o la juventud que se marcha del país por cuestiones económicas para avisar que detrás de cada una de estas circunstancias está el “proyecto fallido de la construcción europea”. Les arengó a cambiarlo “porque está en sus manos hacerlo” e insistió en que tras esta situación adversa están las políticas practicadas por la socialdemocracia y la derecha en la Unión Europea (UE). “El bipartidismo es el autor político de la crisis”, resumió.

Miguel Reneses detalló que Izquierda Unida recurrirá en la campaña, junto a otros métodos tradicionales, a cerca de 15.000 de sus afiliados para convertirlos en “agentes electorales” que ayuden a trasladar el mensaje por todo el territorio.

A preguntas de los periodistas, incidió en que la formación empleará cerca de cuatro millones de euros en una “austera” campaña electoral, cifra muy similar a anteriores comicios, y muy alejada de los topes de gasto que marca la ley. Indicó que la mayor parte de este dinero se destina a cubrir el mailing electoral para que la candidatura llegue directamente a su casa a los electores, un tema importante para IU ante las mayores dificultades para poder acceder a los medios con la misma intensidad que otras formaciones.

Especificó que se busca un discurso “reconocible” por la ciudadanía, “crítico con el sistema actual”, por lo que va a haber una apelación y utilización constante de la militancia para que contribuya a la organización de los centenares de actos con presencia de los distintos miembros que integran la candidatura. Todas estas actividades electorales tendrán “perfiles complementarios, sumatorios y para reflejar las distintas alianzas políticas y sociales”, que se han logrado plasmar en la lista, especificó Reneses.

Clara Alonso, por su parte, fue la encargada de explicar el nuevo diseño y contenidos de la web electoral que ha arrancado hoy mismo dentro de la misma dirección tradicional de la formación www.izquierda-unida.es Además, resumió el trabajo interno hasta llegar a la elección del lema ‘El poder de la gente’, con el que también se quiere “desenmascarar el programa oculto” del bipartidismo, frente al que IU busca exponer sus propuestas “sin sombras” para contribuir a que “esa misma gente se convenza de que son capaces de todo”.

martes, 15 de abril de 2014

Antonio Maíllo sabe latín...

Pero Susana Díaz tendrá que presentarse a la reválida, porque no ha dado el nivel en la minicrisis de Gobierno que ha provocado en Andalucía. Si alguna figura ha salido reforzada de este sainete, ha sido la de Antonio Maíllo, reciente Coordinador de IU en Andalucía, todavía poco conocido y que se ha mostrado firme, templado y con convicciones. Su liderazgo ha frenado en seco los propósitos de Díaz, recuperando para IU competencias sin ceder un ápice en sus objetivos políticos.



Comparto básicamente los argumentos expresados al respecto en el blog Europeante:

 Antonio Maíllo ha demostrado lo que se esperaba de él. Maíllo ya es un líder, ha sido implacable en la posición de defensa de la dignidad de su formación frente al ordeno y mando de Susana Díaz, quien pensaba que vive en los tiempos de las mayorías absolutas y absolutísimas del felipismo.
 
El coordinador de IU se ha rebelado, que era el lema con el que la coalición de izquierdas se presentó a las elecciones autonómicas, frente al poder de la banca, en defensa de las personas y frente a Diego Valderas y la generación que lo encumbró al liderato de IULV-CA. Maíllo se lo ha jugado todo a una carta frente a Susana Díaz, quien se ha metido en un charco que le ha costado también la reprimenda de sus mismos compañeros de partido y un derrota a la que no está acostumbrada. Antonio Maíllo ha ganado y conseguido transmitir el titular que hasta ahora no fue capaz de encontrar: “Estamos aquí para defender a la gente frente al poder de los bancos”.  Antonio Maíllo, ya es un líder. Ya representa a la gente: a las víctimas de los bancos y a las víctimas del PSOE.


martes, 4 de marzo de 2014

Alberto Garzón toma la palabra

Aquí tenéis un vídeo muy interesante con la participación de Alberto Garzón, presentando la propuesta de revolución democrática y social en Zaragoza. También hablan destacados militantes expresando sus propios matices. El ofrecimiento está hecho, a nosotros nos toca decidir ahora.


lunes, 20 de enero de 2014

¡Es la hora!

En estos tiempos de posmodernismo líquido, no antagonista, algunos conceptos políticos parecen imponerse sin debate ni contestación. Uno de ellos es la bondad de las llamadas "primarias abiertas", el no va más de la modernidad. Si no te satisfacen, es que eres un arcaico dinosaurio. Pues qué quieren que les diga, yo valoro más el compromiso y la militancia de todos los días, antes que todas esas pasarelas electorales.


Estoy muy de acuerdo con la necesidad, que preconiza el vídeo, de comprometerse en estos tiempos de plomo, sin miedo y sin ambages. De luchar todos los días en los tajos, en los movimientos sociales, en las mareas, pero trasladando todas esas experiencias al ámbito político. Sin canalización de las luchas sociales hacia los ámbitos de toma de decisión, se puede generar frustración y una caída en la desesperación, fundiendo las energías de resistencia y contestación.

Por eso creo que hay que tomar partido, hasta mancharse -como diría el poeta-, y la mejor alternativa es IU, con todas sus deficiencias y errores. Entre todos y todas podemos y debemos fortalecer un proyecto colectivo, abierto al diálogo con otros espacios, por supuesto, pero convencidos de que la tarea hecha durante décadas merece una continuidad en los tiempos que se avecinan.


Izquierda Unida pone el marcha su campaña de afiliación bajo el lema 'Es la hora' para lograr un "crecimiento organizativo que siente las bases para construir la alternativa"

 
Izquierda Unida ha puesto en marcha una campaña de afiliación a nivel federal bajo el lema 'Es la hora'. Esta formación cumple así uno de los objetivos marcados por su dirección para que el consolidado aumento en el respaldo político de la ciudadanía vaya acompañado de “un crecimiento organizativo que nos permita sentar unas bases firmes para un proyecto sólido que consolide la construcción de la alternativa. Para ello necesitamos ser más, para ser más fuertes en las calles y en las instituciones”, según explica Miguel Reneses, secretario ejecutivo federal de Organización.

La campaña cuenta con un material elaborado expresamente para la misma, coordinado por la Secretaría de Comunicación Interna, para utilizarse tanto de forma física y tradicional por todas las federaciones que integran la organización, como para su difusión en las redes sociales y aplicación práctica en Internet.

Incluye el vídeo ‘Es la hora’, un apartado específico para las distintas webs, tanto federal como de sus organizaciones, para ser accesible en todos los territorios.

Izquierda Unida suma esta campaña planteada a comienzos de 2014 a otras actuaciones políticas específicas a las que quiere dar especial importancia, entre ellas la ‘Campaña por el derecho de las mujeres a decidir’, aprobada la semana pasada por su Consejo Político Federal (CPF) para dar una respuesta clara y contundente a la reaccionaria y restrictiva nueva ley de aborto que quiere imponer el Gobierno de Mariano Rajoy y que en estos momentos se encuentra en la fase de anteproyecto.

De forma paralela, la organización que coordina Cayo Lara sigue avanzando en la preparación de la importante cita electoral de las Elecciones Europeas del próximo mes de mayo, sin olvidar los retos marcados en su X Asamblea para volcar a la organización en la respuesta al conflicto social marcado por las políticas restrictivas y de recortes en nuestro país marcadas desde fuera por la troika, así como en la creación de un bloque social y político para enfrentarse a la involución neoliberal.

Miguel Reneses considera que “es la hora de hacer este esfuerzo y, por eso, hacemos esta campaña. Es la hora de poner en valor el trabajo colectivo. Es la hora de tensionar la organización y fortalecerla, desde la acción política y la movilización”.

Izquierda Unida se ha dotado de un plan de organización y extensión organizativa que debe desarrollarse en todas las federaciones. Pretende extender la organización de manera territorial y sectorial. ‘Es la hora’ se presenta como una herramienta más para la consecución de los objetivos marcados y esta campaña sólo tiene sentido si se articula desde la base, desde las asambleas, con la ayuda de sus federaciones.

Entre los objetivos de la campaña está:

- Desarrollo y puesta en marcha del plan de extensión organizativa en las federaciones.
- Fortalecer la organización y la afiliación a IU en el marco de la movilización y la acción política.
- Potenciar la extensión territorial de IU.
- Potenciar la extensión sectorial (movimiento sindical, mareas, jóvenes, mujeres y mayores)
- Potenciar las áreas de elaboración colectiva.
- Activar al conjunto de la Organización para el desarrollo y la extensión organizativa. Situar a IU a la ofensiva.

Esta iniciativa para la afiliación se entiende en el marco de una organización volcada en la acción política y la movilización. No se trata de hacer una campaña de afiliación aislada sino siempre vinculada al trabajo social y político que se realiza.

“Las tareas son numerosas (lucha contra la reforma del aborto y de la Administración Local, desarrollo de la Red de Solidaridad Popular, insumisión a la LOMCE, Elecciones europeas…) y es en el desarrollo de la mismas donde debemos activar nuestra campaña de afiliación”, indica Reneses, para quien “‘Es la hora’ es una campaña a largo plazo y acompañará todo el desarrollo del plan de organización y extensión”.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Tsipras, candidato de la izquierda europea

Muchas veces escuchamos a la gente que se moviliza, en mareas de todos los colores o en huelgas generales, ¿y ahora qué más podemos hacer cuando chocamos contra el muro de una mayoría absoluta? Pues ahora tenemos una respuesta política coordinada a escala europea, como ha demostrado el 4.º Congreso del Partido de la Izquierda Europea, que ha designado a Alexis Tsipras, de la griega Syriza, como su candidato a la Presidencia de la Comisión en las próximas elecciones al Parlamento Europeo.


Aquí tenéis el discurso que dirigió al 4.º Congreso y también un vídeo con una entrevista grabada durante su estancia en Madrid.

Comrades and Friends,
I am not here to give you a conventional speech.
Because we don’t live at conventional times.
I am here, among you, to make a case for change.
I am here, along with you, to remind the peoples of Europe.
That Europe is at a critical crossroads.

And there are two ways to go.
The alternatives are clear:
Either we stand still.
Or we move forward.
Either we consent to the neoliberal status quo.
And pretend that the crisis can be resolved with the policies that have recycled it.
Or we march into the future with the European Left.

Because peoples of Europe are in danger , democracy itself is in danger.
Neoliberalism is a threat to the peoples of Europe.
The extreme right is a danger to democracy.

And the only alternative is the resistance of the peoples and the strengthening of the European Left

Dear comrades in the years of the crisis unfortunately we have been vindicated.
It was us – the European Left – that even before Eurozone actually came into life we were pointing out the flaws, the deficiencies, and the destabilizing asymmetries of the project.

We have been saying and proven right, that there can be no monetary union divided by a wall of money.
We have been saying and proven right, that a monetary union, indifferent to society and responsive only to the needs of finance capital, is a Eurozone prone to uncertainty, instability and crisis – a Eurozone with a short deadline.
We have been saying and proven right, that no monetary union can function without a central bank, acting as such.
That is, acting as lender of last resort for member-states and not only for member-banks.

We have been saying and proven right, that Europe needs its own Glass-Steagall Act, to separate commercial and investment banking activities and prevent such a dangerous merge of risks into one uncontrolled entity.
We have been saying and proven right, that Europe needs effective European legislation to tax offshore economic and entrepreneurial activities.
We have been saying and proven right that the European political establishment saw the debt crisis as an opportunity to rewrite Europe’s postwar political economy.
It is for that reason that they reject our proposal for a European Debt Conference, modelled on the London Debt Conference in 1953, to give a definite and viable collective solution to the problem.
It is for that reason that the European political establishment – a voluntary hostage to Ms Merkel – insists to impose on the entire Eurozone South policies that have deteriorated the initial problem.

We have been saying and proven right, that Europe needs a “New Deal” to fight unemployment and to finance its future.
We have been saying and proven right, that if Europe is to survive it needs redistribution and solidarity.
Those are the foundations of the totally new Europe that we are fighting for.
In the place of a Europe that redistributes income to the rich and fear to the poor.

Day by day, the so-called Memoranda are proven to be detailed guides to poverty and economic control by the lenders.
In Greece, the Memorandum has caused a humanitarian crisis – unprecedented in the postwar years.
It is a stain to European civilization that:

  • Two million Greeks cannot cover their basic needs, such as meal with meat and adequate heating.
  • A little girl died, recently in Thessaloniki, because her family couldn’t afford electricity and were using a brazier for heating.  
  • It is an everyday picture in Athens and the main cities of Greece, well-dressed men and women, looking for food in the garbage cans.

Comrades and Friends,
A monetary union which divides its member-states, divides the societies of its member-states, increases unemployment, poverty and social polarization would either be reconstructed or collapse.
Reconstruction means change.
And change for Europe is now more than a mature demand.
It is an existential question.

The process of change has started in Greece.
SYRIZA is a step away from coming to power.
But 2014 is an election year.
And change will come.
The SYRIZA government will inspire change in Europe.
We count on each and everyone of you.
We count on the solidarity of the peoples of Europe in the first difficult steps of our government.
This is why, we need the Left to grow stronger and become a decisive force for the future of Europe.
Because with the SYRIZA government, Greece will abandon austerity and put on the table a viable plan for the Greek economy, but most of all, a viable plan for Europe as a whole.

With the active solidarity of a broad European anti-austerity movement, we shall win that fight.
Because, for the European Left to grow and influence in a decisive way the everyday lives of ordinary people, it needs the broadest possible social and political alliances.

Dear Comrades and Friends,
I heard yesterday Pierre’s warm words for my candidacy on behalf of each and all of you – on behalf of the European Left – for the Presidency of the European Commission.
I thank him from my heart.
But, more than a candidacy, it is mandate for hope and change in Europe.
It is a roll call for Democracy, in which every generation deserves to participate, which every generation is entitled to live.

The European election next May provides a historic opportunity for the peoples of Europe to make change possible.
To reject those who are recycling a world crisis in Europe.
And, against common logic, insist that a recipe that has failed is a recipe to be continued.

And, allow me to repeat:
The European Left is the alternative to neoliberalism.

Comrades and Friends.
This is our time.
When the wheel of History turns back, it is the Left’s moment to move Europe forward.
Thank you all so much.


jueves, 14 de noviembre de 2013

El dilema imposible de la socialdemocracia europea

¿Puede haber mejor respuesta desde la izquierda a la Conferencia Política del PSOE que este artículo de Alberto Garzón? Yo creo que no y por eso lo reproduzco a continuación, extraído de su columna Economía para pobres, ubicada en las páginas digitales del diario Público.


La tradición socialdemócrata suele defender, una vez abandonado el objetivo del socialismo, que es posible vivir bajo un capitalismo de rostro humano. Se acepta que el sistema económico capitalista tiene una lógica interna que provoca que cada cierto tiempo se sucedan las crisis económicas, pero a la vez se asegura que es posible evitar muchas de ellas y desde luego responder ante todas salvaguardando los pilares básicos de la economía y, sobre todo, los derechos conquistados por la lucha obrera. En términos políticos eso significa apoyar la intervención del Estado, regulando la economía a priori o con grandes desembolsos de dinero a posteriori. Desde J. M. Keynes hasta H. Minsky, la tradición teórica de la economía socialdemócrata ha tenido claro que era posible alcanzar un equilibrio entre la lógica del capitalismo y la satisfacción de las necesidades básicas de los seres humanos. En definitiva, la tesis es que es posible domesticar al capitalismo salvaje.

Sin embargo, los partidos socialdemócratas actuales llevan años en una deriva confusa. Convertidos a una suerte de socioliberalismo, no hay partido político socialdemócrata que se atreva a día de hoy a hacer suyos programas políticos como los de la socialdemocracia clásica de O. Palme o F. Mitterrand de los años ochenta. La crisis del llamado capitalismo dorado, o época dorada del capitalismo, se llevó por delante el peso práctico con el que había contado la tradición socialdemócrata.

Lo que algunos sostenemos es que la socialdemocracia no puede sobrevivir en un contexto socioeconómico donde se dan alguna de estas dos condiciones: a) una arquitectura institucional que consolida un Estado de economía financiarizada, y b) un modelo de crecimiento económico dirigido por las exportaciones.

La tendencia hacia la desigualdad 

Desde la década de los ochenta, y debido al contexto de aplicación de las políticas neoliberales, uno de los efectos más llamativos en todas las economías ha sido el incremento de la desigualdad medido a partir de la distribución funcional. En concreto, la participación salarial en la renta ha decrecido sistemáticamente en todas partes del mundo, con su inverso en el crecimiento de la participación de los beneficios en la renta. Este fenómeno no es de ninguna forma anecdótico, ya que tiene severas implicaciones en la forma en la que operan las economías capitalistas. De hecho, la economía política siempre se ha preocupado de las cuestiones distributivas no por ánimo moralista sino porque afectan a la dinámica de crecimiento económico y de crisis capitalista.

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La razón fundamental está en que las rentas salariales son no sólo un coste para las empresas, sino también la principal fuente de demanda. Sin suficiente demanda, los empresarios no pueden vender su producción y el sistema colapsa. Algo que el empresario estadounidense H. Ford supo ver cuando en 1914 decidió incrementar los salarios a sus trabajadores para facilitar que comprasen los propios productos que la empresa fabricaba.

El llamado capitalismo dorado o de posguerra parte de esa premisa: un pacto capital-trabajo en el que ambas partes colaboran cooperativamente bajo un sistema win-win (donde todos ganan). Tal sistema sólo puede funcionar en la medida que se produce un continuado incremento de la productividad, lo que permite a su vez que crezcan tanto los beneficios como los salarios. Sea por el potencial de crecimiento (debido a la necesidad de reconstruir un mundo destruido por la guerra) o sea por las nuevas capacidades tecnológicas (estrechamente vinculadas a la industria militar), el capitalismo de postguerra permitió un pacto capital-trabajo en las sociedades capitalistas.

Este sistema, con todos sus rasgos internacionales (desde los financieros hasta los geopolíticos), se vino abajo en torno a la década de los ochenta. Algunas corrientes teóricas lo interpretan como resultado del excesivo poder de los salarios, cuyo crecimiento provocó el estrangulamiento de los beneficios y en consecuencia acabó con la inversión y la creación de empleo. Otras corrientes lo achacan a problemas derivados del agotamiento de las expectativas de inversión por razones inherentes a la dinámica capitalista. Se acepte una versión u otra, lo cierto es que el nuevo contexto institucional –las nuevas reglas de juego– quedaron marcadas por una interpretación neoliberal de la crisis. A saber, el problema residía presuntamente en el excesivo intervencionismo del Estado en los mercados y en la fortaleza negociadora de los sindicatos, razón por la cual la solución radicaba en la reducción de ambos aspectos.

El aspecto laboral fue clave. La lucha encarnizada contra los sindicatos, reduciendo su capacidad negociadora, junto con la propia dinámica del sistema (que terciarizaba la economía, dejando en segundo lugar las fuertes industrias con grandes masas de trabajadores afiliados a sindicatos), llevó a un reparto cada vez más desigual de la tarta. El pacto capital-trabajo se deshacía en pedazos. La experiencia del plan Meidner, en la Suecia más socialdemócrata de toda la historia, representó dramáticamente toda la época.

La ‘financiarización’ y las nuevas reglas de juego 

Una reducción de las rentas salariales en todas partes del mundo provoca un efecto contradictorio. En primera instancia las empresas ven aumentado su margen de beneficio, ya que sus costes laborales se reducen. Eso podría estimular la inversión, y es lo que predice la teoría neoclásica dominante. Pero en segunda instancia, y al ser la reducción de costes laborales un fenómeno generalizado, también se reduce la demanda total y en consecuencia la rentabilidad de la inversión. A una empresa puede convenirle que sus propios trabajadores cobren menos (y así la empresa gana más) pero es imposible que le convenga que los trabajadores del resto de empresas vean igualmente mermados sus salarios (dado que son su fuente de mercado). La contradicción central del capitalismo, la relación capital-trabajo.

El problema que emerge es que faltan fuentes de demanda, y que donde antes había salarios que creaban mercado ahora no hay nada. Las teorías económicas marxistas han situado al gasto militar y a los mercados externos como posibles fuentes sustitutorias y complementarias para este problema. La idea es que si no hay suficientes fuentes, hay que crearlas. Una guerra, un plan de estímulo económico o una colonización permiten ampliar los mercados. También las privatizaciones son una forma de ampliar mercados para la esfera privada (ya que desplazan a los ciudadanos desde lo público hacia lo privado). Las teorías del imperialismo (desde J. A. Hobson hasta V. Lenin, pasando por R. Luxemburgo), o la llamada acumulación por desposesión (de D. Harvey) son resultado de esta interpretación. Y toda la base del keynesianismo se encuentra igualmente aquí.

Ahora bien, en el contexto de la globalización neoliberal, donde se han multiplicado los sujetos económicos que compiten al máximo nivel en el mercado mundial (a diferencia de la época de postguerra), otra fuente de demanda puede emerger también en las finanzas. Efectivamente, la poca demanda existente en la economía real puede ser compensada con las burbujas financieras. Gracias a unas nuevas reglas de juego, resulta mucho más rentable invertir en los mercados financieros (deuda pública, deuda privada, acciones, futuros…) que en la economía real (industria, turismo…), todo lo cual estimula igualmente el crecimiento económico. Con el riesgo, comprobado está, de la inestabilidad financiera asociada y de la emergencia sistemática de crisis financieras derivadas de los estallidos de las burbujas. La crisis de las puntocom, a principios del siglo XXI, o la reciente de las hipotecas subprime son buenos ejemplos de ello.

La financiarización, resultantemente, no requiere la existencia de un pacto capital-trabajo. El capital encuentra rentabilidad en sus propios espacios creados ad hoc, y no necesita de la demanda salarial más que de forma indirecta. En este contexto, la desigualdad está íntimamente asociada a la llamada financiarización (predominio de las finanzas) y a la crisis.

El modelo de crecimiento económico dirigido por las exportaciones 

Además, la financiarización de la economía mundial ha permitido a muchas economías capitalistas esquivar la crisis que hubiera provocado, en distinto contexto, la desigualdad creciente. Así, economías como España, Grecia o Portugal han podido crecer económicamente a ritmos elevados a pesar de mostrar cada vez mayores desigualdades en la distribución funcional de la renta. La razón está en que sus fuentes de demanda efectiva han sido virtuales, como demuestra el creciente endeudamiento privado que ha permitido a la burbuja inmobiliaria seguir manteniéndose hasta su pinchazo (y que ha dejado tras éste un enorme reguero de deudas, en gran parte asumidas por el Estado).

Así, el crédito ocultaba una realidad subyacente mucho más dramática a la vez que permitía a la economía crecer a tasas suficientemente altas como para crear un empleo (vinculado, en todo caso, a la propia burbuja inmobiliaria y su dinámica). Surgida la crisis, el modelo estalla y el proceso de crecimiento económico dirigido por el crédito se agota.

Desde entonces, la Troika y los gobiernos europeos están tratando de recomponer al capitalismo a partir de otros fundamentos distintos, con otro modelo de crecimiento económico. Estamos ante otro cambio histórico similar al de los años ochenta, y basado en la agudización de lo que entonces ocurrió. Otra vuelta de tuerca neoliberal.

En este caso la idea pasa por instaurar un modelo de crecimiento económico dirigido por las exportaciones, es decir, donde éstas tengan un papel primordial en el crecimiento económico. Para ello se requiere, en primer lugar, que las exportaciones sean superiores a las importaciones. Y, en segundo lugar, que se alcancen nichos de mercado donde las empresas españolas sean altamente competitivas. El modelo de referencia es el alemán.

Alemania comenzó desde inicios de siglo, y precisamente bajo gobierno socialdemócrata, una política de corte neoliberal que logró modificar el modelo de crecimiento económico hacia un modelo dirigido por las exportaciones, a la par que agudizó la desigualdad interna (todo lo cual ahogó la demanda interna).

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En la medida que no todos los países pueden ser exportadores netos, esto es, exportar más de lo que se importa, este modelo no puede ser generalizable. Sólo algunos países, los que más ventaja llevan en el desarrollo capitalista, pueden vencer. Se da lo que llamamos falacia de la composición.

Pero en lo que a este artículo respecta hay una implicación política mayor. En la medida que este modelo implica la búsqueda de fuentes de demanda externas, entonces no es necesario reponer un pacto capital-trabajo para mantener el crecimiento económico. Es más, de hecho cualquier tipo de colaboración entre capital y trabajo es un obstáculo para la consecución y mantenimiento de un modelo que requiere una lucha competitiva en el límite, y fundamentalmente a partir de un incremento constante en la explotación laboral –traducida en incrementos de la jornada laboral, reducciones salariales y otros aspectos propios del neoliberalismo… y del siglo XIX–.

El modelo que se busca, que a veces se etiqueta de neomercantilismo, tiene sustraída la posibilidad de generalizarse y, en consecuencia, aboca a muchas economías a la crisis permanente. Pero en aquellos países donde puede triunfar, aunque sin convertirse ellos mismos en los líderes de la manada, el modelo impone unas transformaciones sociales profundas que, aun permitiendo al capitalismo sobrevivir, no es compatible con los derechos laborales, civiles ni democráticos. Es decir, no hay espacio para el capitalismo domesticado. No hay espacio para la socialdemocracia.

Por estas razones, en este marco y en esta época histórica la socialdemocracia no puede ser socialdemocracia sino, a lo sumo, socialiberalismo. Esto es, una versión difuminada y orientada fuertemente a la derecha de lo que fue el espejismo socialdemócrata de los años de posguerra. La socialdemocracia, sencillamente, no puede volver. Está condenada a un ejercicio de pragmatismo, al haber asumido las reglas impuestas, que la llevará de facto hacia el neoliberalismo. Un frasco de izquierda para contener el virus neoliberal. Lo único que puede volver (¡y con qué fuerza!) es el capitalismo salvaje. O su freno racional, el socialismo.

lunes, 7 de octubre de 2013

Tsipras ante la socialdemocracia

Hace escasas fechas, Alexis Tsipras, en nombre de Syriza, se dirigió a la socialdemocracia europea, en un discurso pronuciado en el Kreisky Forum de Viena. Su planteamiento, crítico con el giro liberal de la socialdemocracia en las últimas décadas, no esconde tampoco una mano tendida a un entendimiento sobre la base de nuevas políticas de izquierda. Tal vez sea un planteamiento ingenuo, conociendo como conocemos a los "socialistas" de la tercera vía por estos pagos, pero la novedad reside en que se hace desde la posición de una izquierda transformadora griega que ha dado un tremendo sorpasso al viejo Pasok.


Querida Gertraud, queridos todos: 

Gracias por vuestra amable invitación. Me siento honrado y feliz de estar aquí. En la casa de Bruno Kreisky. Entre amigos austriacos que, supongo yo, comparten conmigo las mismas preocupaciones sobre nuestro común hogar europeo. Nuestro común hogar, cuyos fundamentos se ven ahora amenazados por una peligrosa bomba de tiempo social y política. Una bomba de tiempo que podemos y debemos desactivar.

Como ustedes saben, yo no soy un socialdemócrata.

Pero soy muy consciente de la grandeza de Bruno Kreisky y de la importancia de la socialdemocracia en la que él creyó y a la que se entregó políticamente con abnegada honradez durante toda su vida. Y tengo asimismo un gran respeto por sus logros.

La razón de que empiece declarando francamente que yo no soy un socialdemócrata no es, huelga decirlo, porque quiera levantar una barrera ideológica entre ustedes y yo. El diálogo y las alianzas políticas se hallan en el corazón mismo, en el DNA de mi partido, SYRIZA, como parte esencial de la vía democrática al socialismo con libertad y democracia.

Yo estoy seguro de que comparto con la mayoría de ustedes idénticos o similares valores. Sin embargo, no puedo ocultarles mi sorpresa y mi decepción con el giro que el grueso de los partidos socialdemócratas europeos han dado en los últimos años.

Queridos amigos:

Como estoy convencido de que todos ustedes saben, hemos experimentado últimamente en Grecia una reviviscencia del apabullante fenómeno nazi. El atroz asesinato político de un músico antifascista, Pavlos Fyssas, en las cercanías de la Plaza del Pireo es buena prueba de sus objetivos y de sus métodos.

En 1967 Bruno Kreisky era uno de los dirigentes de los movimientos europeos de solidaridad con la lucha por la restauración de la democracia en Grecia.

Los demócratas griegos le estaremos eternamente agradecidos, a él y a sus camaradas austriacos, por demostrar su solidaridad con el pueblo griego en tiempos críticos. 

Yo me temo que la reaparición del nazismo tiene que ver con las implacables políticas de austeridad impuestas a Grecia por la Troika de los prestamistas y los sucesivos gobiernos de Grecia, señaladamente el actualmente en el poder, formado por una coalición entre la conservadora Nueva Democracia y el socialdemócrata PASOK.

El actual PASOK se ha eclipsado porque no se percató de las consecuencias ni de la crisis en sí, ni de las de gestión neoliberal de la misma en un país deficitario como Grecia, y encima, miembro de una unión monetaria de arquitectura mal concebida sometida a un shock simétrico.  

De esta crisis todos debemos sacar una lección, pero especialmente los partidos socialdemócratas.

Queridos amigos:

En los 90, el grueso de los partidos socialdemócratas se divorció gradualmente de las políticas que buscaban regular el capitalismo. 

Sin embargo, luego de la II Guerra Mundial, hubo tiempos y socialistas valientes e inspirados como Bruno Kreisky que marcharon por la vía de los valores, los principios y las políticas socialdemócratas.

En un artículo recientemente publicado en el Spiegel, el columnista habitual del Financial Times Wolfgang Münchau dijo lo siguiente:

“La SPD renunció finalmente al keynesianismo cuando el último keynesiano del partido, Oskar Lafontaine, lo abandonó en 1999 y dejó el campo abierto a Gerhard Schröder, quien luego habría de poner por obra políticas económicas reformistas del lado de la oferta.
“Ahora, la SPD no es sino otro partido conservador más del lado de la oferta, y las diferencias con la CDU han quedado reducidas a discusiones sobre la distribución, pero ya no sobre los asuntos fundamentales de fondo. Por eso el debate entre Merkel y Steinbruck ha sido tan cojo: un dueto, como lo han calificado algunos periódicos.”

Yo coincido totalmente con esta opinión. Si los socialdemócratas hubieran secundado el legado de estadistas como Bruno Kreisky, Willy Brandt u Olof Palme, Europa no se habría convertido en el desierto neoliberal que es ahora.

Queridos amigos:

Recordemos el desplome de 1929. Me permitirán que resuma sumariamente lo que entonces ocurrió en dos frases:
- la “moneda común”, por decirlo así, del momento, el Patrón Oro, un sistema con tasas de cambio fijas, se desplomó y se incendió:
- el gobierno negó que hubiera un fallo de arquitectura en el diseño global, insistió en la austeridad y en la política de salida de la crisis a través de las exportaciones netas.

Se trataba de un conjunto de políticas económicas que los historiadores vinculan al ascenso del fascismo en la Europa meridional y del nazismo en la Europa central y septentrional.

¿Se percatan ustedes de las similitudes con la presente situación en Europa?

La Eurozona se parece al Patrón Oro, con una diferencia que hace peores las cosas: en vez de tasas de cambio fijas entre las monedas, hay una única moneda de la que es imposible salir en tiempos de crisis grave.

Pero al estar tan mal diseñada, la moneda común nos hizo dos cosas terribles. Dos cosas que hacen especialmente apta la analogía con el Patrón Oro:

Primero causó, durante sus primeros años de existencia, masivos movimientos de capital desde los países desarrollados excedentarios de la Eurozona hacia la Periferia.

Los países excedentarios tienen industrias oligopolísticas intensivas en capital que producen bienes de capital y bienes de consumo que la Periferia no puede producir por sí misma (al menos, a precios competitivos).

Por su propia naturaleza, una unión monetaria entre economías avanzadas de este tipo y una periferia menos avanzada y menos capitalizada tiene que generar excedentes comerciales crecientes. 

Pero esos excedentes comerciales crean inmediatamente montañas de beneficios en los países excedentarios, muy superiores a sus necesidades de inversión.

El resultado es el colapso de las tasas de interés en los países excedentarios, razón por la cual los bancos septentrionales tienen incentivos para canalizar su capital hacia una Periferia en la que los tipos de interés son superiores. Por eso hubo enormes flujos de capital hacia la Periferia.

¿Y por qué el flujo de capitales es un problema?

Porque el dinero que fluye a la Periferia crea burbujas.

En Grecia causó una burbuja de deuda pública, en la medida en que el Estado tomó a préstamo por encargo de los emprendedores y desarrolladores cleptócratas que se servían de ese dinero para crear, indirectamente, todo tipo de burbujas.

Igual que Hoover en los 20 y los 30, los gobiernos conservadores y socialdemócratas europeos insistieron en que las deudas impagables tienen que ser pagadas.

¿Pero cómo?

Con nuevas deudas contraídas con los países excedentarios.

Así terminó la quebrada Grecia de mayo de 2010 aceptando el mayor empréstito jamás realizado en la historia universal, lo que aceleró las pérdidas en el ingreso nacional.

La falta de socialdemócratas en la tradición de Bruno Kreisky creó el espacio político para que  prosperaran políticas anticrisis que dieron lugar al levantamiento de un nuevo e invisible muro entre los países acreedores excedentarios del Norte y los países deudores deficitarios del Sur.

Queridos amigos:

Ya llevo un rato hablando, y apenas he mencionado a Grecia.

Me permitirán, pues, que dedique unas cuantas palabras a mi sufrido país.

Grecia no es un caso especial. 

Puede que Grecia haya sido el eslabón más débil de la cadena de la Eurozona.

Pero aun si Grecia no hubiera existido, la cadena de la Eurozona habría tenido otro eslabón más débil.

Grecia fue, por decirlo simplemente, el canario en la mina, cuya muerte dispara todas las alarmas, indicando a los mineros –y al resto de los socios europeos— que algo anda mal en la mina.

En vez de eso, se privó al canario agonizante de todo alimento hasta casi dejarlo morir; se le trató como a un chivo expiatorio. 

Aun si Grecia hubiera logrado ser más eficaz, más competitiva y moderna antes de 2008, igual nos habríamos dado de bruces con una Eurozona que no pudo hacer frente al terremoto de 2008.

Tal vez no habríamos sido los primeros en caer. Pero habríamos terminado cayendo. Porque si Irlanda, el país que encabezaba todas las listas de “buenos” resultados, cayó, Grecia estaba condenada a caer también. Como Portugal, Italia, España y, eventualmente, Francia. 

No quiero con ello decir que Grecia no precise de reformas o que no tenga debilidades. Sería absurdo.

Todo eso es verdad. Pero no hay reforma que valga en una economía en colapso.

Sin embargo, hay otra verdad que tal vez ustedes no hayan oído nunca.

Es el hecho de que nuestra cleptocracia se ha aliado con las elites europeas para propagar un sinfín de mentiras sobre Grecia.

Mentiras que quitan de culpas sobre nuestras debilidades a la cleptocracia griega para cargarlas en las espaldas de las gentes del común, del pueblo trabajador de Grecia.

Mentiras que los ayudan a imponer políticas tan terribles para Grecia como penosas para Austria y el resto de Europa, pero excelentes para los banqueros quebrados y oportunísimas para los eurócratas.

Les ruego que me permitan entrar en algunas de esas míticas mentiras:

Mito Número Uno: el trabajo griego está sobreprotegido.

Mito Número Dos: Los griegos son holgazanes.

Mito Número Tres: el mercado laboral griego es demasiado rígido. ¿Saben ustedes que desde 2001, cada año, se ha despedido a un tercio (33,3%) de los trabajadores asalariados?

Mito Número Cuatro: Los trabajadores parados griegos reciben una cobertura de desempleo demasiado generosa. 

Mito Número Cinco: Los salarios reales en Grecia se fueron acercando en el período 2000-2009 a la media del salario real europeo. Jamás llegaron a alcanzar ese nivel.

Podría seguir y seguir. No lo haré.

Si ustedes quieren entender realmente por qué Grecia sigue en depresión, la respuesta es muy sencilla: está atrapada en una Eurozona que impone austeridad a Grecia y al resto de la Periferia.

Sin embargo, una vez instalados en ella, desmantelar la Eurozona tendría un coste terrible para todos nosotros.

De modo que, aun si pensamos que se trata de una unión monetaria terrible, de una unión que divide a nuestros pueblos mediante una simple moneda, estamos obligados a rediseñarla.

Desgraciadamente, ese rediseño no puede hacerse tan fácilmente:

• Los banqueros quebrados de Grecia y de España, en total cooperación con los banqueros quebrados de Alemania y de Francia, se niegan a admitir cualesquiera cambios drásticos.

• Los políticos actualmente en el poder tampoco quieren cambios radicales.  

• Los eurócratas están particularmente en contra de admitir el menor error en el pésimo diseño de las instituciones.  

Desgraciadamente, si los banqueros, los políticos dominantes y los eurócratas siguen a su aire, Europa se desintegrará.

¿Quieren ustedes tener un vislumbre de lo que ocurrirá aquí en Viena, una vez se contagie, como terminará por ocurrir, de la enfermedad de la Periferia?

Pues vengan a Grecia y echen un vistazo a los escaparates clausurados, a las fábricas vacías, al miedo dibujado en el rostro de los inmigrantes cuando vuelven de noche a casa.

Queridos amigos:

No es necesario llegar a eso.

SYRIZA ganará las próximas elecciones en Grecia y realizará un cambio político fundamental.

Un gobierno de la izquierda en Grecia tenderá la mano a los socialdemócratas europeos, a los liberales genuinamente librepensadores europeos, a todos los europeos que no quieren ver deslizarse a Europa por la pendiente de la pesadilla.

Y a todos les pediremos sumarse a un proyecto común: al proyecto de estabilizar Europa, el primer paso para llegar a una Europa abierta, democrática y cohesionada.

Para hacerlo, tendremos que negociar tenazmente con las principales palancas del neoliberalismo en Francfort, en Berlín, en Bruselas, en París.

Para hacerlo, necesitaremos vuestro apoyo. 

No sólo para conseguir un mejor resultado para Grecia. Sino para construir una Europa mejor, una Europa humana.

Un gobierno de SYRIZA no esperará de los sufridos trabajadores alemanes y austriacos que sostengan nuestra recuperación contra sus propios intereses. 

Un gobierno de SYRIZA pondrá sobre la mesa un Plan Marshall para Europa que incluirá una unión bancaria propiamente dicha, una deuda pública centralmente gestionada por el BCE y un programa de inversiones públicas.

Estamos particularmente empeñados en convocar una Conferencia especial sobre la deuda europea en el conjunto de la Periferia, por analogía con la Conferencia de Londres de 1953 para la deuda de Alemania, que decidió condonar una gran parte de esa deuda, así como una moratoria para el pago de intereses y una cláusula de crecimiento.

Esas son las exigencias mínimas del futuro gobierno de SYRIZA:

• Pueden lograrse sin alterar ninguno de los Tratados actualmente en vigor.   

• Sin necesidad de que los contribuyentes alemanes o austriacos tengan que pagar un céntimo a la Periferia. 

• Sin que nuestros Parlamentos cedan un ápice de su soberanía. [1]

Mi intención es mirar a los ojos del trabajador alemán o austriaco y poder decirle: 

Ellos nos hicieron aceptar el mayor empréstito de la historia procedente de ti. Pero no ha beneficiado a nuestro pueblo. Todo fue una cínica estratagema para cargar sobre tus espaldas las pérdidas de los bancos septentrionales.

No será fácil convencer a la Señora Merkel, al Señor Asmussen, al Señor Draghi.
Tenemos que estar preparados para arrostrar las consecuencias de su resistencia. 
Y las arrostraremos. 

Sabed que la única alternativa a eso es la aceptación de una lenta agonía para mi nación y  de la lenta desintegración de la Eurozona, lo cual terminará por llevarse también por delante a la propia Unión Europea. 

Para terminar: mi partido, SYRIZA, esta dispuesto a promover una agenda europea para la salvación de la Eurozona como medio de dar a Grecia un respiro.

Yo no sé si el partido socialdemócrata austriaco me apoyará en ese combate para salvar a Europa de sí misma.

De lo que en cambio estoy convencido es de que Bruno Kreisky estaría de mi lado. 

¡Juntemos nuestras fuerzas para hacer el bien! ¡En toda y por toda Europa!

Muchas gracias.

NOTA de la T.: [1] Tsipras está haciendo suyo aquí el programa de la Modesta Proposición para terminar con la crisis de la Eurozona ideado por Yanis Varoufakis (su principal asesor en materia económica), Stuart Holand y Jamie Galbratih.

Alexis Tsipras es el presidente del partido unificado de la izquierda radical griega Syriza.  

Traducción para www.sinpermiso.info: Ventureta Vinyavella