martes, 28 de enero de 2014

¡Venceremos!

We are not afraid, we are not afraid, we are not afraid today/
Deep in my heart I do believe/ We shall overcome some day
Pete Seeger

Hubo un tiempo no tan lejano en el que las canciones como We shall overcome eran vistas, por parte de algunos sectores de la izquierda, como algo trasnochado de lo que casi había que avergonzarse. Afortunadamente la coherencia resiste el paso del tiempo y hoy despedimos a Pete Seeger con emoción y agradecimiento. A él y a todos los norteamericanos que sufrieron persecución en los años del macarthismo y nos brindaron un ejemplo de coraje y resistencia.


Hoy podemos volver a cantar a voz en grito esas viejas canciones, porque no solo "venceremos", sino que hemos empezado a vencer, en la lucha contra los desahucios, en Gamonal, en las Mareas Blancas contra la privatización de la sanidad. El único camino está delante de nosotros, la unidad del pueblo frente a la prepotencia de los mercados. No estamos solos, otros lucharon antes y ahora nos toca coger su testigo. ¡Honor a Pete Seeger!



 Where have all the flowers gone, long time passing?
Where have all the flowers gone, long time ago?
Where have all the flowers gone?
Young girls have picked them everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?
Where have all the young girls gone, long time passing?
Where have all the young girls gone, long time ago?
Where have all the young girls gone?
Gone for husbands everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?
Where have all the husbands gone, long time passing?
Where have all the husbands gone, long time ago?
Where have all the husbands gone?
Gone for soldiers everyone
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?
Where have all the soldiers gone, long time passing?
Where have all the soldiers gone, long time ago?
Where have all the soldiers gone?
Gone to graveyards, everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?
Where have all the graveyards gone, long time passing?
Where have all the graveyards gone, long time ago?
Where have all the graveyards gone?
Gone to flowers, everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?
Where have all the flowers gone, long time passing?
Where have all the flowers gone, long time ago?
Where have all the flowers gone?
Young girls have picked them everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?

lunes, 20 de enero de 2014

¡Es la hora!

En estos tiempos de posmodernismo líquido, no antagonista, algunos conceptos políticos parecen imponerse sin debate ni contestación. Uno de ellos es la bondad de las llamadas "primarias abiertas", el no va más de la modernidad. Si no te satisfacen, es que eres un arcaico dinosaurio. Pues qué quieren que les diga, yo valoro más el compromiso y la militancia de todos los días, antes que todas esas pasarelas electorales.


Estoy muy de acuerdo con la necesidad, que preconiza el vídeo, de comprometerse en estos tiempos de plomo, sin miedo y sin ambages. De luchar todos los días en los tajos, en los movimientos sociales, en las mareas, pero trasladando todas esas experiencias al ámbito político. Sin canalización de las luchas sociales hacia los ámbitos de toma de decisión, se puede generar frustración y una caída en la desesperación, fundiendo las energías de resistencia y contestación.

Por eso creo que hay que tomar partido, hasta mancharse -como diría el poeta-, y la mejor alternativa es IU, con todas sus deficiencias y errores. Entre todos y todas podemos y debemos fortalecer un proyecto colectivo, abierto al diálogo con otros espacios, por supuesto, pero convencidos de que la tarea hecha durante décadas merece una continuidad en los tiempos que se avecinan.


Izquierda Unida pone el marcha su campaña de afiliación bajo el lema 'Es la hora' para lograr un "crecimiento organizativo que siente las bases para construir la alternativa"

 
Izquierda Unida ha puesto en marcha una campaña de afiliación a nivel federal bajo el lema 'Es la hora'. Esta formación cumple así uno de los objetivos marcados por su dirección para que el consolidado aumento en el respaldo político de la ciudadanía vaya acompañado de “un crecimiento organizativo que nos permita sentar unas bases firmes para un proyecto sólido que consolide la construcción de la alternativa. Para ello necesitamos ser más, para ser más fuertes en las calles y en las instituciones”, según explica Miguel Reneses, secretario ejecutivo federal de Organización.

La campaña cuenta con un material elaborado expresamente para la misma, coordinado por la Secretaría de Comunicación Interna, para utilizarse tanto de forma física y tradicional por todas las federaciones que integran la organización, como para su difusión en las redes sociales y aplicación práctica en Internet.

Incluye el vídeo ‘Es la hora’, un apartado específico para las distintas webs, tanto federal como de sus organizaciones, para ser accesible en todos los territorios.

Izquierda Unida suma esta campaña planteada a comienzos de 2014 a otras actuaciones políticas específicas a las que quiere dar especial importancia, entre ellas la ‘Campaña por el derecho de las mujeres a decidir’, aprobada la semana pasada por su Consejo Político Federal (CPF) para dar una respuesta clara y contundente a la reaccionaria y restrictiva nueva ley de aborto que quiere imponer el Gobierno de Mariano Rajoy y que en estos momentos se encuentra en la fase de anteproyecto.

De forma paralela, la organización que coordina Cayo Lara sigue avanzando en la preparación de la importante cita electoral de las Elecciones Europeas del próximo mes de mayo, sin olvidar los retos marcados en su X Asamblea para volcar a la organización en la respuesta al conflicto social marcado por las políticas restrictivas y de recortes en nuestro país marcadas desde fuera por la troika, así como en la creación de un bloque social y político para enfrentarse a la involución neoliberal.

Miguel Reneses considera que “es la hora de hacer este esfuerzo y, por eso, hacemos esta campaña. Es la hora de poner en valor el trabajo colectivo. Es la hora de tensionar la organización y fortalecerla, desde la acción política y la movilización”.

Izquierda Unida se ha dotado de un plan de organización y extensión organizativa que debe desarrollarse en todas las federaciones. Pretende extender la organización de manera territorial y sectorial. ‘Es la hora’ se presenta como una herramienta más para la consecución de los objetivos marcados y esta campaña sólo tiene sentido si se articula desde la base, desde las asambleas, con la ayuda de sus federaciones.

Entre los objetivos de la campaña está:

- Desarrollo y puesta en marcha del plan de extensión organizativa en las federaciones.
- Fortalecer la organización y la afiliación a IU en el marco de la movilización y la acción política.
- Potenciar la extensión territorial de IU.
- Potenciar la extensión sectorial (movimiento sindical, mareas, jóvenes, mujeres y mayores)
- Potenciar las áreas de elaboración colectiva.
- Activar al conjunto de la Organización para el desarrollo y la extensión organizativa. Situar a IU a la ofensiva.

Esta iniciativa para la afiliación se entiende en el marco de una organización volcada en la acción política y la movilización. No se trata de hacer una campaña de afiliación aislada sino siempre vinculada al trabajo social y político que se realiza.

“Las tareas son numerosas (lucha contra la reforma del aborto y de la Administración Local, desarrollo de la Red de Solidaridad Popular, insumisión a la LOMCE, Elecciones europeas…) y es en el desarrollo de la mismas donde debemos activar nuestra campaña de afiliación”, indica Reneses, para quien “‘Es la hora’ es una campaña a largo plazo y acompañará todo el desarrollo del plan de organización y extensión”.

miércoles, 8 de enero de 2014

La sangre sigue fresca en Gaza

Mientras resuenan los ecos de la gira de John Kerry por Palestina-Israel, no podía dejar de pensar en las potentes viñetas de Notas al pie de Gaza, novela gráfica de Joe Sacco. Memoria histórica es recordar cómo Israel, desde su misma fundación, ha violado sistemáticamente los derechos humanos de los palestinos, y la evocación de las agresiones sobre Khan Younis y Rafah, descritas en este cómic, resulta muy pertinente.


Os acompaño una crítica de esta obra a cargo de Javier Valenzuela, recogida del diario "El País" de 24 de abril de 2010.

Sangre siempre fresca en Gaza

 Por Javier Valenzuela


En la historia universal de la infamia contemporánea, Gaza ocupa uno de los primeros lugares junto al gueto de Varsovia, Soweto y la Ciudad de la Alegría de Calcuta. La franja de Gaza -sé de lo que hablo, he estado allí varias veces- es una pesadilla: un erial de basuras, escombros, chabolas y edificios acribillados donde se apiñan, cercados por tierra, mar y aire por el Ejército más poderoso de Oriente Próximo, un millón y medio de seres humanos desesperados. Llámenlo como quieran: campo de refugiados, gueto, campo de concentración, pudridero en vida.


Joe Sacco ha pasado largas temporadas en Gaza. Nacido en Malta en 1960, con pasaporte estadounidense, Sacco es un reportero de tomo y lomo que, en vez de contar sus historias a través de textos, crónicas radiofónicas, piezas televisivas o documentales cinematográficos, lo hace a través de tebeos. Sí, tebeos, historietas, novelas gráficas, cómics, ese género maravilloso con el que mi generación se hizo adicta a la lectura. Pues bien, en 2001 una revista estadounidense les encargó a él y al escritor Chris Hedges un reportaje sobre Gaza. Una vez sobre el terreno, Sacco recordó haber leído algo de Noam Chomsky sobre una matanza de civiles palestinos en Khan Younis, una localidad de la franja, ocurrida en noviembre de 1956. Los dos recogieron testimonios de supervivientes y de ellos se desprendieron imágenes atroces de varones palestinos puestos en fila contra las tapias del lugar y sumariamente fusilados por soldados israelíes. Aquella y otras barbaries anteriores y posteriores, concluyeron los reporteros, sembraron en los corazones palestinos el odio que sentían hacia los ocupantes israelíes. Pero la revista censuró los párrafos del reportaje relativos a aquel episodio, en el que, según un informe oficial de la ONU, perdieron la vida 257 personas.


A Sacco esa "nota al pie de página" de la historia que fue la matanza de Khan Younis ya no se le quitó de la cabeza. En 2002 y 2003 volvió a Gaza. Durante semanas recorrió el minúsculo territorio, habló con mucha gente, se documentó, se enteró de otra matanza de palestinos en 1956 -la de Rafah, con 111 muertos adicionales-, puso a trabajar a investigadores en los archivos de Israel... Y de ahí surgió este libro.

Notas al pie de Gaza es no sólo un gran documental sobre los sucesos de 1956, sino también un reportaje con detenimiento sobre la franja de hoy y sus gentes. El reportero-dibujante se sitúa como protagonista de la acción y va contando tanto la vida cotidiana que comparte con los palestinos como el desarrollo de sus investigaciones y la recreación de las matanzas de Khan Younis y Rafah. Su grafismo, en la estela de Robert Crumb, retrata con vigor y realismo las personas, los escenarios y las situaciones del pasado y del presente. Sus datos son exactos; sus diálogos, auténticos, y su perspectiva humanista, la constante presencia de rostros que miran al lector, otorga a los palestinos esa cualidad de personas que les niega la propaganda israelí. Los ves deprimidos, asustados, encolerizados, deseosos de venganza; también manteniendo inquebrantables su hospitalidad y su sentido del humor.

El uso de la primera persona es muy eficaz para transmitirle al lector la impresión de que está viajando con el narrador. Sacco recorre la franja de arriba abajo, se atasca en los controles militares del ocupante, escapa a tiroteos, asiste a demoliciones por buldóceres israelíes de casas palestinas, ve pasar entierros... En la página 253, un palestino le enseña los agujeros causados en su hogar por las balas israelíes y le cuenta que sus hijos viven aterrorizados. "¡Aquí cada día es 1956!", dice.

Un tebeo puede ser un clásico del periodismo. Ese corresponsal de guerra de nuevo cuño que es Sacco ya lleva varios. Su primer éxito, a mediados de los noventa, fue la novela gráfica Palestina, fruto de una larga estancia en Gaza y Cisjordania. Luego abordó, en Gorazde y El mediador, las guerras balcánicas y, en Chechen War, Chechen Women, los dramas del Cáucaso. Muchos piensan que ha creado un nuevo género: el tebeo de investigación periodística. Su colega Chris Hedges, premio Pulitzer, opina que el trabajo de Sacco prueba que, en un momento en que los medios están recortando en corresponsalías, enviados especiales e investigaciones prolongadas, "el periodismo va a volver a ser lo que fue al principio: una forma de arte". Es una idea interesante.

"Los palestinos", escribe Sacco en el prólogo de esta obra, "no pueden permitirse el lujo de digerir una tragedia antes de que llegue la siguiente". Israel, que en 2005 retiró de la zona a sus colonos, tiene hoy completamente cercada a Gaza y, como ocurrió en el invierno de 2008-2009, la bombardea cuando le place. Los niños, mujeres, ancianos y varones palestinos que mueren en esos ataques son, en el mejor de los casos, "daños colaterales"; en el peor, "terroristas" a exterminar.

Como la sangre no se seca nunca en Gaza, tampoco debería hacerlo la tinta que lo cuenta. A Sacco le preguntan sistemáticamente en Estados Unidos por qué presenta el lado palestino del conflicto y no el israelí. Su respuesta es obvia: porque durante toda su vida, los políticos y los medios de comunicación norteamericanos sólo le han presentado la versión israelí. "¿Qué significa ser objetivo cuando hay un pueblo oprimido y otro opresor?", se preguntaba en una entrevista. "Yo prefiero ser honesto: no todos los oprimidos son ángeles, pero ello no impide que sean los oprimidos".

Vuelve a hablarse de una posible iniciativa de paz de Obama para Oriente Próximo. La reflexión más lúcida que puede hacerse sobre el asunto ya se encuentra en la última viñeta de la página 62 de este tebeo: "La única cuestión es saber hasta dónde piensan los israelíes imponer su victoria o hasta qué punto aceptarán los palestinos la derrota".