Si algo caracteriza las producciones teatrales de Arbolé es la consideración de que los niños y niñas son menores, pero no estúpidos, lo que lleva a la compañía a proponer funciones adaptadas a su lenguaje y edad, sin descuidar sus contenidos y los valores que pretenden transmitir.
Todos hemos conocido las edulcoradas versiones de cuentos infantiles tradicionales. Sin embargo, en su adaptación "¿Caperucita Roja?", el lobo deja de ser feroz, para reflejar el rostro de todos los perseguidos, y el cazador se convierte en ese ser desalmado que disfruta exhibiendo la potencia de fuego de sus armas.
La ventana de programación que Arbolé proporciona es aprovechada por compañías de variadas procedencias que, de otra manera, no tendrían ocasión de acercarse a nuestras tierras con sus propuestas. Debemos agradecer, pues, el esforzado trabajo de gentes como Esteban Villarrocha, Iñaqui Juárez o Pablo Girón que todos los días pelean para seguir ofreciendo una programación teatral y musical de primer nivel en el deprimido paisaje cultural de nuestros días.
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