Os acompaño un artículo de actualidad escrito por Adolfo Barrena: "El jueves 9 de mayo, toda la comunidad educativa
(madres y padres, estudiantes y profesionales de la educación) ha
convocado una huelga general para mostrar su unánime
rechazo a los ataques que sufre la educación pública, mediante políticas
centradas en brutales recortes que tienen como objetivo el
desmantelamiento del servicio público educativo, único garante real del
derecho a la educación en condiciones de igualdad.
A ello se suma el ministro Wert
que sigue adelante con la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la
Calidad Educativa), a pesar del rechazo de amplios sectores de la
comunidad educativa y del varapalo recibido desde el Consejo de Estado,
que sostiene que, ni se necesita una nueva ley de educación, ni es de
recibo plantearla sin amplio acuerdo con el conjunto de las fuerzas
políticas y sociales.
Las medidas que recoge la LOMCE supondrán el
principio del fin del modelo de educación pública conquistado durante
décadas, y su sustitución por un sistema mercantilizado,
cuya calidad estaría relacionada con el poder adquisitivo de las
familias. Trata así de consolidar y aumentar la diferenciación de dos
redes de educación. La pública centrada en atender a las clases bajas, y
a quienes sean rechazados por el sector privado y zonas rurales, que no
son rentables para la iniciativa privada.
También se quieren potenciar centros de diferentes
niveles según los contextos socioeconómicos, fomentando la
especialización y “excelencia” de unos en detrimento de otros, en lugar
de garantizar el derecho universal a una educación de calidad para todos
y todas. Además esa especialización estará más ligada a intereses
privados empresariales y de “los mercados,” que a la formación integral
del alumnado.
La LOMCE pretende potenciar territorios
escolares reservados a la élite, excluyendo a su vez a las
hijas y los hijos de la clase trabajadora a la hora de acceder a
determinados niveles y centros educativos. Por eso busca reducir el
período de enseñanza obligatoria, la exclusión de una parte de quienes
han sido incluidos en el último medio siglo y la reformulación del
principio de gratuidad mediante fórmulas de re-pago. El bachillerato
supondría gastos que no toda la ciudadanía podrá costear, por no hablar
de los aumentos, que ya estamos sufriendo, de las tasas para los ciclos
de FP, de las tasas universitarias o de los desorbitados precios de
másteres y cursos de postgrado.
Todo enmarcado, a su vez, en un proceso de recortes
que atacan directamente la calidad de la educación pública: aumento de
ratios de alumnado, reducción drástica de personal docente, eliminación o
reducción de becas y ayudas, presupuesto irrisorio en las partidas
destinadas a formación, investigación…
La comunidad educativa viene reclamando desde hace
meses las medidas que pueden mejorar la calidad del sistema educativo
con equidad, asegurando en todo caso los recursos necesarios para ello y
aplicando un “rescate” a la educación pública semejante al que se ha
puesto a disposición de las entidades bancarias. La educación pública no
se vende. Se defiende.
Defendemos una educación pública
inclusiva, igualitaria, laica, de calidad, gratuita y democrática. Una
educación laica que respete la libertad de conciencia y elimine toda
forma de adoctrinamiento del currículo escolar. Una educación
personalizada, integral e inclusiva, que reduzca la ratio de estudiantes
por grupo y potencie la tutoría y la orientación educativa, con un
currículo y una organización pensados para atender mejor a la diversidad
del alumnado y formar ciudadanos críticos y capacitados para cooperar
en la construcción de un mundo mejor y más justo. Una educación en
igualdad que fomente la coeducación y no segregue por razón de sexo ni
de orientación sexual ni por ninguna otra característica de índole
personal o cultural.
Por ello toda la comunidad educativa y toda la
ciudadanía debemos sumarnos a la huelga del 9 de mayo,
tan oportuna como necesaria; y a cuantas movilizaciones sean convocadas
contra los recortes y frente a las contrarreformas educativas que
quieren imponernos."
Adolfo Barrena Salces es Coordinador de Izquierda Unida en Aragón.
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