Carmen Arduña presenta el 27 de noviembre, en la Agrupación Artística Aragonesa, su nuevo poemario, Dónde el amor, publicado por Mira Editores. En Carmen vive la pasión por la historia, y no cualquier manera de contar la historia; la pasión por lo público, como demuestra su actividad en el seno del Consejo Social de la Universidad de Zaragoza; o la pasión por la política, en tanto que Secretaria de Elaboración Programática en la Presidencia de IU de Aragón.
Todas esas voces no pueden acallar, empero, la más profunda y trascendente, la más dura y descarnada, la que nos lleva a lo más profundo de su condición humana, la voz de la poesía, la pasión por el verso. Este es el quinto poemario que llega a nuestras manos, desde un ya lejano año 2002 en que apareció el primero.
Tomando prestadas las palabras de Ana Alcolea, podemos repasar la evolución de su voz poética: "Los poemas más largos, dolientes y amargos de Sin retorno (2002) habían dado paso a Tiempo de espera (2005), un poemario dolorido en el que el tiempo llevaba inexorablemente al vacío. Acariciando el Sur (2007) nos introducía a la calidez deseada y deseante. La del abrazo y la de la aurora. Se vislumbraba el deseo de que la nostalgia diera paso a la añoranza. Tiempo de añoranza da muchos pasos más: la reflexión se recoge en las once sílabas del endecasílabo, que convierte el verso en el regazo desde el que se asoma la voz poética a la ventana de los silencios, de las paradojas, de las antítesis: el dolor que ya no duele, la calma que trae la nostalgia y el naufragio que trae la añoranza...".
Teresa Gracia, en una reciente nota editorial, nos desvela lo siguiente: "Ahora, dos años después, nos sorprende con un nuevo poemario, Dónde el amor, forjado en un nuevo registro, el encuentro amoroso, y manifestado a través de un molde métrico distinto, el soneto. El lector de estos setenta sonetos se emocionará con el poder evocador de su palabra, con la sabia combinación entre naturalidad y artificio a través del cual consigue Carmen Arduña mantener el pulso discursivo y enfilar lo que creemos será su nuevo rumbo poético".
Mientras esperamos con interés y pasión disfrutar del desafío, de la nueva frontera poética que suponen esos setenta sonetos anunciados, podemos recordar con emoción estos versos de Tiempo de añoranza:
Nostalgia sin papeles, clandestina,
que en tus caricias eran nuevos anhelos.
Y su existencia sería para siempre
acogedora estancia de vida y de placeres.
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