El 13 de marzo pasado moría en Granada, tan lejos de su Balaguer natal, la escritora y militante antifascista Teresa Pàmies. Quizá muchos jóvenes no sepan hoy de quien se trataba, a pesar de reunir una copiosa obra literaria a sus espaldas y de haber protagonizado alguno de los más heroicos episodios de la guerra contra los franquistas y del posterior exilio.
Sus dos obras más emblemáticas, escritas en catalán, fueron Testament a Praga (en la que rescata la memoria de su padre) y Quan érem capitans (testimonio de la lucha de su generación). En la memoria también figura su principal obra escrita en castellano, La chivata.
Pero, por encima de todas ellas, para mí queda ese Informe al difunt (Edicions La Campana, Barcelona, 2008), tierno y doloroso testimonio acerca de los últimos días de ese "tozudo aragonés" de Tauste que era Gregorio López Raimundo, su marido. La fórmula del "informe", tan evocadora del ceremonial militante comunista, se tiñe de emoción al tratarse de una relación dirigida a quien ya no está presente ni va a poder leer el texto (Gregorio murió en 2007), por lo que inevitablemente los interperlados somos los demás, los testigos de los hechos y los sentimientos evocados.
Si queréis profundizar más en la figura de Teresa os recomiendo la lectura de "Dicen que Teresa Pàmies ha muerto", publicada por Felipe Alcaraz en las páginas de Mundo Obrero (http://www.mundoobrero.es/pl.php?id=1709&sec=6&aut=104).
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