miércoles, 27 de febrero de 2013

La sanidad pública no se vende...

...se defiende. Y para ello se ha organizado una mesa redonda "En defensa de la sanidad pública", el jueves 28 de febrero, a las 19:00 horas, en el Centro Cívico "Teodoro Sánchez Punter", de Zaragoza (Plaza Mayor de San José). Además de representantes de otros colectivos, participará Patricia Luquin, Diputada de IU y Portavoz en la Comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón.


La sanidad pública no se vende, se defiende


Estamos asistiendo a la demolición de nuestro sistema público de salud, acreditado como uno de los más eficaces, con un gasto muy razonable, para dar paso a otro modelo caro y de baja calidad asistencial basado en el aseguramiento privado, en los copagos y en la beneficencia para los que no puedan financiarlo.

En Aragón, la reducción del presupuesto sanitario per cápita en tres años ha sido de un 25% en términos reales. Este recorte tiene como consecuencia el crecimiento de las listas de espera, despidos, cierre de centros y el empeoramiento de la atención sanitaria. Todo ello con vistas a la creación de un sistema que responda a intereses privados y negocios sanitarios.

Las entidades que trabajamos para mejorar y defender la sanidad pública tenemos alternativas. ¡Acude a debatir sobre ellas!

martes, 26 de febrero de 2013

LOMCE (IV): El talento de segregar

Cuarta entrega de la serie que sobre la LOMCE de "Wertgüenza" ha escrito Enrique Díez Gutiérrez, profesor de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de León y Coordinador del Área Federal de Educación de IU.


La LOMCE es una ley profundamente clasista y segregadora. Sorprende la nula relevancia que se da a la función de cohesión e integración social de la educación, especialmente importante en el caso de la educación básica, así como que no se incluya como objetivo prioritario el éxito educativo de todos los estudiantes para garantizar la igualdad de oportunidades. Bajo el paraguas de la existencia de diferentes “talentos” en el alumnado, lo que se pretende realmente, mediante vías paralelas e itinerarios cerrados, romper el actual tronco común en la escolaridad básica, común y obligatoria, desviando y segregando al alumnado con mayores dificultades hacía vías devaluadas e itinerarios segregadores.

Parte de algo consabido, todo el mundo tiene talentos, pero especifica que éstos son de distinto tipo. Cuando lo concreta parece que unos tienen talento para el éxito escolar –que son los que irían a los itinerarios académicos en secundaria- y otros lo tienen para el trabajo manual –los destinados a la formación profesional o a los programas de formación profesional básica-. Cierto que no se puede tratar igual a los que son diferentes. Pero ese principio no debe estar orientado a excluir a las personas con mayores dificultades, sino a poner los medios necesarios para poder integrarlas.


El término “talento”, infrecuente en la literatura pedagógica contemporánea, recuperado de la terminología bíblica para utilizarlo en esta Ley se orienta en un sentido innato y selectivo que es contrario al principio y la orientación básica de la pedagogía y la psicología actual: toda persona tiene capacidad y deseo de aprender a lo largo de toda la vida. Es un profundo error científico seguir creyendo en el siglo XXI que se nace con talento o no, o unos con un talento muy reducido y otros con un talento extraordinario, y que la educación no puede cambiar ese hecho, sólo colocar a cada quien en el carril correspondiente al talento que le ha tocado. Unos en el carril de los estudios de excelencia y otros en el carril de la formación para el trabajo. Este prejuicio sin fundamento es el que ha asentado, hasta épocas recientes, que a los deficientes psíquicos no se les educaba, porque se consideraba que era un esfuerzo inútil. No podemos volver a prejuicios ya superados sobre el modelo de los supuestos “talentos” que considera la inteligencia como algo innato e inamovible y que hay que clasificar a los sujetos para dar a cada uno una vía diferente según el juicio que se determina en edades tempranas. Esto fue lo que llevó a determinar a temprana edad que Albert Einstein no tenía talento y era un fracaso escolar. Lo que la escuela debe contribuir es a desarrollar la capacidad de apasionarse por el aprendizaje de todos los jóvenes. Esto sólo es posible a través de un proceso de aprendizaje motivador que facilite realmente que todos los jóvenes puedan desarrollar su inteligencia hasta el máximo de sus potencialidades.


Los
itinerarios que plantea esta reforma son la vía para seleccionar y clasificar cuanto antes al alumnado, desgajándolo del tronco común en educación. Itinerarios que son una restauración de la LOCE de Aznar y que no conducen a reducir el abandono y el fracaso escolar, como se pretende hacernos creer, sino a eliminar progresivamente la igualdad de oportunidades y la formación común durante la etapa obligatoria.

Los datos internacionales confirman sistemáticamente que
los países con buenas puntuaciones en PISA, como los países nórdicos, poseen también un alto grado de comprensividad (es decir, sin vías selectivas y diferenciadoras en la enseñanza secundaria obligatoria). Es más, los países que segregan a edades tempranas tienen resultados menos igualitarios, es decir, hay mayor conexión entre el estatus socioeconómico de la familia y los resultados escolares. La mayor parte de Europa eligió el camino contrario hace años no sólo porque el otro era injusto, pues sobra evidencia de que condena al alumnado de familias en desventaja, sino porque era ineficaz, pues privaba a la sociedad de una reserva de talento. El informe del 2012 de la OCDE titulado Equity and Quality in Education: Supporting Disadvantaged Students and Schools, muestra cómo la equidad y los buenos resultados académicos van de la mano.

La LOMCE implanta de hecho diferentes itinerarios desde casi el comienzo de la ESO. Con el denominado eufemísticamente
Programa de mejora del aprendizaje y el rendimiento en 2º y 3º de la ESO, es decir desde los 13 años, agrupando al alumnado que haya repetido al menos un curso y quienes tienen dificultades, ofreciéndoles un currículo devaluado, algo que hará muy difícil incorporarse a 4º de ESO desde este programa y superar posteriormente la reválida para obtener el título de ESO. Por lo que parece buscarse que este programa acabe siendo la “vía natural” hacia la nueva Formación Profesional Básica, otro segundo itinerario.

La
Formación Profesional Básica (FPB) sustituye a los actuales PCPIs (Programas de Cualificación Profesional Inicial). Mientras que los PCPIs estaban dirigidos a dar una oportunidad al alumnado con mayores dificultades de aprendizaje para evitar el fracaso escolar al final de la escolarización obligatoria (mayores de 16 años) y conducían a la obtención del título de Graduado en Educación Secundaria, la FPB se adelanta a partir de segundo curso de la ESO, a los 15 años, si se ha repetido. No da acceso directo a la Formación Profesional de grado medio y, aunque contempla en el 2º borrador la posibilidad de adquirir el título de Graduado, no propone medidas adecuadas para que esa posibilidad pueda hacerse realidad, algo que condena de hecho a este alumnado a la marginación social, pues no le permite continuar sus estudios o insertarse en el mundo laboral con una mínima titulación básica. Además no sería una opción muy excepcional (como los PCPI) sino una vía ancha para conducir de forma masiva hacia la FPB a un alumnado muy joven. Esta filosofía segregadora del PP se traslucía muy claramente en el primer redactado del anteproyecto en donde se proponía empujar a estos programas a los que tuvieran una “situación socioeconómica desfavorable”, equiparando pobreza y poca capacidad para el estudio.

La
separación tajante de cuarto de ESO en dos vías, la de enseñanzas académicas, que conducirá al Bachillerato, y la de enseñanzas aplicadas, que conducirá a la Formación Profesional, continuará con la diferenciación temprana del alumnado. De hecho se adelanta la vía hacia la formación profesional a 3º de ESO, a través de asignaturas optativas, para que en 4º los itinerarios hacia la FP o el Bachillerato estén "bien diferenciados", derivando cuanto antes a la población escolar con mayores dificultades o menos recursos hacia la FP de grado medio, convirtiéndola de nuevo en una vía de segunda categoría. Impidiendo además que se pueda pasar de una opción a otra.

Estos itinerarios suponen una segregación clasista, un ataque directo a la compensación de las desigualdades de origen. Cuanto antes se segrega más se atenta contra la igualdad de oportunidades y se niega la capacidad de cambio de niños y niñas y adolescentes. Por ello la filosofía de este modelo educativo del PP apunta claramente a generar más desigualdades y favorecer una sociedad aún más clasista que la existente.


Enrique Díez Gutiérrez es profesor de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de León y Coordinador del Área Federal de Educación de IU.

lunes, 25 de febrero de 2013

Sumando para el cambio

Os acompaño la "carta" virtual que nos ha enviado Pablo a todos aquellos que rubricamos su petición de dimisión de la cúpula del Partido Popular, formulada a través de Change.org. Son pequeños pasos, pero que todos sumados (apoyo a ILP anti-desahucios, rebaja de las tasas judiciales) nos sirven para ver que movilizarse tiene sentido y ayuda a cambiar las cosas.


¡Hola Jesús!

Soy Pablo, el creador de la petición que ha reunido más de un millón de firmas pidiendo la dimisión de la cúpula del Partido Popular. Muchas gracias por apoyarla.

Con cada firma, un correo electrónico se enviaba automáticamente al Partido Popular, por lo que sus dirigentes hace tiempo que saben de tu exigencia. Sin embargo, durante los últimos días varios miembros del partido en el Gobierno han puesto en duda la validez de tu firma.

Parece que aún no eran conscientes de que este movimiento cívico que estamos construyendo en pro de la transparencia y contra la corrupción es muy real. Por eso, hoy he acudido a la sede central del Partido, en Génova 13 para hacer entrega simbólica de todas vuestras firmas.

He ido como un ciudadano más, en mi condición de joven en prácticas, y acompañado de un médico, una profesora, un bombero y un estudiante, colectivos especialmente afectados por las políticas del Gobierno. Nuestro fin era actuar como emisarios de tu indignación, ser el altavoz de ese millón de voces que hasta el momento resonaban mudas. Y en el PP no han tenido más remedio que recibirnos y aceptar el sobre para que quedase constancia de ese clamor.

Siento haberos hecho esperar: lamento que algunos perdierais la ilusión y llegarais a pensar que no las íbamos a entregar en persona. Os pido a todos perdón por la tardanza, pero realmente organizar estas cosas es más complicado de lo que parece cuando muchos tenemos trabajos precarios que ocupan la mayor parte del día. Y, no te lo voy a negar, ¡superasteis mis expectativas! ¡Un millón de firmas en una semana!

Ahora es el momento de que tú actúes para demostrar que eres algo más que una firma. Es el momento de que salgas a la calle para decirle bien claro al Gobierno lo que piensas. Este sábado 23, cientos de miles de personas (médicos, profesores, funcionarios, parados, estudiantes...) se manifestarán por toda España formando una gran marea ciudadana para reclamar democracia, libertad, justicia y respeto a los derechos sociales. Haz clic aquí para saber cuál es la manifestación más cercana.

Y para complementar este hito, he pensado en lanzar hoy un HT en Twitter: #SomosMásDe1Millón. Haz clic aquí si quieres para enviar un tuit de forma automática.
Gracias por unirte a esta ola de cambio y recuerda: Vosotros sois el rescate que estábamos esperando.

Pablo Gallego

viernes, 22 de febrero de 2013

Un sábado de Mareas

La Marea, el periódico mensual con vocación de convertirse en semanal de MásPúblico, aprovecha la salida de su próximo número para presentarse en Zaragoza. El sábado 23 de febrero a las 13 horas nos esperan en La Pantera Rossa. MásPúblico es una cooperativa periodística fundada íntegramente por ex trabajadores de la edición en papel del diario Público.


”El dinero que se esfuma” es el titular de la portada de la tercera edición del mensual La Marea, que analiza la sangría que supone la evasión de impuestos, así como los paraísos fiscales que amparan este fraude gigantesco. Paraísos fiscales que no sólo están en Suiza o en las Islas Caimán; también dentro de España existen fórmulas para hurtar a Hacienda el pago de impuestos, como las famosas SICAV, una fórmula utilizada, por ejemplo, por varios miembros de la familia Borbón. Incluye también reportajes sobre la frustrada primavera marroquí, el feudo neonazi en Berlín y los juicios a la dictadura argentina.  El mensual dedica a su vez cuatro páginas a Andalucía, con una entrevista al Presidente de esta Comunidad, José Antonio Griñán, y un amplio reportaje  sobre la finca ocupada de Somontes, en Córdoba, donde 17 jornaleros están plantando cara al mito del andaluz que vive de los subsidios.

Marea Ciudadana 23F Zaragoza


Casi 50 colectivos representativos del tejido social, vecinal, sindical y político zaragozano se han adherido formalmente a las acciones que la Marea Ciudadana 15M realizará este sábado 23F en Zaragoza, para rechazar frontalmente los recortes perpetrados por los sucesivos gobiernos en los derechos sociales y laborales de toda la ciudadanía. Esta Marea Ciudadana promueve una gran movilización en Zaragoza para el 23 de febrero, que tendrá lugar a las 19:00 horas en la plaza del Pilar. Además, desde la capital aragonesa se están fletando autobuses para acudir a la gran movilización que tendrá lugar en Madrid .

jueves, 21 de febrero de 2013

Jornadas sobre el Sahara Occidental

El próximo 27 de febrero se cumplen 37 años de la proclamación de la 
independencia de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). 
Con ocasión de este aniversario, desde el Observatorio 
aragonés para el Sahara Occidental, bajo el título "Sahara Occidental: 
actualidad y derechos humanos en la última colonia española", se 
organizan unas jornadas públicas destinadas a dar a conocer la 
situación actual del último conflicto colonial pendiente de resolver en 
Africa.


La fecha de celebración del acto coincide con el proceso de negociación 
de un nuevo acuerdo pesquero entre Marruecos y la Unión Europea y en el 
que pueden volver a incluirse, ilegítimamente, las aguas del Sahara 
Occidental, lo que perpetuaría de esa manera el expolio de sus recursos 
naturales. La Unión Europea y España siguen considerando a Marruecos un 
socio privilegiado a pesar de la estructural violación de derechos 
humanos en el Sahara Occidental, de la que el juicio militar a 25 
activistas saharauis de derechos humanos, acusados de participar en los 
sucesos relacionados con desmantelamiento del campamento Gdeim Izyk, es 
sólo un ejemplo. Sin embargo, los medios de comunicación no prestan la 
atención necesaria a este conflicto, llegando al apagón informativo 
respecto a las denuncias de la población saharaui. La inquietante ola de 
inestabilidad en la región del Sahel -complicada con la intervención de 
Francia- demuestra que la ya radical desestructuración de la zona debe 
ser suplida con una nueva racionalización geopolítica que pasa -entre 
otras cosas- por solventar el contencioso de descolonización del Sahara 
Occidental.
Para tratar de todos estos temas, contaremos con la presencia y 
participación de reconocidos expertos, juristas y periodistas, así como 
del representante para España de la República Árabe Saharaui Democrática 
(RASD).
Las jornadas contarán con la colaboración de la Asociación de 
Inmigrantes de Saharauis de Aragón (AISA) que, en la mañana del sábado, 
organizarán una actuación de música tradicional saharaui, así como una 
exposición fotográfica.
Por último, estas jornadas quieren servir de reconocimiento a D. Ricardo 
Vazquez-Prada Oñoro, figura histórica de la solidaridad aragonesa con el 
pueblo saharaui, a quien se rendirá un homenaje la tarde del viernes 23 
de febrero con la intervención de su familia.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Bolivia y la soberanía popular

Parece que estos días Rajoy, Margallo y Montoro han encontrado a los culpables de la crisis en España: los actores que no pagan impuestos y el Gobierno de Bolivia que nacionaliza "inamistosamente" empresas "españolas". Lo de los actores es una vendetta ante el compromiso social de las gentes de la cultura y lo de Bolivia incide en la búsqueda de un enemigo exterior al que culpar de los males de la patria. Os acompaño un interesante artículo de Erika González sobre el caso boliviano, publicado en La Marea.


La nacionalización de la filial de Abertis y Aena en Bolivia: un avance hacia la soberanía


El Gobierno boliviano decretó el lunes la nacionalización de la empresa Servicios de Aeropuertos de Bolivia Sociedad Anónima (Sabsa), filial de Abertis y Aena, que gestionaba los aeropuertos de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba. El Gobierno de Bolivia justifica la expropiación porque las empresas españolas han incumplido el contrato en términos de ausencia de inversión para el correcto mantenimiento de las instalaciones.

Las acusaciones a la filial de la transnacional española Abertis vienen de lejos. Ya en 2008 el gobierno de Bolivia investigó a esta multinacional para comprobar si cumplía con las inversiones contempladas en el contrato. Además, en 2009 los trabajadores de la empresa se movilizaron y denunciaron el incumplimiento de la ley del trabajo vigente en el país andino. Las quejas continuaron, tanto por aspectos laborales como por irregularidades cometidas por la empresa. Así, en 2011, tres trabajadores iniciaron una huelga de hambre para exigir un aumento salarial equiparable al aumento de las nóminas de la gerencia y solicitaron que la Contraloría General del Estado boliviana investigara cobros irregulares de la filial de Abertis y Aena.

Una vez más, vemos cómo una transnacional española es nacionalizada en Bolivia tras haber recibido denuncias por sus impactos sociales, laborales o ambientales, consecuencia de una gestión orientada exclusivamente al lucro. Es lo que ocurrió en 2006 con la nacionalización de los hidrocarburos que afectaba a Repsol, en 2011 con las pensiones que gestionaba el BBVA en oligopolio, en 2012 con el transporte de electricidad que operaba la transnacional REE y, ese mismo año, con las filiales de Iberdrola en el país andino.

Y a pesar de que el Gobierno español y los grandes medios de comunicación plantean el cronograma de expropiaciones de las empresas como una sucesión de agresiones a España, estas decisiones son, en realidad, la mera materialización de la soberanía de un país como Bolivia. Las declaraciones del Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación sobre esta nacionalización, calificándola como un “acto inamistoso” que obliga a “replantear las relaciones bilaterales”, hay que interpretarlas desde la determinación del Gobierno español —tanto del actual como los anteriores— de anteponer los intereses privados de una pequeña élite sobre los derechos fundamentales de la mayoría de la población.

En este sentido, las alusiones del Gobierno español y de las corporaciones transnacionales a la seguridad jurídica no tienen ninguna justificación. En primer lugar, porque la nacionalización de los sectores estratégicos para la economía del país está contemplada en la Constitución de Bolivia. El avance de las políticas que garantizan la gestión estatal de sectores como el eléctrico, las pensiones y el transporte, por tanto, constituye un primer paso fundamental para que estos servicios dejen de tener como prioridad el máximo beneficio para sus propietarios y pasen a funcionar con otra lógica, la del servicio público.

Pero es que, además, las empresas españolas que han tenido actividad en Bolivia, en su afán de obtener grandes ganancias, han vulnerado sistemáticamente los derechos fundamentales de gran parte de la población y han deteriorado el medio ambiente. Es decir, que no sólo no han sido “agentes de desarrollo”, sino que puede afirmarse que han contribuido a deteriorar la calidad de vida de muchos bolivianos y bolivianas. De ahí que el fortalecimiento del Estado, tanto en su actividad económica como en las labores de supervisión, rendición de cuentas y evaluación, resulte imprescindible para poder avanzar hacia la verdadera seguridad jurídica, la que sitúa los derechos de las mayorías sociales por encima de los intereses privados de una minoría.

Estas políticas, vistas desde un contexto como el que tenemos en el Estado español, donde se está dando el proceso exactamente a la inversa —se nacionalizan los bancos y cajas con pérdidas para luego sanearlos con dinero público y, finalmente, venderlos a un precio muy bajo a las grandes entidades financieras—, representan una buena referencia del camino a seguir. De hecho, son reivindicaciones básicas que deberían servir como modelo a seguir por los movimientos sociales para construir, entre todos y todas, otros modelos de economía y sociedad que no estén subordinados a la lógica del capital transnacional.

Erika González es Investigadora del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) y autora de Las multinacionales en Bolivia. De la desnacionalización al proceso de cambio (Icaria, 2010).

lunes, 18 de febrero de 2013

LOMCE (III): Adoctrinamiento sin valores

Una nueva entrega de la serie "LOMCE de Wertgüenza", a cargo de Enrique Javier Díez Gutiérrez, profesor de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de León y Coordinador del Área Federal de Educación de IU.


La nueva reforma educativa, denominada LOMCE (Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa) es una ley que potencia el adoctrinamiento católico en la escuela. Esta ley, tras eliminar la Educación para la Ciudadanía, acusándola de adoctrinar ideológicamente, sigue manteniendo el auténtico adoctrinamiento ideológico de la Religión en la escuela y la financiación de los centros católicos a través del régimen de conciertos, conservando las disposiciones adicional 2ª y 3ª de la LOE, que potenciaban la religión en la escuela pública y otorgaban relevancia profesional al papel de las personas designadas por los obispos católicos.

Es más, en clara concesión a la jerarquía católica, que viene reclamando la existencia de una
alternativa evaluable a la asignatura de Religión para evitar la fuga del alumnado de esas clases de adoctrinamiento, esta ley obliga a que todo el alumnado tenga que cursar Religión Católica o Valores Culturales y Sociales como alternativa evaluable, volviendo a la LOCE del Gobierno Aznar en 2002. Dado que la nota de estas asignaturas contará para repetir curso las familias volverán a elegir la religión católica, donde tienen buena nota asegurada, como nos dicen las estadísticas.

Se extiende el adoctrinamiento incluso hasta Bachillerato
, pues entre las asignaturas específicas de las que se debe cursar un mínimo de 2, aparece la Religión, por encima incluso del nivel de la Lengua Cooficial y Literatura que queda como asignatura de “especialidad”. Es más, desaparece la asignatura de Ética Cívica de 4º de la ESO, es decir la única asignatura que en Secundaria servía para enseñar la reflexión ética sin moral religiosa. A cambio establece que “el emprendimiento y la educación cívica y constitucional se trabajarán en todas las áreas” en la ESO. Una “educación cívica” que, ya sabemos, incluirá temas como la defensa de la iniciativa económica privada en la generación de la riqueza y el fomento del espíritu emprendedor, la defensa de la propiedad intelectual, la alusión constante a la simbología del Estado Nacional, o cuestiones especialmente controvertidas, como la moralidad humana y el respeto a la vida ligadas a los postulados de la iglesia católica. La misma intencionalidad hace que desparezca la asignatura común para todas las modalidades de Bachillerato, Ciencias para el Mundo contemporáneo, ya que en ella parecen enfrentadas la opinión científica y la católica, tanto en la compresión del mundo como en la toma de algunas decisiones personales.

Es una
ley que retrocede en la igualdad. Da cobertura legal asegurando el concierto a los centros de educación diferenciada por sexos, estableciendo que no es discriminatorio que los centros segreguen a su alumnado por esta razón, incumpliendo así la reciente sentencia del Tribunal Supremo. Esto es una concesión a la presión de un sector de la iglesia católica más conservadora que separa al alumnado por sexos en función de sus prejuicios morales y religiosos que transmiten en la educación. Esta ley consagra que se financie con los impuestos de toda la ciudadanía este sistema de segregación anticonstitucional y contrario a los derechos humanos.

Incluso el texto incumple la Ley Orgánica de Igualdad que determina en su Título II que la Administración pública debe mantener en sus publicaciones un lenguaje que no discrimine por razón de sexo y que fomente y persiga la igualdad. En este redactado subyace una clara intención de pasar por alto, invisibilizar u ocultar la presencia de todas las alumnas, las maestras, las profesoras, las directoras, las madres, las técnicas y todas las mujeres que se encuadran dentro de la comunidad escolar y que precisamente en este ámbito son mayoritarias.


Es una ley que también
quiebra los principios de igualdad, mérito y capacidad en la selección del profesorado en la educación pública, introduciendo la posibilidad de contratar profesorado bilingüe o plurilingüe al margen de los procedimientos normativos establecidos para impartir docencia.

Por eso, en el contexto de este modelo, no sorprende ya que incluso se modifiquen los
criterios para la admisión del alumnado, incluyendo el rendimiento académico –en centros de especialización curricular- con hasta un 20% de la puntuación. Los centros podrán, con esta modificación, seleccionar claramente a su alumnado. A esto hay que añadir aún que, con la “especialización” y la introducción de “aspectos específicos” para la definición del “carácter singular del centro”, podrán seleccionar todavía más al alumnado. Esto es otra concesión y cobertura legal a los sistemas de selección encubierta que venían haciendo desde la escuela concertada que ya podrá hacerlo explícitamente y sin tapujos. En poco tiempo los datos nos confirmarán que se habrá avanzado en la discriminación hacia el alumnado inmigrante y de minorías que si ahora sólo un 20% es admitido en estos centros concertados, estando el 80% restante en la pública, prácticamente desaparecerá con las herramientas que les facilita esta ley.

Si a esto le añadimos la
zona única de escolarización que el PP está creando en todas las Comunidades Autónomas, donde se facilita que las familias con recursos y medios puedan llevar a sus hijos e hijas desplazándose a centros fuera de su entorno para evitar la diversidad y pluralidad de las escuelas públicas, la segregación está servida y consagrada. Pero, ciertamente, ésta es la ideología del PP: no mezclar a sus hijos e hijas con los que no son de su misma clase. Lo tienen claro y no ven ninguna contradicción ni escándalo en establecer normas y legislaciones que así lo establezcan.

Es una ley no sólo sin financiación, sino que justifica ideológicamente los recortes realizados. Es una ley que combatirá el fracaso escolar “maquillando las estadísticas” y expulsará del sistema al alumnado con más dificultades socio-económicas. Es una ley que promueve un modelo educativo clasista, apostando por la segregación temprana y estigmatizando la diversidad educativa, atacando la educación inclusiva y la coeducación, manteniendo la religión en la escuela y negando la participación de la comunidad educativa. Compendio de viejas recetas que no han dado los resultados supuestamente esperables en aquellos países en los que se han aplicado y que la comunidad científica internacional ha rechazado de plano. Lo peor de esta ley es que no construye la escuela del futuro, sino que restaura la mala educación del pasado.


Enrique Javier Díez Gutiérrez es profesor de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de León y Coordinador del Área Federal de Educación de IU

viernes, 15 de febrero de 2013

Quizá necesitemos a Brecht

Os acompaño un magnífico texto de nuestro querido Juan Antonio Hormigón, ese aragonés de acero, dramaturgo, director de escena, estudioso, ensayista, docente y, sobre todo, agitador cultural. Su recomendación: volver a Bertolt Brecht en el 115 aniversario de su natalicio. Y yo añado, en la buena compañía de Peter Weiss, Max Frisch o Isabel Alba.


No son los tiempos que corren similares a los que vivió Brecht en sus inicios como escritor y director de escena. No son los años veinte y treinta del pasado siglo, en que las confrontaciones de clase y el combate con los fascismos emergentes y dominantes planearon como una pesadilla sin reposo en el acontecer de la humanidad.

Tampoco corresponde al periodo de guerra, la Segunda Mundial, tan agrio, cruento y sumido en la barbarie de todas las guerras. Ni es el posterior al conflicto bélico, en que los pueblos deseaban la paz, la justicia y la equidad, que tampoco llegó. Pero fue un tiempo en el que en Europa, el afán por reconstruir se unió a la esperanza de cambios sustantivos en las relaciones sociales. Otra guerra, ahora “fría” en su denominación político-publicitaria, vino a truncar anhelos, a desdibujar el sentido de combates y combatientes, a alterar el sentido de las palabras, etc.


Nada de esto se parece en puridad a lo que hoy padecemos, sobre todo en países que soñaron con un bienestar “caído del cielo”, basado en efímeros consumismos y vil mercadeo de lo necesario. Cancelado el embeleso de tanto aturdido afán, tanta inconsciencia, tanto frenesí de poseer lo superfluo y lo innecesario, tanta indisimulada presunción de nuevos ricos, el fracaso de un economicismo voraz y abyecto, en que las cosas y los actos se miden tan sólo por la rentabilidad contable que generan, ha derrumbado ante nuestros ojos atónitos toda la parafernalia de falsos relumbres de la ficción construida. Y la ficción ha caído sobre nosotros, las gentes del común que somos la inmensa mayoría.


Es una crisis del sistema que la lleva implícita en sus entrañas, pero que tan sólo padecen las gentes del común. En sus reductos protegidos, en sus cónclaves secretos, en sus reuniones sociales exclusivas que recuerdan las del film de Kozintsev y Trauberg
"La nueva Babilonia", los sectores dominantes, los que se consideran a sí mismos los dueños del mundo, siguen con su jarana enloquecida, con su obsesiva ambición de poseer. Exprimieron a las gentes en los años quiméricos de un mundo color de rosa, enrolándolos en operaciones crediticias con intereses que hipotecaban sus vidas; se dedicaron a sus malabarismos financieros y finalmente se desmoronó el tingladillo, pero ellos siguen aumentando sus beneficios en mayor medida y sus víctimas pagan sus estropicios. Ganan siempre, y los gobiernos parecen entregados a la tarea de protegerlos para que nada cambie, como fieles capataces de sus directrices.

El viejo capitalismo que había limitado su saña explotadora con la aceptación de políticas sociales redistribuidoras en la educación, la sanidad, la cultura, el desarrollo científico, el diálogo con los sindicatos para establecer convenios en los diferentes segmentos de la producción, así como medidas de solidaridad con los desfavorecidos, ha tirado la careta y regresado a los orígenes. Se ha rebautizado eufemísticamente como “neo-liberalismo” para desdoro de los liberales de raíz y convicción. Y en aras de sus principios fanáticos y obcecados hasta el límite, intenta imponer una terapia social de choque para destruir los fundamentos del Estado social, los logros conseguidos a lo largo del último siglo, el concepto de lo público en la economía, la educación, la sanidad, la cultura, la ciencia, etc. Su intención es privatizarlo todo y que disfrute de lo necesario aquel que se lo pueda pagar.


En este mundo que ahora padecemos, ¿no tiene la literatura dramática escrita por Brecht lugar y presencia revitalizados? ¿No son sus temáticas perceptibles, pertinentes, analogizables? Pienso, por ejemplo, en
"La panadería" (Der Brottladen): Un grupo de parados representan una obra en un patio entre casas. Combaten por conseguir un panecillo, el dueño de la panadería se lo niega, no tienen dinero. Hay incluso una muerte. La obra es áspera, directa, carente de cualquier sentimentalismo gratuito. Intenta mostrar las causas de que eso suceda. Quizá dudemos de que alguien pelee ahora por un pedazo de pan, aunque hay ya muchas personas que viven de la beneficencia, pero sobre todo: ¿qué imágenes y escenas nos ofrecen los desahucios, por ejemplo, lo que sabemos de los parados que tanto se asemejan a las presentadas en este texto?

Es fácil, cada día más, descubrir a nuestro alrededor personajes empingorotados que actúan con la ambivalencia de Puntila, otros que padecen la ceguera de Madre Coraje o que se producen con la duplicidad de Shen-Te/Shui-Ta en Sezuán y sus mismas contradicciones; empresarios -¡perdón!: emprendedores en jerga pijopolítica- que son almas gemelas del Mauler de Santa Juana, y no pocas personas que como Juana Dark subliman sus padecimientos por el bien de los pobres, pero no alcanzan a comprender las causas reales de la pobreza o el desespero de la mayoría, ni aprenden a combatirlas realmente. Vemos todos los días cómo pobres gentes, similares al paquetero Galy Gay, son fanatizadas con denuedo por grupos mediáticos, políticos, religiosos, empresariales, etc., hasta que pierden toda lucidez o capacidad de decidir por sí mismas y se convierten en marionetas del poder para la guerra, para el laboreo, cuando votan, cuando rugen en los estadios, etc.


¿No describe
Mahagonny el consumismo delirante de la forma de sociedad engendrada por el capitalismo degradado? ¡Qué decir de los “Tuis”! ¿No siguen mereciendo ese apelativo muchos de los que se denominan intelectuales? ¿No sigue la ciencia corriendo el peligro permanente, como nos plantea Galileo, de ser utilizada por los poderosos para sus fines, enajenándola de su condición de bien común para toda la humanidad? ¿Es la justicia igual para todos o rigen los privilegios de clase respecto a la condición del delincuente, como nos expone "La excepción y la regla"?

Pero las temáticas constituyen tan sólo un aspecto de la cuestión. Las obras de Brecht apuntan a establecer mecanismos para hallar una salida a la contradicción fundamental del capitalismo que se ha acentuado en los últimos años: la que opone al carácter social del trabajo el carácter privado de la apropiación. Los cambios de apariencia que este sistema ha ejemplificado constantemente a lo largo de su historia, nunca han logrado superarla porque es la base de su existencia. Y esa convicción transformadora por un cambio en las relaciones productivas con todo lo que eso conlleva, está presente en toda la producción brechtiana.


Pero ante todo tenemos al Brecht que concibe el teatro del tiempo que vivimos. En concreto de su sentido. En el tomo III de sus
Escritos, en el apartado que titula “El lugar del teatro”, asegura: “Es un privilegio de las artes el poder participar en la formación de la conciencia de una nación”. Una propuesta que podríamos colocar el vestíbulo de nuestros coliseos. La afirmación conlleva ante todo responsabilidades para las artes y las escénicas en nuestro caso. ¿Qué teatro debemos hacer para construir dicha conciencia? Ese tipo de representación que se concibe como simple producto y se trata como una mercancía más, no será obviamente el apropiado.

El 16 de enero de 1942, Brecht anotaba en su
Diario una reflexión en torno a una de las características de dicha responsabilidad:
«el arte y la moral no están en armonía en nuestra sociedad; cuando la moral de una sociedad se hace asocial, es bueno que el arte desarrolle su propia moral (artesanal) y que en lo demás se vuelva artesanal, una moral social. Una forma de actuación teatral que reproduzca el comportamiento humano de manera tal que la sociedad reaccione en forma productiva exige algo así como una conciencia de la responsabilidad, es decir una cualidad moral. Por supuesto que es necesario convertir los preceptos "debo" en preceptos "quiero". Para el actor eso es una emancipación, significa la conquista del derecho a influir sobre la gestación de una sociedad, el derecho a ser productivo. Objeto moral debe convertirse en sujeto moral. La moral se vuelve producción. El artista no sólo tiene una responsabilidad ante la sociedad sino que induce a la sociedad a hacerse corresponsable. en una palabra: la sociedad pierde su carácter de instancia, el artista debe representarla en plenitud.»
Itinerarios
El primer jalón lo sitúo en una nota de Brecht que titula: “Sobre el comienzo de siglos venturosos”. Está escrita entre 1932 y 1936 pero no consta la fecha. Se incluye en la selección de Escritos políticos
publicada en Caracas en 1971. Sus opiniones sobre el desarrollo tecnológico, la promesa de venturas sin cuento y la putrefacción de las clases dominantes, unidas por el cemento de su particular ironía, parecen escritas hoy mismo:
«En vista de todas esas máquinas y artificios de la técnica que le permiten alimentarse con facilidad, ¿no debería la humanidad tener la impresión de hallarse en los albores de un día rico y extenso, percibir la rosada aurora y la fresca brisa que señalan el comienzo de siglos venturosos? ¿Por qué todo es tan gris en torno, y por qué sopla ahora ese siniestro viento crepuscular que, al levantarse, según se dice, hace que mueran los moribundos?
Cuando una clase dominante se pudre, predomina el olor a putrefacción».
Segunda mención, escrita a fines de esos mismos años treinta. Pertenece al Me-ti, ese libro parabólico tan sugerente. Brecht aborda un tema que adquiere también ahora enorme contemporaneidad:
«Los intereses de los grandes señores exigen que se luche contra otras naciones, nuestros intereses no, y hasta se verían perjudicados por esas luchas.»
«El nacionalismo de los grandes señores beneficia a los grandes señores. El nacionalismo de los pobres también beneficia a los grandes señores. El nacionalismo no vale más porque lo sienta un pobre; la única diferencia es que, en ese caso, carece totalmente de sentido.»
Tercer jalón, referido a la propia sociedad y a la acción teatral. En la primera noche del Messingkauf, “El Filósofo” plantea una tarea para el teatro de significación notable:
«La eliminación de los verdugos no tendrá éxito sino cuando los hombres conozcan en número suficiente la causa de sus sufrimientos y de sus peligros, sepan cómo suceden las cosas y qué métodos adoptar para eliminar a los verdugos. En consecuencia, es importante transmitir este saber al número más grande posible de gente. Hoy quiero hablar con vosotros gentes de teatro, de lo que podéis hacer».
Hay un aspecto más que nos hace muy próxima la aportación de Brecht: sus propuestas escénicas. Tanto en sus escritos como en su práctica se describe, se expone, se profundiza sobre una nueva forma de hacer teatro. En su opinión, las formas teatrales del pasado están caducas. Proponen una empatía entre el actor y el personaje, e igualmente generan una hipnosis empática entre el espectáculo y el espectador. En su opinión, todo ello conlleva una idea del ser humano que no responde a la realidad actual, en la que se ha dominado en buena medida la naturaleza gracias a notables hallazgos y desarrollos en el campo científico-técnico.

Muchos de sus escritos están dedicados a esta cuestión, centrada sobre todo en el nuevo tipo de representación que proponía. Retengo alguna de sus expresiones. En un fragmento titulado “Indicaciones a los actores”, afirma: «Quien no sea capaz de entretener mientras enseña y de enseñar mientras entretiene no debe hacer teatro». Conocimiento y placer son dos cuestiones que plantea constantemente como binomio indisoluble, que debe emanar de la práctica teatral. Pero también asegura que «el arte bueno refina la sensibilidad artística, el mal arte no la deja indemne, sino que la daña. (…) El único argumento a favor del arte es que no resulta nunca inocuo».

Posiblemente sus exigencias respecto al actor emanen de supuestos como señalados. En una “Carta a un actor” escrita en sus años postreros, dice:
«El actor debe tomar posición, mental y emotivamente, respecto a su personaje y a su escena. Ese cambio de enfoque, que considero necesario, no es una operación fría, mecánica. En el arte no puede haber nada frío ni mecánico y esta nueva actitud es de naturaleza artística. Si el actor (…) no siente un apasionado interés por el progreso humano, el cambio no podrá producirse».
Un teatro así concebido tiene para él la más alta consideración dentro de las prácticas artísticas y merece una atención social relevante. Lo dejó enunciado con claridad:
«El arte teatral es la más humana y más general de las artes; es la que se practica con mayor frecuencia, porque no sólo se practica en escena, sino en la vida real. Y el arte teatral de un pueblo o de una época, debe juzgarse como un todo, como un organismo viviente, que no está sano cuando todos sus miembros no están sanos».
Creo que estas pocas referencias son suficientemente expresivas de hasta qué punto nos sigue interesando Brecht, quien nos propuso –tal como comentó a una pregunta lanzada por Dürrenmatt- que «el mundo de hoy sólo puede describirse ante el hombre de hoy si se lo describe como un mundo transformable».

Final de un comienzo
Para acometer estas incitaciones necesitamos saber a donde queremos ir, a qué meta intentamos llegar y para ello es preciso tener un horizonte. ¿Lo tenemos? Es algo que me bulle por dentro en estos años de desolación y sonrojo. No es un problema de fe sino de sabiduría, y no de nuestra sabiduría sino la del colectivo histórico en el que nos sentimos integrados. Pero un colectivo histórico no es un grupo de amigos sino una comunidad más amplia, versátil y complementaria que tiene la capacidad de establecer unas pautas que guíen hacia el horizonte, e igualmente proyectos de qué hacer una vez que lo hayamos alcanzado. Percibo que no lo tenemos y nos consumimos en luchas coyunturales que se agotan en sí mismas y no van hacia ninguna parte, no tienen futuro.

El devenir de la historia me ha hecho un tanto escéptico. A veces pienso que excesivamente. Sigo intentando comprender la realidad que me rodea y siento una desazón profunda ante lo que deduzco. No percibo que se haya definido un horizonte hacia el que caminemos colectivamente. El aturdimiento es ostensible. El capitalismo en su fase actual esta acrecentando sus cotas primitivas de barbarie, rapacidad y depredación del planeta, pero ahora posee una maquinaria de aplastamiento de la conciencia crítica por múltiples caminos, que nunca antes tuvo. Puede generar procedimientos de alienación de los individuos nunca conocidos. El propio mecanismo democrático está viciado por leyes electorales injustas y por sistemas de aniquilación del pensamiento y de la capacidad de discernir.

Entonces me acuerdo con ternura de la metáfora del topo que el joven Marx construyó para explicar el devenir histórico. Entonces acudo a los escritos de Brecht, tan agudos, tan transmisores de inteligencia y mordacidad, tan precisos. Y me renace algo de esperanza… Pronto la tierra se me viene encima, como al topo marxiano, y vuelve la sensación de desasosiego y aridez. Pero siempre conservo la esperanza dialéctica más honda de que no siempre será así, que algún día las afirmaciones vanas del presente mediocre se desvelarán como grandes mentiras, que el mundo cambiará realmente desterrando la barbarie e instaurando el Gran Orden del que hablaba Brecht. Sé sin embargo que no lo veré, pero pienso con satisfacción que lo harán otros y quizá nos dediquen algún instante de sus recuerdos.


Juan Antonio Hormigón es Secretario General de la Asociación de Directores de Escena de España. 

jueves, 14 de febrero de 2013

#ARajoyLeDiría

Los próximos 20 y 21 de febrero se celebra en el Congreso de los Diputados el Debate sobre el estado de la Nación, para abordar la política general llevada a cabo durante el año por el Gobierno. Izquierda Unida quiere llevar la voz de la ciudadanía, de la calle, al Congreso. Para ello, ha iniciado un proceso de recogida de propuestas con el objetivo de que Cayo Lara se las traslade en su intervención al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. ¡Anímate y participa!


miércoles, 13 de febrero de 2013

Isabel Alba y la estética de la resistencia

A Emilio Manrique, maestro de vida y política,
voz de los olvidados habitantes de tantos recintos Weiser

Isabel Alba Rico, guionista y profesora, es también la autora de una de las novelas más impactantes que he podido leer en los últimos tiempos: La verdadera historia de Matías Bran: Libro I: El recinto Weiser. Una prosa afilada, que utiliza diferentes técnicas (objetivismo minimalista, insertos teatrales, fragmentos periodísticos, monólogos interiores, textos epistolares), siempre al servicio de una emoción nada ternurista.


A partir de la peripecia de un personaje contemporáneo, Matías Bran, del que poco iremos sabiendo a lo largo de la novela, encontrará la autora la excusa perfecta para servirnos un fresco de aquella juventud revolucionaria, pletórica de ilusiones, que buscó hacer realidad la utopía al final de la Gran Guerra. La revolución húngara de 1919, con ecos simultáneos en Alemania (levantamiento espartaquista o República de Consejos de Baviera), es el escenario por el que comparecen los protagonistas colectivos.

Se trata de trabajadores y trabajadoras (importantísimo el papel asumido por las mujeres, que irrumpen como sujeto histórico activo) sometidos a brutales condiciones de explotación, en el campo y la ciudad (las fábricas del recinto Weiser, en la isla de Csepel), que deciden decir basta a la guerra que mata en los campos de batalla con balas y gases, y con hambre y enfermedades, en la retaguardia.

Ejemplar e ilustrativa la descripción de la división del movimiento obrero de aquellos años: con la socialdemocracia defendiendo la incorporación de los trabajadores a la guerra imperialista y los comunistas abriéndose paso con la reivindicación de ¡pan y paz! El triunfo de la Revolución rusa de 1917 muestra el camino a otras experiencias similares, pero cuyo destino será diferente y trágico. El asesinato de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht por orden del SPD, la derrota militar de la República soviética bávara o la expulsión del gobierno de los comunistas húngaros de Béla Kun, bajo presión de los socialdemócratas, que abre el camino a la dictadura del mariscal Horthy... Se entiende bien el apelativo de "socialtraidores" acuñado por esa época en contra de la política antirrevolucionaria de la socialdemocracia.

Encuentro en el tono general de la obra de Isabel Alba reminiscencias del mejor Peter Weiss, el autor de la también imprescindible Estética de la resistencia, que en sus tres volúmenes representa un monumental fresco de las luchas revolucionarias contra el nazismo.



Si entonces la crítica literiaria de La Vanguardia calificó a la novela de Weiss como "la última novela épica", algo similar podemos predicar del "Recinto Weiser" de Isabel Alba. Una épica, un aliento que estamos deseando poder retomar con un segundo o tercer volumen de una saga que esperamos continúe con impaciencia.

martes, 12 de febrero de 2013

"Sorpasso" a la gallega

Si en los tiempos de la IU de Julio Anguita alguien hubiese dicho que el "sorpasso" al PSOE podía comenzar en una Comunidad Autónoma como Galicia, hubiese sido tachado de loco o visionario. Y si embargo los datos demoscópicos aquí están: la Alternativa Galega de Esquerda de Beiras y Yolanda Díaz en empate técnico con el PSdG.


En el caso de la circunscripción de A Coruña, la AGE le saca ya al PSdG más de ocho puntos y tres escaños. Eso querría decir que la izquierda transformadora galleguista es la alternativa política al PP en Ayuntamientos tan importantes como A Coruña, Santiago de Compostela o Ferrol, entre otros.

Y todo esto con una formación política de nuevo cuño, montada de forma improvisada hace escasos meses. Entonces, ¿por qué? El liderazgo ético y político de Beiras, la tendencia al alza de Esquerda Unida-IU en todo el Estado, los errores tácticos del BNG, el cansancio ante el PP... Todo eso influye, pero creo que el factor decisivo ha sido la propuesta unitaria e ilusionante, que conecta muchas luchas defensivas y sectoriales para abrirlas hacia un escenario de disputa por la hegemonía política, en términos gramscianos. La gente cabreada y con conciencia ve que ahora sí es posible...


Y ahora viene la pregunta del millón, ¿esto obedece solo a la idiosincrasia gallega o es posible generalizar estas experiencias? En concreto, ¿podemos soñar en Aragón con algo similar? Pues salvadas todas las diferencias, creo que sí. No partimos de cero, tenemos la energía acumulada de muchas movilizaciones y el cabreo de la ciudadanía, y una experiencia político-electoral en los pasados comicios, La Izquierda de Aragón, que funcionó bien dadas las circunstancias y que ahora debería crecer en densidad programática, apertura social y compromiso de futuro.


Sé que abundan las dificultades por el camino: los legítimos intereses partidarios, la dificultad de poner en pie algo nuevo, los personalismos... Pero también creo que la ciudadanía consciente y comprometida está esperando un paso al frente y si la respuesta es consecuente, los resultados pueden ser sorprendentes. Creo que ese "sorpasso" sería al menos posible en una circunscripción como Zaragoza y en la propia capital (las dinámicas del mundo rural son diferentes, al menos por ahora).

Claro que la condición básica para que todo esto funcione es muy clara: credibilidad entre lo que se dice y lo que se hace, apertura real, no de boquilla, y contar con todo lo que se mueve crítico y alternativo. En nuestras manos está, tiempo hay por delante, y lo que no servirá después será decir que pudimos hacerlo, pero no nos atrevimos.

lunes, 11 de febrero de 2013

LOMCE (II): Privatización y mercantilismo

Continuamos con el análisis de Enrique Javier Díez Gutiérrez, profesor de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de León y Coordinador del Área Federal de Educación de IU, sobre la "LOMCE de Wertgüenza".


La nueva reforma educativa, denominada LOMCE (Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa) es una ley con una filosofía profundamente mercantilista que se refleja a lo largo de su articulado. Aunque ha tratado de maquillar esta ideología que subyace a toda la reforma en la exposición de motivos del enésimo borrador que ha difundido, esto no se ha trasladado al articulado de la ley.

La exposición de motivos, que resume la filosofía que guía el texto, dejaba traslucir en los borradores iniciales la concepción de la Educación no como un derecho fundamental que debe ser garantizado por los poderes públicos mediante una red escolar de centros públicos, sino como “un bien” particular que deberá estar especialmente
al servicio del sistema productivo, de la competitividad y de la empleabilidad. La educación se plantea así, en esta Ley, como un factor dependiente de los procesos económicos y enfocada a potenciar esos procesos, anteponiendo las necesidades de los mercados a la formación integral y a la construcción de una sociedad más justa y cohesionada.

Así, aparecía en el segundo borrador del Anteproyecto, que la educación debe entenderse como
“motor que promueve la competitividad de la economía y el nivel de prosperidad de un país […] para competir con éxito en la arena internacional […] representa una apuesta por el crecimiento económico y por conseguir ventajas competitivas en el mercado global”. El último borrador mantiene que “el nivel educativo de los ciudadanos determina su capacidad de competir con éxito en el ámbito el panorama internacional” y “abrirles las puertas a puestos de trabajo de alta cualificación, lo que representa una apuesta por el crecimiento económico”. Aunque trata de disfrazar en parte ese disparate de considerar la Educación desde una perspectiva mercantilista, introduciendo artificial y forzadamente aspectos como la necesidad de facilitar el desarrollo personal y social, de garantizar la igualdad de oportunidades, la equidad social, la justicia social…, ese maquillado de la exposición de motivos en la ley no trasciende realmente a su articulado.

Términos como “competitividad”, “empleabilidad”, “planificación estratégica”, “rendición de cuentas”, “resultados”, marcan a lo largo de toda la Ley el horizonte de lo que se entiende por educación. Hacer una reforma educativa con la idea de formar trabajadores competitivos en el mercado local y global, no es simplemente una forma estrecha de entender la educación, sino que es una
inversión completa de los principios y valores en que se fundamenta nuestro sistema educativo: formarse como profesional es algo necesario pero subordinado a la prioridad fundamental de cualquier sistema educativo, formarse como persona y ciudadano o ciudadana crítica para avanzar en la construcción de una sociedad más sabia, justa y cohesionada.

Esta es una ley
profundamente privatizadora porque introduce una nueva definición del Sistema Educativo Español (Art. 2.bis), que supone situar en un plano de igualdad al conjunto de agentes públicos y privados que “desarrollan funciones de regulación, de financiación o de prestación del servicio de la educación en España”. Supone de facto la consagración de las empresas, corporaciones empresariales y grupos religiosos que financian, prestan o regulan la educación como parte del Sistema Educativo, en pie de igualdad con el sector público educativo, abriendo las puertas a una mayor profundización en el proceso de privatización.

Además establece que la programación de la red de centros se establecerá de acuerdo a la “demanda social” y
suprime la obligación de las Administraciones educativas de garantizar plazas “públicas” suficientes, especialmente en las zonas de nueva población. Esta redacción, que modifica el art. 109 de la LOE, transforma sustancialmente la actual responsabilidad que tiene el Estado de garantizar el derecho a la educación mediante una programación general de la enseñanza que asegure una red pública, gratuita y de calidad, además de un sistema de becas y ayudas para que ningún estudiante sea expulsado del sistema educativo postobligatorio por motivos económicos. Al eliminar el término “públicas” de la redacción, establece la posibilidad de creación de centros privados con dinero público, estableciendo que las administraciones garantizarán la existencia de plazas en las zonas de nueva población, en función de la “demanda social”, que cada administración podrá interpretar de acuerdo con su orientación.

Avanza incluso más, en el último borrador de la ley, invirtiendo radicalmente este principio básico de todo Estado Social y de Derechos democrático,
consagrando la subsidiariedad de lo público respecto a lo privado. Es decir, convierte la educación pública en subordinada y dependiente de la educación privada subvencionada, estableciendo que la programación de la educación obligatoria tendrá que tener en cuenta la oferta de centros privados concertados existente además de la demanda social.

Además, por primera vez en la historia, con la excusa de “españolizar” a los estudiantes de Autonomías con lenguas propias, dispone que en todas las etapas educativas obligatorias las lenguas cooficiales sean ofrecidas en las distintas asignaturas,
obligando a las Administraciones educativas a costear con dinero público los gastos de escolarización en centros privados.

La enseñanza privada ha resultado altamente favorecida por esta reforma,
consolidando que nuestro país sea una excepción en la Unión Europea en cuanto a la existencia de enseñanza privada subvencionada. El texto modifica el artículo 116 dándoles garantías de no discriminación en la recepción de fondos sea cual sea su carácter y su ideario. Amplían los años de duración mínima de los conciertos hasta 6 años en Primaria y 4 en el resto de enseñanzas, dando tranquilidad a la empresa titular de los centros concertados ante la disminución de la población escolar. Las consejerías de educación podrán cerrar aulas en las escuelas públicas, manteniendo las de privadas, pues el concierto aprobado, que incluye el nº de aulas en funcionamiento, es para seis años. Y determina que las Administraciones educativas podrán concertar con carácter preferente y general los ciclos de FP Básica, teniendo tales conciertos un carácter general y no singular como sucedía en los Programas de Cualificación Profesional Inicial. La disposición final 3ª, que modifica 6 artículos de la LODE, anula elementos esenciales de la identidad de los centros concertados respecto de los centros privados.

Enrique Javier Díez Gutiérrez es profesor de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de León y Coordinador del Área Federal de Educación de IU.

viernes, 8 de febrero de 2013

LOMCE: una imposición antipedagógica

Enrique Javier Díez Gutiérrez es profesor de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de León y Coordinador del Área Federal de Educación de IU. Reproduzco, por su interés y actualidad, un reciente artículo suyo sobre la LOMCE, aparecido en Mundo Obrero.


La educación de nuestro país ha mejorado notablemente en la etapa democrática, si bien es evidente que tiene aspectos importantes que corregir. El principal reto que debería afrontar la educación en nuestro país es lograr el éxito escolar de todo el alumnado al menos en la educación obligatoria. Conseguirlo supondría alcanzar altas cotas de calidad y equidad en nuestro sistema educativo.

Los informes internacionales, como el reciente de la UNESCO, y los propios objetivos de Europa 2020 inciden en una prioridad básica para ello: invertir en educación. Pero las medidas que se están llevando a cabo, centradas exclusivamente en la reducción del déficit público, están determinando unas políticas restrictivas caracterizadas pura y simplemente por los recortes en el servicio público educativo. La disminución de las plantillas de los centros públicos y de los servicios educativos complementarios, el aumento de las horas lectivas del profesorado, el incremento del alumnado por clase, la supresión de Escuelas Rurales, la desaparición de programas de apoyo y refuerzo, de planes de convivencia, la subida del IVA al material escolar, la drástica disminución de las becas de comedor..., son recortes que afectan directamente a la calidad y a la equidad del sistema, al mermar la capacidad de los centros para atender a la diversidad de su alumnado y al restringir las posibilidades reales para articular planes y medidas eficaces. El proyecto de
Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE) viene, por tanto, acompañado de una memoria económica real de -5.212 millones, que son los recortes que el PP ha hecho en educación desde su llegada, y otra memoria comprometida en recortar otros 15.000 millones hasta 2015. De tal forma que los compromisos del Gobierno de España con Bruselas recortarán hasta el 3,9% del PIB el gasto público educativo, retrotrayéndonos a cifras superadas hace 25 años y situándonos a la cola de la OCDE y la UE.

Esta ley, por tanto, sirve de máscara para justificar los recortes y el desmantelamiento de la educación pública, ahondando en una reforma profundamente antipedagógica, mercantilista, regresiva, clasista, excluyente, segregadora y al margen de la comunidad educativa; una auténtica contrarreforma que atenta contra el derecho a una educación de calidad en condiciones de igualdad y supone una vuelta al sistema de enseñanza franquista.


Esta es una ley sin base científica pedagógica porque los motivos que exhibe para proponer esta reforma no están basados en ningún tipo de investigación científica ni análisis y diagnóstico del sistema actual y sólo se apoyan en prejuicios o ideas preconcebidas. De hecho, en el primer redactado del anteproyecto aparecían datos sin fecha, referencias incompletas y muchas veces equivocadas, cuadros que no indicaban su fuente… En el último redactado simplemente se tergiversan resultados de investigaciones internacionales para que se ajusten a los principios ideológicos que se quieren justificar, afirmando justamente lo contrario de lo que esas mismas investigaciones e informes internacionales concluyen. Realizando además un diagnóstico parcial e interesado del actual sistema educativo, limitándose a agrupar los datos más negativos, sin realizar una mínima aproximación a las causas reales que provocan estas deficiencias, con afirmaciones obsoletas comúnmente ya superadas entre los profesionales y expertos del mundo educativo. Aunque el Ministro afirme que “la reforma de la LOMCE se apoya en evidencias y recoge las mejores prácticas comparadas”, lo que propone realmente es legislar contra la evidencia empírica de que disponemos en el campo de la educación.


Esta es una ley impuesta sin debate ni consenso. Esta ley se ha impuesto de espaldas a la comunidad educativa y a los expertos y expertas en el campo de la educación, desde una mayoría absoluta cada vez más deslegitimada. Todo el debate anunciado se ha reducido a una consulta
on line mínima y trucada. Lo que el ministro Wert entiende por ‘debate’ consiste en a facilitar una dirección de correo electrónico a la que enviar sugerencias o críticas, sin confrontarlas ni debatirlas en foros abiertos y plurales. Y ha sido el propio Ministerio quien ha decidido cuáles son consideradas y cuáles no, sin hacer públicas siquiera las que ha recibido. Se rompe así toda posibilidad de debatir pública y abiertamente sobre los problemas concretos y deficiencias de nuestro sistema educativo, algo que concierne a toda la ciudadanía y que requiere, además, contar con las voces y aportaciones de la propia comunidad educativa y de expertos y expertas para poder tomar las medidas adecuadas a corto y medio plazo.

Esta es una Ley que aunque hace declaraciones en la exposición de motivos, omite claramente aspectos cruciales en su articulado como la equidad, la igualdad de oportunidades, la atención a la diversidad, la atención personalizada del alumnado, la rebaja de ratios o de horas lectivas del profesorado, elementos que influyen poderosamente en las actuales tasas de abandono y fracaso escolar, como demuestran todos los estudios e investigaciones internacionales, así como los propios informes de la UNESCO y la OCDE. Los sistemas escolares más exitosos para todo el alumnado, como el finlandés, son sistemas que apoya claramente la enseñanza pública, el aprendizaje personalizado, la comida gratuita al alumnado, los servicios de salud, el apoyo psicológico, la orientación y tutorización del alumnado, etc, prácticas que son, curiosamente, parte de las recomendaciones incluso del
Informe McKynsey.

Esta ley elude las recomendaciones de la propia Unión Europea sobre la necesidad de priorizar las inversiones educativas, sobre el incremento del gasto público en educación y su equiparación progresiva a la media de los países de la Unión Europea. La calidad educativa y la mejora de la enseñanza están ligadas a la inversión educativa, los recursos humanos y materiales, las ratios profesor/aula, la formación del profesorado, la atención a la diversidad o los servicios educativos complementarios, es decir, el “input”, que aparece en todo estudio internacional como sinónimo de calidad. Cualquier reforma educativa debe formalizar una Memoria Económica consensuada con el objetivo de que la inversión en la educación sea la media del PIB de la UE15 si quiere realmente conseguir los objetivos de erradicar las altas tasas de fracaso y abandono escolar, mejorando la calidad de nuestro sistema educativo. Pero para ello sería necesario la supresión del Real Decreto-ley 14/2012, el decreto de los recortes en educación, en vez de justificarlo con este Proyecto de Ley LOMCE que supone avanzar justamente en lo contrario de lo que proclama en su preámbulo, quebrando la equidad, la cohesión social y generando una estructura educativa que potencia las desigualdades personales y de origen social o económico.


Enrique Javier Díez Gutiérrez es profesor de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de León y Coordinador del Área Federal de Educación de IU.

jueves, 7 de febrero de 2013

Syriza y su propuesta para Europa

Alexis Tsipras, al frente de Syriza, obtuvo un extraordinario resultado en las elecciones generales de Grecia de 17 de junio de 2012, alcanzando un 26,89% de votos y convirtiéndose en la primera fuerza de la izquierda y principal oposición al Gobierno de ND+Pasok+Dimar. Aquí reproduzco un reciente artículo suyo.

 

Nuestra solución para Europa


Febrero de 1953. La República Federal de Alemania (RFA) se hunde bajo el peso de las deudas y amenaza con arrastrar al conjunto de los países europeos en la tormenta. Preocupados por su propia salud, sus acreedores –Grecia, entre ellos— toman nota de un fenómeno que sólo a los liberales ha soprendido: la política de "devaluación interna", es decir, de reducción de los salarios, no garantiza la devolución de las deudas. Todo lo contrario.

Reunidos en Londres y en el curso de una cumbre excepcional, 21 países deciden revisar sus exigencias para ajustarlas a las capacidades reales de su socio en punto a honrar sus obligaciones. Resuelven amputar el 60% de la deuda nominal acumulada por la RFA y le conceden una moratoria de cinco años (1953-1958), así como un aplazamiento de treinta años para su reembolso. Instituyen asimismo una "cláusula de desarrollo", por la que se autoriza al país a no consagrar a servicio de la deuda más de una vigésima parte de sus ingresos de exportación. Europa hace entonces lo contrario de lo dispuesto por el Tratado de Versalles (1919), sentando así las bases del desarrollo de la Alemania Occidental de postguerra.

Y esa es exactamente la propuesta que hace ahora la Coalición de la Izquierda Radical Griega (Syriza): proceder a espaldas de los pequeños tratados de Versalles que imponen la Canciller alemana Angela Merkel y su ministro de finanzas Wolfgang Schäuble a los países europeos endeudados e inspirarnos en uno de los más clarividentes momentos que haya conocido la Europa de postguerra.

Los programas de "rescate" de los países de la Europa meridional han fracasado, generando unos pozos sin fondo que supuestamente tendrían que llenar los contribuyentes. Nunca ha urgido tanto llegar a una solución global, colectiva y definitiva del problema de la deuda. Y no se entendería que se escamoteara objetivo así sólo para garantizar la reelección de la Canciller alemana.

En estas condiciones, la idea avanzada por Syriza de una conferencia europea sobre la deuda, conforme al modelo de la Conferencia de Londres sobre la deuda alemana en 1953, representa, a nuestro entender, la única solución realista y beneficiosa para todos: una respuesta global a la crisis del crédito y a la constatación del fracaso de las políticas puestas por obra en Europa.

He aquí, pues, lo que exigimos para Grecia:
- Una reducción significativa del valor nominal de su deuda pública acumulada.
- Una moratoria sobre el servicio de la deuda, a fin de que las sumas conservadas vayan vinculadas a la recuperación de su economía.
- La instauración de una "cláusula de desarrollo", a fin de que el pago de la deuda no mate el germen mismo de la recuperación económica.
- La recapitalización de los bancos, sin que las sumas en cuestión entren en la contabilidad de la deuda pública del país.

Esas medidas deberán ir ligadas a reformas orientadas a una más justa distribución de las riquezas. Poner fin a la crisis implica, en efecto, romper con el pasado que la ha incubado: poner en obra la justicia social, la igualdad de derechos, la transparencia política y fiscal; en una palabra, la democracia.

Un proyecto así resultará impracticable sin el concurso de un partido independiente de la oligarquía financiera, ese puñado de jefes de empresa que han tomado como rehén al Estado, de armadores navieros solidarios entre sí y –todavía en 2013— exentos de impuestos, de patrones de grupos mediáticos y de banqueros ubicuos (y en bancarrota), todos ellos responsables de la crisis y esforzados mantenedores del statu quo.

El informe anual para 2012 de la organización no-gubernamental (ONG) Transparency International coloca a Grecia como el país más corrupto de Europa.

La propuesta más arriba esbozada constituye, en nuestra opinión, la única solución, a no ser que lo que se quiera es el crecimiento exponencial de la deuda pública en Europa, la media de la cual rebasa ya el 90% del PIB.

Lo que nos hace optimistas: nuestro proyecto no podrá rechazarse, pues la crisis toca ya al núcleo duro de la zona euro. La dilación no trae consigo sino el crecimiento del coste económico y social de la situación actual, no sólo para Grecia, sino también para Alemania y para el resto de los países que han adoptado la moneda única. Durante doce años, la zona euro –inspirada en los dogmas liberales— ha funcionado como una simple unión monetaria, sin equivalente político y social. Los déficits comerciales de los países del Sur constituían la imagen especular de los excedentes registrados en el Norte. La moneda única, por lo demás, ha servido a Alemania para "enfriar" su economía tras la costosa reunificación de 1990. 

Pero la crisis de la deuda ha trastornado ese equilibrio. Berlín ha reaccionado exportando su receta de austeridad, lo que ha traído consigo el agravamiento de la polarización social en el seno de los Estados meridionales y las tensiones económicas en el corazón de la zona euro. Aparece ahora un eje Norte-acreedor/Sur-deudor, nueva división del trabajo orquestada por los países más ricos. El Sur se especializará en los productos y los servicios con fuerte demanda de mano de obra con bajos salarios; el Norte, en una carrera hacia la calidad y la innovación, con salarios más elevados (para algunos).

La propuesta del señor Hans-Peter Keitel, presidente de la Federación Alemana de la Industria (BDI), en una entrevista concedida al Spiegel y consistente en transformar a Grecia en una "zona económica especial" revela a las claras el verdadero objetivo memorándum. Las medidas previstas por ese texto, y que se extienden al menos hasta 2020, se saldan con un sonoro fracaso que ya reconoce hasta el FMI. Sin embargo, para quienes las concibieron, el acuerdo tendría la ventaja de imponer una tutela económica a Grecia, convertida así en una colonia financiera de la zona euro. La anulación de esas medidas constituye, así pues, el prólogo a cualquier posible salida de la crisis: lo mortal es el medicamento, no la dosis, como algunos sugieren.

Por otra parte, habrá que preguntarse por las demás causas de la crisis financiera en Grecia. Las que traen consigo el despilfarro del dinero público no han cambiado: el coste por kilómetro de construcción de carreteras es el más alto de Europa, por ejemplo. Otro ejemplo: la privatización de las autopistas a modo de "prepago" de nuevos ejes…, cuya construcción ha sido interrumpida.

El alcance de las desigualdades no puede reducirse a efecto lateral de la crisis financiera en Grecia. El sistema fiscal griego refleja la relación clientelar que une a las elites del país. Como si de una escurridera se tratara, está rebosante de excepciones y de derechos de pase cortados a la medida del cártel oligárquico. El pacto informal que, tras la dictadura, actúa a modo de soldadura entre la patronal y la hidra bicéfala del bipartidismo –Nueva Democracia y PASOK—, garantiza su mantenimiento. Es una de las razones de que el Estado renuncie hoy a obtener los recursos necesarios por la vía de los impuestos: prefieren la continua reducción de los salarios y de las pensiones.

Pero el establishment, que ha sobrevivido por muy poco a las elecciones del pasado 17 de junio por la vía de sembrar el miedo en torno a una posible salida de Grecia de la zona euro, vive con la asistencia respiratoria de un segundo pulmón artificial: la corrupción.

La difícil tarea consistente en quebrar la colusión entre los medios políticos y económicos –un asunto que no compete sino a los propios griegos— constituirá una de las prioridades de un gobierno popular dirigido por Syriza.

Exigimos, pues, una moratoria sobre el servicio de la deuda para cambiar Grecia.

A falta de eso, cualquier nueva tentativa de saneamiento financiero nos convertirá en Sísifos condenados de antemano al fracaso. Y esta vez, el drama no afectará sólo a la antigua ciudad de Corinto, sino al conjunto de Europa.

Alexis Tsipras es el principal dirigente de Syriza-Frente Social Unido

Traducción para www.sinpermiso.info: Ventureta Vinyavella

miércoles, 6 de febrero de 2013

Marca España

En estos días parecería fácil poner nombre y apellidos a la Marca España: Luis Bárcenas, Francisco Correa, "El Bigotes", Jesús Sepúlveda, los Vuitton y los Jaguar que Ana Mato no vio, los "sobre cogedores"... Pero no, el nombre oficial de la Marca España es, no lo olvidemos, don Carlos Espinosa de los Monteros Bernaldo de Quirós.


Como publicó el diario "El País", en junio de 2012: Carlos Espinosa de los Monteros Bernaldo de Quirós, de 68 años, vicepresidente de Inditex, una de las firmas españolas con mayor proyección internacional, propietaria de la marca Zara, será el Alto Comisionado de la Marca España, el proyecto estrella del Ministro José Manuel García-Margallo. Según fuentes diplomáticas, tendrá rango de Secretario de Estado y dependerá directamente del Presidente Mariano Rajoy, a través del Consejo de Política Exterior.

Y para los que somos algo desmemoriados, ¿quién es este personaje? Nos ayuda a recordarlo la profesora de Historia, Ángeles García Portela, en una entrada titulada "Memocracia: grandezas y nombramientos", extraída de su blog "El otro País (la sociedad civil)":

El Gobierno, obsesionado por la Marca España, tan deteriorada últimamente, pretende mejorar su imagen (mejorar la realidad del país es otra cosa), para ello creó un nuevo puesto: El Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España, tendrá rango de Secretario de Estado, no será remunerado, solo cobrará dietas, el cargo ha recaído en Carlos Espinosa de los Monteros y Bernaldo de Quirós, actual vicepresidente de Inditex, fue vicepresidente del INI, presidente de Iberia y del Círculo de Empresarios.

También es vicepresidente del think tank Civismo, que hace apología del neoliberalismo y auspicia una campaña contra los impuestos. Este año el premio que otorga el think tank denominado "Sociedad Civil" (como este blog, todo un sarcasmo), recayó en Esperanza Aguirre y el ahora Alto Comisionado Carlos Espinosa de los Monteros y Bernaldo de Quirós, ha explicado que el motivo del galardón a la Presidenta regional ha sido su contribución decisiva "al ensanche de la libertad de la sociedad civil y de la presencia de la iniciativa privada en España". Esperanza Aguirre manifestó al recibir el premio  su "indisimulable satisfacción" por haber "contribuido a incrementar el protagonismo de los ciudadanos y a limitar el intervencionismo de los poderes públicos".

Carlos Espinosa en una entrevista con Jiménez Losantos (ya citada en otro post) manifestó: "No encuentro ninguna justificación para la existencia de empresas públicas. Por eso, en el orden de prioridades de dónde hacer los sacrificios, a mi juicio este sería uno de los primeros a abordar".

Además de todo esto Carlos Espinosa de los Monteros y Bernaldo de Quirós es Grande de España y secretario de la Diputación Permanente y Consejo de la Grandeza de España, su Decano es Alfonso Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart, duque de Aliaga.


Ya se sabe que a los nobles nunca les gustó el Estado, véase la Edad Media.