Un año ya viajando con vosotros y vosotras, como os anuncié, a través de la rosa y la espada. Esta formulación es un préstamo tomado de uno de los libros de José Luis Rodríguez García, La palabra y la espada: genealogía de las revoluciones, autor con quien siempre estaré en deuda intelectual. Revolución y amor, dos motores universales de realización y cambio.
Por las entradas de este blog han desfilado -por orden de aparición- figuras destacadas de nuestra memoria histórica: Teresa Pàmies, Joaquín López Raimundo, Domingo Malagón, Lise London, Santiago Carrillo, Emilio Lacambra, Floreal Torguet, Gregorio López Raimundo o Julián Grimau.
También he podido prestar atención a algunos de nuestros más destacados creadores: José María Pérez Collados, Francisco Javier Aguirre, Cuti, José Luis Rodríguez, Cristina Yáñez, Jorge Cortés, Santi Sánchez o Juan Antonio Hormigón.
El censo se completa con ensayistas y literatos de ámbitos geográficos más o menos cercanos, pero cuyo mensaje, en este mundo del capitalismo globalizado, hoy nos es tan necesario. Siempre buscando visiones críticas, testimonios relevantes y propuestas de esperanza. En este camino nos continuaremos encontrando.
Querido Jesús:
ResponderEliminarEn nombre de todas las personas que formamos parte del grupo de colaboradores de nuestro modesto blog, te felicitamos en este primer aniversario de "Hijo de Fructidor", deseándole a este excelente blog - excelente tanto en formato como en contenidos-, muchos años más de presencia en la RED, y que al menos sean tan fecundos e interesantes como ha sido su primer año de vida.
"Hijo de Fructidor" es uno de esos faros tan necesarios hoy en día para la izquierda, en este tiempo difícil que nos toca vivir.
Felicidades y un abrazo en mi nombre y en el de mis compañeros, algunos de los cuales sin duda los conoces de los foros de Público.
Vigne (Vignesuara) - Blogdelviejotopo
Este blog es interesante y no se censuran las opiniones críticas.
ResponderEliminarEn el blog del viejo topo censuran, para mí eso no es izquierda, es estalinismo puro y duro.